Por primera vez el Ejecutivo mexicano abordó de frente la posibilidad, real, del uso e investigación de la droga denominada mariguana, con fines medicinales y científicos. Y en este marco, presentó su decálogo propuesta ante la comunidad internacional.

Es una propuesta apegada a los principios de salud, que da al traste al enfoque sancionador que criminaliza a quienes consumen este producto y abre, por supuesto, la esperanza de la oportunidad de sanas a decenas de personas que padecen enfermedades y que en la mota pueden encontrar algún alivio u olvido, según se quiera ver.

En su participación durante el Debate General de la Segunda Sesión Especial sobre el Problema Mundial de las Drogas en la Organización de las Naciones Unidas (UNGASS) 2016, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, ofertó lo que a consideración de su gobierno, es una opción viable, que aboga además a temas de justicia y seguridad y no solamente al de la salud.

De entrada, refirió la necesidad de actualizar los marcos normativos, cual debe de ser, para entonces abrir ya, legalmente, el uso de la marihuana con fines médicos y científicos.

El presidente de México fue el orador principal en el debate convocado, y de la misma talla debía ser su participación de frente a la comunidad internacional y como abanderado no elegido, de todas esas naciones que padecen el embate del crimen organizado y la violencia casi sin límites de aquellos que se dedican al tráfico de drogas.

Peña Nieto tiene razón cuando afirma que el país que gobierna ha pagado un precio excesivo, en términos de tranquilidad,sufrimiento y pérdida de vidas, muchas de ellas inocentes, por el combate al tráfico de drogas. 

Al hablar de buscar soluciones desde una perspectiva enfocada de los derechos humanos, la prevención de las adicciones la salud pública, marca la prioridad que debe ser la atención de las personas, una prioridad hasta ahora dejada un tanto de lado.

El presidente demandó de todos aquellos países consumidores de drogas, a hacer su parte en el combate, porque hasta hoy todo ha sido “francamente insuficiente” y es verdad, hasta ahora ha sido una lucha parcial, de unos cuantos y no de todos juntos.

Entre que son productores, vendedores y consumidores, no falta quien niega su grado de responsabilidad, minando los esfuerzos y haciendo crecer el flagelo a pesar de los consensos globales. Cerrar la puerta no nada más les toca a los que son trasiego, sino también al que enciende el porro o quema la piedra.

El embate también debe de darse desde lo financiero, bien dice el dicho “con dinero, baila el perro” y si no hay financiamiento de por medio, el tráfico cae, aunque sea en una parte.

Diez puntos planteó el presidente mexicano en Nueva York ante la comunidad internacional y las autoridades de la ONU, un decálogo que merece ser discutido en ese mismo contexto internacional.