Entrevista Dra. Ma. Dolores Ochoa| Comité Académico de la UNAM| Exclusiva Siempre!

Los tipos de gasolinas comercializadas varían de país a país, debido principalmente a la estructura tecnológica del parque vehicular y en particular a la industria de refinación local, así que pese a que en México podamos contar con una gasolina de mala calidad, mientras que cumpla con la Norma Oficial Mexicana (NOM) – que en el país es muy laxa– seguiremos padeciendo una aguda contaminación, por lo que podríamos aplicar eso de ¡dime que gasolina ocupas y te diré que grado de contaminación tienes!.

Cabe destacar que en México la NOM no es respetada en todo el territorio nacional, sólo se cumple en las áreas metropolitanas más grandes del país, como México, Guadalajara, Monterrey, Puebla y Tijuana.

Ahora bien, la norma permite que la gasolina que se comercializa en México tenga entre 30 y 80 partículas de azufre por millón de partículas. Esto es entre tres y 8 veces más que Europa, donde el estándar obliga a 10 partículas y también superior a Estados Unidos, donde la norma permite entre 8 y 10 partículas. En el resto del territorio nacional, las partículas de azufre pueden llegar a ser 500 por millón, gracias a que Pemex se amparó en la década pasada, para no cumplir la NOM en todo el territorio nacional.

Pero, y ¿cuál es el problema con tener azufre en la gasolina?, los problemas de salud que este elemento produce. Cuando un motor trabaja el azufre contenido en las gasolinas produce dióxido de azufre, que en el aire se combina con otras partículas químicas, mismas que al ser respiradas tienen consecuencias en la salud de la gente y que a lo largo del tiempo, existen estudios que dejan ver que además de enfermedades respiratorias, existe un agravamiento de las afecciones cardiacas y un alto riesgo de contraer cáncer.

Al respecto, en entrevista para Siempre!, la Dra. Ma. Dolores Ochoa integrante del Comité Académico de la UNAM, afirma que pese a que en la actualidad las gasolinas ya no tienen plomo, sí contienen diversas sustancias que provocan enfermedades respiratorias, que también pueden ser carcinogénicas.

Dice que aunque en este momento, no se sabe con exactitud si existe una relación entre los niveles de contaminación y la elevada tasa de cáncer que existe en el país, desde hace mucho tiempo, existen estudios que han relacionado esta enfermedad con lo que día a día se respira.

Lo que sí es un hecho, dice, es que “la problemática que se deriva de la contaminación es principalmente irritativo en las mucosas y al ser irritativo tenemos síntomas ardor de ojos, sensación de respirar un aire irritante, ardor en la nariz puede sentir ardor en la garganta”.

Afirma que en las grandes urbes se ha demostrado que la contaminación genera procesos a nivel respiratorio y a nivel de conjuntivas –ojos, nariz, garganta–, por lo que puede producir conjuntivitis química, rinitis, ardor en la garganta, pero el problema puede ir más allá “el problema es que al ser abundantes sustancias las que se respiran, entre las que se encuentran el monóxido de carbono, aumento de radicales libres, se pueden generar problemas de oxigenación, lo cual puede poner en riesgo la salud de la gente”.

Dice que pese a trabajar dentro de la Jefatura del Servicio de Neumología del Centro Médico de la Raza, no ha visto que se haya dado un repunte de casos graves que estén relacionado con los altos índices de contaminación registrados en los últimos días, aunque sí puede reconocer que “existen muchos pacientes hospitalizados por estudios de probable cáncer, pacientes neumónicos, pacientes asmáticos pero la mayoría son casos que eran ya conocidos, únicamente sus padecimientos se exacerbaron pero no necesariamente por el proceso de contaminación, o sea, todavía no hemos encontrado una causa- efecto”.

En relación a las medidas presentadas por el gobierno para hacer frente a la contaminación, afirma que son medidas muy parciales, por lo que considera que deberían de tomarse acciones más estrictas como en el caso de la reforestación de áreas o el control de fábricas.