Entrevista a Mariana Morales | Coordinadora de la exposición El arte de la música |  Exclusiva Siempre!

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on el Museo de Arte de San Diego.

 

En la historia del arte, la imagen y la música nunca han estado alejadas la una de la otra, comparten elementos y emociones, tienen simplemente el poder de encender pasiones. Un ejemplo de ello, se puede ver en artistas como Paul Klee (1879-1940), a quien las estructuras musicales influyeron en la forma y el color de su trabajo. Siendo violinista, esposo de una pianista, hijo de un cantante y profesor de música, este pintor suizo encontró gran satisfacción en la cultura visual de la música, sus signos y sus expresiones fueron plasmadas en sus increíbles obras.

Es así como la música es considerada un referente de muchas de las creaciones artísticas, de artistas plásticos que buscaron representar la música retratando las actividades humanas que involucran rituales y escenas cotidianas, pero también con la intención de llegar a la interpretación y mezcla de los lenguajes visuales y sonoros en los que la forma y sus apariencias trascienden la narrativa visual, así lo expreso en entrevista exclusiva para Siempre! Mariana Morales, coordinadora de la exposición El arte de la música, en el Museo del Palacio de Bellas Artes.

Indicó que la muestra pretende acercar al público a los enfoques y análisis teóricos sobre la influencia de la música en el arte. A través de esta relación, esta exposición presenta una perspectiva interdisciplinaria sobre las coincidencias y diferencias conceptuales que han existido entre la imagen y el sonido a lo largo del tiempo. Asimismo, se presentan conexiones musicales entre las artes de Asia, África, el continente americano y Europa, desde la antigüedad hasta nuestros días.

Experiencia sin precedente

¿A partir de que época podemos ver integrada la música en la historia del arte?

El interés de la música en las artes plásticas ha estado presente siempre, por ello la muestra inicia con un gesto refiriéndose a Grecia y Roma, en el origen de las musas y recordando la manera de ver el arte como una totalidad, sin distinguir la pintura separada de la música.

Podemos apuntar la tragedia griega como una de las primeras expresiones donde la música se fundía con otras artes y era parte integral de los cantos verbales, de la escritura y de las expresiones teatrales y escenográficas, aspecto que se heredó después a Roma y más tarde a la Edad Media.

En esta exposición el público podrá conocer cómo la música ha inspirado a innumerables artistas plásticos en las pinturas del siglo XVI, el barroco del siglo XVII, en el siglo XVIII en Francia, donde la música se representa en las cortes, en la tapicería y en la escultura, como un ideal del mundo clásico y los grandes mitos, como el de Orfeo o Perséfone, hasta llegar al siglo XIX con Richard Wagner, quien integra en su obra el llamado “arte total” con la música, la literatura, el teatro, la poesía y la pintura.

Podemos decir que la música es un arte que siempre ha estado presente en la expresión estética occidental, pero además en todas las manifestaciones de la cultura universal.

¿Qué buscan con la muestra? ¿Cuál es el eje discursivo?

En primera parte esta muestra enmarca una investigación seria sobre la relación del arte y la música, y las diversas formas en las cuales los artistas visuales han obtenido inspiración de la música y los músicos. Es decir, busca que sea una experiencia sin precedente para conocer el profundo vínculo de la música con todas las artes y la manera como han seguido caminos paralelos a lo largo de la historia de la humanidad.

Por otra parte la exposición es más que una retrospectiva o una búsqueda temporal, es más bien una referencia temática, que nos permite tener mezclas de tiempos, por ejemplo, tener artistas del siglo XIX, arte griego y arte moderno. Es una referencia hacia la música y cómo los artistas la han representado.

Otra de las características que tiene la muestra es que, aunque inicia con la reflexión sobre el nacimiento de la cultura occidental y el lugar que ocupan la música y las artes, también integra instrumentos prehispánicos, así como el fenómeno de la música en las culturas milenarias mexicanas.

¿Cómo esta integrada la muestra?, ¿qué obras podemos observar y quiénes son sus autores?

Es una selección de 124 piezas, entre pinturas, dibujos, esculturas, cerámicas, carteles, videos, fotografías, instrumentos musicales y una instalación. Entre las obras podemos observar La trompeta de Beethoven (con oreja) Opus #133, de John Baldessari; Proyecto para “Romeo y Julieta”, de Salvador Dalí; Moulin Rouge-La Goulue, de Henri de Toulouse-Lautrec; Jazz, de Henri Matisse; Motivo de “Improvisación 25”, de Vasili Kandinski; El espectáculo de Giorgio, de Chirico; Orfeo conduce a Eurídice fuera del inframundo, de Jean-Baptiste-Camille Corot; La sonata de Childe Hassam, e Instrumentos musicales de Tlahuitoltepec, de Juan Rulfo.

Hay que resaltar una pieza importantísima, La fiesta de los instrumentos, de José Clemente Orozco, una obra muy grande —de 5 paneles— y poco conocida, ésta fue una de las últimas que realizó al final de su vida, además de que representa instrumentos musicales con expresión muy festiva para lo que conocíamos del trabajo de Orozco.

Entonces, podemos ver la música como generadora de formas, de colores y épocas; los instrumentos y las notas como protagonistas y testigos del genio de todos estos grandes artistas.

 

La exposición es temática

En cuanto al proceso curatorial, ¿cómo se llevó a cabo la selección de obra y de dónde provienen las piezas?

Esta muestra es organizada en colaboración con el Museo de Arte de San Diego adaptado al Museo del Palacio de Bellas Artes. Pero además se incluyen colecciones privadas de Estados Unidos y de otros museos, como el Museo de Arte de Filadelfia y el Museo de San Francisco. Como lo señala Roxana Velásquez, directora del Museo de San Diego, es un trabajo de investigación de tres años, que llega a México como resultado de una colaboración internacional.

A través de los tres apartados de la muestra, podemos afirmar que la música es el hilo conductor y partimos de la base de que las artes no estaban divididas, pues lo vemos en representaciones pictóricas, escultóricas, sonido y fotografía.

El arte de la música es la primera sección, ésta examina al músico como tema de inspiración y su naturaleza simbólica en obras tan diversas como las figuras de terracota griegas, trabajos ancestrales en metales chinos y retratos de los músicos más conocidos. El segundo tema, Social explora la función social de la música y sus rituales públicos y privados. Incluye presentaciones musicales ante la corte y en el teatro, diseños para la ópera y el ballet, así como trabajos que muestran escenas musicales de la vida cotidiana.

Formas musicales —el tercer tema— muestra representaciones abstractas del sonido de la música de artistas, por ejemplo los colores son un equivalente de los tonos musicales. La muestra incorpora artefactos e instrumentos musicales a través de la historia, además del manuscrito original de la Novena Sinfonía de Ludwig Van Beethoven.

¿Cuál es la experiencia museística que vivirá el espectador con esta muestra?

Es importante visitar esta exposición pensando en que no es cronológica, sino temática y tampoco estamos haciendo una investigación sobre las culturas, no es antropológica, por ejemplo. Es un guiño hacia la música,  cómo podemos entender lo musical desde lo plástico, y creo que lo que hace la exposición es dar una baraja de opciones para que el público pueda conocerlas.

Como lo mencioné, además de la experiencia que vive el publico con esta exposición, es muy interesante porque además de ver, podrá percibir la obra de manera auditiva; es algo que me parece lo mas interesante de la muestra, reflexionar no solo con la vista, sino con los sentidos.