El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, realizó posiblemente su última gira como mandatario por el Viejo Continente y dejó en claro cuáles son las prioridades estratégicas de ese país en su relación con sus aliados y socios más cercanos. El apoyo directo a la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, el acuerdo comercial que se negocia, Asociación Trasatlántica para la Inversión y el Comercio (TTIP por sus siglas en inglés), la seguridad y los refugiados, fueron los temas en lo que las palabras y las formas dejaron claro, quiénes representan el poder que da forma a Europa.

La última semana de abril, luego de visitar Arabia Saudita, Obama hizo su primera escala en territorio europeo en el Reino Unido, donde se reunió con el primer ministro David Cameron, compartió el pan y la sal con la realeza y expresó con claridad a los británicos que, en caso de que el Reino Unido abandone la Unión Europea (BREXIT), tras el referéndum del 23 de junio próximo, se colocaría “al final de la cola” para poder alcanzar un acuerdo comercial bilateral con Estados Unidos.
“Si ahora tengo acceso a un mercado enorme al que vendo el 44 por ciento de mis exportaciones y me estoy planteando abandonar esa organización… eso es algo que probablemente no haría”. Quién dijo miedo.
De Londres, Obama se dirigió a Alemania, para reunirse con la canciller Ángela Merkel. Ahí dijo: “he venido al corazón de Europa para decirles lo que han conseguido (como Unión Europea)”, el “sueño de unos pocos” que se convirtió en la “esperanza de muchos”  y hoy es una “necesidad para todos nosotros”. Así que, a “superar” sus  problemas políticos y económicos, porque Estados Unidos y el “mundo entero” necesitan una Europa “fuerte, próspera, democrática y unida”.
Además, dijo que Europa tiene que dejar de ser “autocomplaciente” en materia defensiva y por lo tanto debe contribuir más en la lucha contra el terrorismo yihadista e invertir más en Defensa. En otras palabras, hay que gastar más dinero en armas y tecnología.
Sobre el tema de los refugiados, Obama respaldó el plan de la canciller Merkel, ya que, se encuentra en “el lado correcto de la historia”  ejerciendo una política con medidas “difíciles”, pero con una visión “humanitaria” y “práctica”. Ahí está, blindar las fronteras externas y deportar a los solicitantes de asilo a Turquía.
Quizá el tema donde más controversia o diferencias entre socios pueda existir, es la negociación del Tratado Comercial, pero por algo lo llevan negociando desde 2013. De Londres a Berlín, bueno en esta ocasión Hannover, el presidente Obama acudió a respaldar el proyecto de unidad europea que hasta ahora ha sido construido y que en la actualidad es duramente criticado. Por cierto, en la ciudad alemana, la anfitriona ofreció una cena al mandatario estadounidense, el primer ministro inglés, David Cameron, el presidente francés, Francoise Hollande y el primer ministro italiano Mateo Renzi. Obama y los cinco. Como ven en Europa también hay códigos postales.