Entrevista a Hugo Aguilar | Autor de Así maté a Pablo Escobar | Exclusiva Siempre!

El coronel en retiro de la Policía Nacional colombiana Hugo Aguilar Naranjo expresa su opinión sobre el caso de Joaquín Chapo Guzmán quien se encuentra, desde el 7 de mayo en el CEFERESO número 9 norte ubicado en Ciudad Juárez, Chihuahua, en donde espera noticias sobre su posible extradición a los Estados Unidos.

La similitud que hay entre Chapo Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, y el colombiano Pablo Escobar Gaviria, quien era líder del Cártel de Medellín, es que “son dos psicópatas parecidos con un gran poder económico y que tal vez es lo que ha cometido el error México, sus autoridades, el no esculcarle bien la penetración que tiene en el ámbito político, económico y social del país. Mientras México, no le erradique esos contactos es muy difícil ganarle la guerra al narcotráfico”.

Si el gobierno mexicano no cuenta con “un grupo especializado, debidamente depurado, con plenas garantías de que son hombres incomprables, téngalo por seguro que la mafia siempre penetra a las instituciones del Estado, el dinero corrompe, el dinero daña a las personas, y por eso es que siempre los gobiernos han perdido la guerra contra los narcotraficantes, con este flagelo que ha causado tanto daño en el planeta”.

3283NORAEl libro

Hugo Aguilar Naranjo en su libro Así maté a Pablo Escobar, editado por Planeta en 2015, narra la búsqueda y el momento en que Pablo Escobar Gaviria fue abatido por la Policía de Medellín aquel 2 de diciembre de 1993. Entre los hechos contados por el oficial de la Policía Nacional y exjefe de inteligencia del Bloque de Búsqueda en Medellín está cuando Colombia sufrió un golpe demoledor “la noche del 18 de agosto de 1989, cuando el cártel de la droga de Medellín asesinó al candidato presidencial Luis Carlos Galán”.

Así lo cuenta en su libro: “El gobierno de Virgilio Barco le declaró la guerra al cártel de Medellín y estableció la extradición por vía administrativa, la incautación de bienes del narcotráfico y la detención preventiva de sospechosos de pertenecer a la organización narcoterrorista”.

La respuesta de Los Extraditables, llámese Pablo Escobar porque en realidad ese grupo era manejado por él, y se identificaban con su lema: “Preferimos una tumba en Colombia a una cárcel en Estados Unidos”, fue inmediata.

El 23 de agosto divulgaron una carta abierta en la que anunciaron la guerra total contra el Estado. Y para hacerlo tenían en sus filas a tres mil sicarios, miles de millones de dólares a disposición y poderosos tentáculos dentro de las fuerzas armadas y las instituciones.

El objetivo de este grupo, “en principio fue la lucha contra la extradición de colombianos al exterior mediante la utilización de la amenaza y la sentencia de muerte a quienes se mostraran de acuerdo con esa medida. Era influir en la sociedad y en los estamentos jurídicos y legislativos del Estado para que no existiese tratado de extradición con los Estados Unidos”. (Wikipedia).

Las razones de EU

En este sentido, el excoronel Hugo Aguilar explica el miedo que tenía Escobar y el miedo que tiene hoy Guzmán Loera ante la posibilidad de ser extraditados a un penal norteamericano, por “una sola razón, las cárceles en los Estados Unidos verdaderamente cumplen los reglamentos penitenciarios, en Colombia ¡no! En Colombia y en México son vulnerables las autoridades que manejan el sector penitenciario”.3283NORA4

Los norteamericanos quieren llevarse al capo mexicano porque tienen dos intereses, asegura Aguilar, “primero, verdaderamente, llevarlo a una cárcel para que pague los crímenes que ha cometido y sobre todo frenar su actividad ilícita del narcotráfico, ya que es uno de los países que más daño le causa, no solamente por la sacada de los dólares sino por el envenenamiento a su población; y lo segundo, es que ellos quieren, y es el interés también más prioritario, de que al ser extraditado lo convierten en un testigo importante para que delate a toda la organización de narcotráfico y terroristas que tiene México”.

