Hace algunos años, los astrónomos encontraron un sistema planetario llamado 55 Cancri, situado a 40 años luz de la Tierra, en la constelación de Cáncer. Su estrella, similar al Sol y visible al ojo humano en el cielo nocturno, resultó estar rodeada de cinco mundos.

Uno de ellos, el más pequeño y cercano, fue clasificado como una supertierra, ya que su radio es dos veces el de nuestro planeta y su masa, ocho veces mayor, pero sus condiciones nada tienen que ver con las de nuestro planeta.

Orbita su estrella, está tan cerca, que su año dura solo 18 horas y las temperaturas son altísimas.

Nuevas observaciones del telescopio espacial Spitzer de la NASA han permitido realizar un mapa de temperaturas del planeta, el primero que se hace sobre una supertierra y cuyos resultados los publica la revista Nature. El mapa revela cambios de temperatura extremos de un lado del planeta a otro.

El sistema planetario 55 Cancri está bloqueado por la mareas gravitacionales con su estrella, por lo que siempre está iluminada la misma cara del planeta, como le ocurre a la Luna con la Tierra. Su punto más caliente se encuentra no en la mitad de la cara que mira a su sol, sino a 41 grados hacia el este, y tiene una temperatura de 2400 grados centígrados, suficiente como para fundir el hierro, como explica en la revista Science. La cara de la noche, siempre sumergida en la oscuridad, se encuentra a 1300 grados centígrados.

Ese brutal cambio de temperatura indica que el calor no se distribuye muy bien en todo el planeta lo que puede deberse a la presencia de flujos de lava que se endurecen en el lado nocturno y son incapaces de transportar el calor. “El lado diurno podría tener ríos de lava y grandes charcos de magma extremadamente calientes, pero creemos que el lado nocturno tendría lava solidificada como la que se encuentra en Hawaii”, explica Michael Gillon, de la Universidad de Lieja, Bélgica, uno de los miembros del equipo investigador.

 

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