Seamos ecológicamente sustentables

 

A partir de este número de la prestigiada revista Siempre!, tendré el gusto de publicar de manera quincenal esta columna que tiene como objetivo central analizar los temas más actuales que se relacionen preferencialmente con la Ciudad de México y que incidan en la vida diaria de los millones de habitantes que conformamos esta megalópolis, incluyendo los de naturaleza ecológica.

Agradezco infinitamente a la señora Beatriz Pagés, directora general de Siempre!, su generosidad y confianza por permitirme escribir en las páginas de esta histórica publicación, simiente del ejercicio periodístico nacional y cuna de distinguidas personalidades en esta disciplina de la comunicación escrita.

Vayamos al tema de hoy. No cabe duda de que predicar con el ejemplo siempre será la mejor manera de cooperar con una causa que beneficie a la comunidad donde vivimos. Decimos esto porque recientemente la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Senadores hizo un exhorto en el interior de ese órgano legislativo, en el sentido de suprimir el consumo de agua en envases de tereftalato de polietileno (PET, por sus siglas en inglés), las cuales se utilizan en oficinas, salas de reuniones y en el mismo salón de sesiones de la Cámara Alta.

Aunque no está comprobado plenamente que existan daños a la salud humana derivados del consumo ya sea prolongado o excesivo de bebidas embotelladas en este material, es de reconocer que la máxima cúpula de representación popular de México tome en cuenta una medida cien por ciento ecológica que sirve de ejemplo para otras instituciones del ámbito público o privado. En este sentido, la mencionada comisión del Senado de la República planteó también a las autoridades federales, estatales y municipales llevar a cabo campañas para disminuir el consumo de bebidas envasadas en PET.

Cabe mencionar que México es considerado el país de América Latina con el mayor consumo de agua embotellada y que el tereftalano de polietileno fue patentado como un polímero para fibra por los científicos británicos Whinfield y Dickson. En un principio era un material únicamente destinado para la producción de fibras para la industria textil, pero a partir de los años setenta se empezó a emplear en la producción de envases y muy pronto el mundo se inundó literalmente de botellas de PET.

Tan sólo en las dos Cámaras que integran el Congreso de la Unión, se consumen más de 700 mil botellas de agua al año y de aplicarse la pretendida medida ecológica se generarían ahorros en el gasto corriente del Senado y se evitaría el desecho de envases, pues se volvería al uso de vasos de vidrio en el consumo de agua purificada.

Insistimos en que la prédica sustentada en el ejemplo y en los hechos es la mejor herramienta que puede utilizar cualquier método pedagógico, donde la enseñanza y el aprendizaje sean elementos esenciales para la consecución de metas. Y el caso de la Cámara de Senadores forma un importante precedente para guiar la iniciativa de otros grupos que tengan la intención central de colaborar con un granito de arena en la hechura de un mundo ecológicamente sustentable.

Secretario general del Partido Verde

Ecologista en la Ciudad de México.