EDITORIAL

Muchos políticos son capaces de decir y hacer lo que sea con tal de ganar una elección.

Ricardo Anaya, dirigente nacional del PAN, ha declarado a varios medios de comunicación que el candidato de su partido al gobierno de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, es hombre decente —entiéndase honesto, justo y digno— contra el cual no hay una denuncia formal por tener vínculos con el crimen organizado.

O Anaya y su partido están mal informados o la enorme presión que tiene el panista para posicionar su partido rumbo al 2018 lo está llevando a “meter las manos al fuego” a favor de personajes que, en lugar de estar haciendo campaña, deberían estar en la cárcel.

Directora de la revista Siempre!Viene a cuento remontarse a la biografía de Cabeza de Vaca —como se le conoce popularmente— después de la decisión que tomó el presidente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, de expulsar a tres candidatos de este partido a tres diferentes municipios de Tamaulipas, acusados de haber sido comprados por el crimen organizado para apoyar al abanderado del PAN al gobierno del estado.

En muchas de las páginas digitales de medios locales y nacionales vienen reproducidas las fotocopias de la declaración ministerial que Antonio Peña Argüelles hizo el 23 de enero de 2013 en la Corte Federal del Distrito Oeste de Texas.

Peña Argüelles declara y reconoce haber sido el enlace entre el gobernador Tomás Yarrington y el Cártel del Golfo. El mandatario lo llama en septiembre de 2004 para decirle que necesita conseguir recursos económicos del Cártel del Golfo para apoyar al candidato del PAN al municipio de Reynosa, Francisco García Cabeza de Vaca.

Peña Argüelles, hoy en la cárcel, narra haber hecho contacto con Héctor Sauceda Gamboa, alias el Caris, hermano de Gregorio Sauceda, alias el Metro, jefe del Cártel del Golfo en Reynosa para atender el encargo del “señor Yarrington”. “Por la noche recibí la llamada del Caris para decirme que su hermano había autorizado la petición”.

“Al día siguiente aproximadamente al medio día me volvió a contactar Héctor Sauceda y me entregó en una bolsa de cartón 500 mil dólares. Me dijo que ese era el apoyo para el candidato Cabeza de Vaca de parte del Cártel del Golfo”.

“Una hora más tarde —sigue declarando Peña Argüelles—, Francisco García Cabeza de Vaca llegó al hotel Holiday Inn de la colonia Prado, donde yo me hospedaba, y le entregué en el restaurante los 500 mil dólares”.

En noviembre de 2004, el candidato de Acción Nacional al municipio de Reynosa, Francisco García Cabeza de Vaca, gana la elección y “una vez siendo alcalde en funciones me citó en el restaurante La Mansión del Prado para decirme que cualquier cosa que necesitara el Cártel del Golfo se lo hiciera saber”.

Obviamente el Cártel del Golfo sí tenía que hacerle peticiones muy concretas a su candidato y después alcalde. El Metro, jefe del cártel, le hizo llegar al mandatario municipal una lista del personal que trabajaba en la Dirección de Seguridad Pública Municipal para que fueran puestos en sectores estratégicos, y pidió que otros elementos no fueran removidos de los cargos en los que se encontraban.

“Le entregué la lista al alcalde García Cabeza de Vaca —declara Peña Argüelles— y me respondió que no me preocupara, que él se encargaría de hacer los movimientos necesarios. Así, durante los meses siguientes le fui haciendo diversas peticiones que el cártel me hacía”.

De esta declaración ministerial (PGR/SIEDO/UEJDCS/012/2009) se desprende que el candidato del PAN al gobierno de Tamaulipas tiene por costumbre y estrategia recibir dinero del crimen organizado para patrocinar los cargos de elección popular a los que aspira llegar.

Sólo que en esta ocasión ha llegado muy lejos porque, además de patrocinio, recibe de los grupos delictivos apoyo para que, a través de la amenaza, extorsión, secuestro o compra, los candidatos de otros partidos declinen a favor del candidato de Acción Nacional —es decir, él mismo— Francisco García Cabeza de Vaca.

Después de la denuncia que ha presentado el PRI ante la Fiscalía Especializada para la Atención a Delitos Electorales y de las denuncias públicas que han hecho otros partidos, como el PRD, sobre casos similares e incluso más graves, la autoridad electoral y otras instancias tendrán que valorar si las elecciones en Tamaulipas deben ser canceladas.

 @PagesBeatriz