Entrevista Alejandro Madrazo Lajous | Coordinador del Programa de Política de Drogas del Centro de Investigación del CIDE | Exclusiva Siempre!

“El principal grupo que tiene el interés en mantener la política de drogas como hasta ahora es el aparato burocrático encargado de la prohibición que tiene un enorme peso político fuera y dentro de los Estados Unidos, dentro del cual la institución paradigmática es la DEA”, aseguró Alejandro Madrazo, Coordinador del Programa de Política de Drogas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

En entrevista exclusiva para Siempre, subrayó que “la DEA vive de la prohibición de las drogas, vive para la prohibición de las drogas y en ese sentido al momento en que se va desmoronando la prohibición de las drogas la DEA se va quedando sin trabajo y como toda buena burocracia va a pelear y tratar de justificar su propia existencia”, subrayó.

El siguiente grupo interesado en que se mantenga la prohibición de las drogas, es lo que en EU llaman el complejo industrial de prisiones, en el cual se encuentran presentes empresas con mucho poder, “estas empresas no solo buscan que se mantenga un régimen que le alimenta una enorme cantidad de presos sino además están buscando expandirlo”.

Quienes tienen interés en modificar el régimen de prohibición, por una parte son las poblaciones más afectadas en Estados Unidos por la criminalización en las que se encuentran las poblaciones negras y ahora también las mexicanas, centros urbanos pobres de minorías étnicas. Además hay un creciente consenso entre las clases medias que también ven criminalizados a sus jóvenes por el consumo de drogas, y en ese sentido por eso cada día son más los jóvenes que rechazan el régimen de prohibición.

La generación de impuestos

Al referirse en torno al régimen local de mercados regulados primero por marihuana medicinal y luego por marihuana recreativa, como es el caso de Colorado en Estados Unidos, explicó que en estos lugares ya existe una industria que esta creciendo en torno a la marihuana específicamente que genera impuestos que ayudan a los gobiernos locales.

“En Colorado los que legalizaron la marihuana con fines recreativos tuvieron a bien decir que una parte del dinero que se recaba va etiquetada para las escuelas lo que les genero un enorme apoyo de la sociedad en general ya que cada vez se destina menos dinero a la educación y el que de repente entre un flujo financiero fiscal importante por la venta de marihuana e irse directo a la educación eso le da un apoyo importante a la industria de la marihuana”, mencionó.

Comentó que gracias a la industria de la marihuana se ha dado una inmigración de 100 mil personas, se han creado puestos de trabajo relativamente bien pagados para gente preparada, el mercado inmobiliario está creciendo pues se espera la llegada de otros 200 mil inmigrantes en el próximo año y medio, lo que deja ver que ha sido un gran estímulo para la economía de lugares que han legalizado la marihuana.

Afirmó que Estados Unidos a manejado un doble discurso en torno a las drogas, por una parte el gobierno federal sigue diciendo que hay prohibición, pero por otra, a nivel local se está permitiendo la regularización de la marihuana, es una inconsistencia por parte de EU el no haber tomado un papel protagónico en la ONU para defender una posición más reformista cando en el interior la mayor parte de los estados ya permiten marihuana medicinal y es creciente el movimiento de la marihuana recreativa.

Otro doble discurso, dijo el investigador es el cómo se maneja en la prohibición, “Estados Unidos ha sido muy enfático entre los países productores y de tránsito de que se debe detener la droga antes de que llegue a Estados Unidos, pero una vez de que la droga llega a su territorio no hacen ningún esfuerzo para que se mueva dentro”.

Precisó que mientras en México, con la iniciativa Mérida, se exige que existan retenes militares en todas las carreteras para que la droga no llegue de Lázaro Cárdenas a Ciudad Juárez y no entre a Estados Unidos, en el momento en que cruza la frontera ellos no vuelven a molestar a los cargamentos de droga hasta que llegan a las comunidades negras y pobres, ahí se militariza a la policía y persiguen a los consumidores.

Aseveró que “mientras en México se hace un esfuerzo mas fuerte por retener la droga en el territorio para que no llegue a los Estados Unidos, más se ha esparcido en nuestro propio territorio y más se ha abaratado lo que se ha traducido en un consumo más alto”.

Por último, el académico del CIDE consideró que una vez que un cargamento de cocaína entra al territorio mexicano lo que más le convendría a México es que saliera rápido y sin dispersarse, “pero en vez de hacer eso lo que hacemos es poner retenes militares obligando a que la droga se quede en el territorio, a que los narcos sobornen a nuestras autoridades no sólo con dinero sino muchas veces con especie”.