CIENCIA


Planetas potencialmente habitables

 

Tal vez la vida extraterrestre empiece a descubrirse a los 40 años luz de nuestro planeta, o sea, más cerca de lo que se creía. Un grupo de astrónomos de instituciones de Bélgica, Estados Unidos, Gran Bretaña e India informaron, a principios de este mes, que a 40 años luz de la Tierra se encuentran tres mundos semejantes al nuestro, girando alrededor de una estrella enana marrón.

Los astrónomos y exobiólogos que se han dedicado a buscar sistemas planetarios en el Universo, hasta ahora han encontrado exoplanetas a distancias que van de los 300 a los más de 2 mil 500 años luz, algunos de ellos potencialmente habitables, según sus estimaciones.

 

Los planetas del Universo

A fines del siglo pasado se encontraron los primeros planetas fuera de nuestro sistema solar. Hasta entonces, solamente había especulaciones sobre la existencia de otros planetas, algunas muy temerarias como la de Giordano Bruno, que por ese y otros planteamientos fue llevado a la hoguera por la Santa Inquisición en 1600. En los siglos XIX y XX, ya sin los riesgos de los dogmas religiosos, algunos astrónomos detectaron anomalías en cuerpos celestes que atribuyeron a planetas que los orbitaban. Sin embargo, nunca hubo confirmación de esas observaciones.

En 1992 el astrónomo polaco Aleksander Wolszczan descubrió tres objetos girando alrededor del púlsar PSR B1257+12, a 980 años luz de la Tierra, los cuales fueron considerados los primeros planetas descubiertos. Pero el primero de una estrella de secuencia principal fue Pegasi 51b, descubierto en 1995 por Michel Mayor y Didier Queloz, alrededor de la estrella Pegasi 51, de la constelación Pegaso, a 48 años luz de la Tierra.

Las estrellas de secuencia principal son las que en su núcleo transforman el hidrógeno en helio y son la mayoría de las estrellas conocidas, por tal razón en algunos textos se atribuye a Mayor y Queloz el descubrimiento de los primeros exoplanetas.

A la fecha se han identificado más de dos mil, de los cuales se piensa que 57 son potencialmente habitables por sus semejanzas con la Tierra en tamaño, temperatura de su superficie, velocidad de escape (velocidad mínima necesaria para que un objeto escape de la atracción terrestre) y densidad (relación entre masa y volumen de un objeto, por ejemplo el plomo es más denso que el corcho).

Pero ninguno de esos mundos reúne tantas características semejantes a la Tierra como los tres exoplanetas recientemente descubiertos alrededor de TRAPPIST, una estrella enana marrón a 40 años luz de distancia de nuestro planeta.

 

Tres mundos para vivir

Astrónomos de la Universidad de Lieja, Bélgica, del Instituto Tecnológico de Massachusetts y de otros centros de investigación, encabezados por Michaël Gillon, del Instituto de Astrofísica y Geofísica de la Universidad de Lieja, publicaron el artículo “Temperate Earth-sized Planets Transiting a Nearby Ultracool Dwarf Star” (Planetas templados del tamaño de la Tierra que transitan por una estrella enana cercana) en la revista Nature, el 2 de mayo pasado.

En ese trabajo se informa que TRAPPIST y sus tres planetas, TRAPPIST-1a, TRAPPIST-1b y TRAPPIST-1c, recibieron ese nombre por las siglas en inglés del telescopio pequeño para observar planetas y planetoides en tránsito, con el que se descubrieron desde el Observatorio La Silla, en el desierto chileno de Atacama.

Dos de esos planetas giran alrededor de su estrella cada 1.5 y 2.4 días, es decir que sus años son de aproximadamente dos días; del otro planeta aún no se conoce la duración de su año, pero puede ser entre 4.5 y 73 días. Los tres planetas probablemente estén sincronizados con su estrella, como la Luna con la Tierra, de tal forma que una de sus caras permanece siempre oscura y fría.

Estos tres mundos giran alrededor de una de las estrellas más comunes del Universo, enana y débil, a una distancia que les hace tener una temperatura y radiación parecidas a las terrestres. Con nuevos telescopios gigantes, se pretende estudiar la composición de su atmósfera y explorarlos en búsqueda de agua y de evidencias de vida, ya que los astrónomos consideran que sus polos podrían ser candidatos para buscar vida, ya que reciben menos radiación infrarroja.

Gillon ha planteado que la vida en estas estrellas enanas ultrafrías podría consistir en organismos fotosintéticos que usen pigmentos sensibles a la radiación infrarroja. “Así que las plantas no serían verdes, como en la Tierra, sino negras o rojas, dependiendo de si absorben o no los fotones rojos además de los infrarrojos”.

Emmanuël Jehin, de la Universidad de Lieja, coautor del artículo, ha planteado que “se trata de un cambio de paradigma con respecto a qué camino seguir en nuestra búsqueda de planetas y de vida en el Universo”. Por su parte, que Michaël Gillon ha afirmado: “para buscar vida en exoplanetas, ¡las estrellas enanas son el mejor lugar para empezar!”. Y allí es donde se empezará.

 

reneanaya2000@gmail.com

f/René Anaya Periodista Científico