De acuerdo a la experiencia de narcotraficantes colombianos que han sido extraditados, “lo primero que delatan son las rutas del envío de las drogas, no solamente a nivel de México sino a nivel mundial y, en segundo lugar, delatan nombres de narcotraficantes, de sus mismos socios o de sus amigos, también delatan una serie de elementos fundamentales que son parte de la organización y que el mismos Estado, las mismas autoridades de inteligencia y las mismas autoridades judiciales desconocen”.

Además, “otro sistema que también le interesa a Estados Unidos para poder combatir es dónde están los puntos estratégicos, la ubicación de sus laboratorios, no sólo en México, en cualquier país de Latinoamérica o cualquier otra parte del mundo donde están los verdaderos laboratorios en donde procesan la cocaína, eso es lo fundamental para ellos.

El también exdiputado a la Asamblea de Santander y gobernador de ese departamento, agrega que “no solamente es el narcotráfico la recibida de los dólares, sino es el lavado de los dineros, de los activos, cómo ellos están invirtiendo su dinero, elemento no solamente de la mafia porque los narcotraficantes hoy en día están aplicando una estrategia, de hacerse socios con grandes empresarios para poder invertir su dinero producto de la venta de la droga, entonces todas esas cosas Estados Unidos lo logra a través de tener un capo de estos allá preso”.

No negociar con el narco

En el criterio del exjefe de inteligencia del Bloque de Búsqueda en Medellín, para combatir el narcotráfico la ayuda entre Estados Unidos y México “debe ser mutua para hacer un trabajo en equipo. No puede llegar a suceder en México lo que nos sucedió en Colombia cuando se dio la muerte de Pablo Escobar, es decir, se combatió totalmente el cártel de Medellín y cuando se combate también el cártel de Cali creíamos que se puso punto final a dos cosas, al narcotráfico en Colombia y al narcoterrorismo, entonces resulta que el Estado se tranquilizó, se quedó quieto, pero no se dio cuenta que el narcotráfico tiene muchas células y esas células quedaron vivas y continuó el narcotráfico, esto es, en Colombia el narcotráfico sigue latente, no con esa capacidad bélica que sembró Pablo Escobar y El Mexicano porque el cártel de Cali fue más pacífico en ese sentido, pero no dejaban de ser narcotraficantes y delincuentes” .

El excoronel Aguilar Naranjo no coincide con las voces que consideran una solución negociar con el narco, pues explica que “con el narcotraficante no se puede negociar porque es un negocio lucrativo. Colombia hizo un acuerdo de entrega, de sometimiento con Los Extraditables, prácticamente con el cártel de Medellín y toda la serie de narcotraficantes, y llegó en un momento, en la Asamblea Nacional Constituyente en 91, abolir la extradición y qué sacó con eso, absolutamente nada, por el contrario, se incrementó más la violencia”.

Este “flagelo corrompe muchas cosas, trata de blancas, secuestros, extorsiones, violaciones, tanta cosa, tanta violencia, que se genera y tanto mal que se le hace a la sociedad, y no solamente ha sido nuestro país, sino en diferentes países del mundo y hoy lo está padeciendo muchísimo México, y yo pienso que México de pronto puede estar tranquilo porque este capo que se le ha volado dos voces, y hoy lo tiene tras las rejas, pero detrás de él hay una gran cantidad de narcotraficante con conexiones a nivel internacional, y seguirá la violencia y seguirá el narcotráfico”.

“Hay una cosa que quiero dejar en esta entrevista: “soy una persona que sufrió, que luchó duro cinco años combatiendo este flagelo, pero lo peor es que a estos hombres que se sacrifican no los blindan, lo que nos pasó a muchos de nosotros, que el mafioso, el paramilitar, el mismo guerrillero, se venga de la persona que lo llevó a la cárcel, ante las autoridades, y después vienen los falsos testimonios, la incriminaciones, y mira, a mí me llevaron a la cárcel injustamente. ¡Bueno! me tocó, pero seguimos trabajando por nuestro país”.