Ante el evidente desgaste de la clase política pero sobre todo ante el hartazgo social que cada vez se encuentra más latente a lo largo y ancho del país, desde hace un par de años ha aparecido una figura que puede representar un respiro, una bocanada de aire para muchos: las candidaturas independientes, que con mucha anticipación han ido levantando la mano para buscar la silla presidencial.

Pero, ¿cuáles deben ser las características que deben tener este tipo de candidatos para ser exitosos en 2018? Siempre! realizó un sondeo para conocer la opinión de diferentes personalidades.

Jorge Castañeda/Autor del libro Sólo así: por una agenda ciudadana independiente

Una candidatura independiente debe encausar el hartazgo social, lo que el presidente Peña ha llamado el “mal humor social”; debe ser un personaje al margen de la partidocracia, no tener vínculos ni haber sido parte de los partidos políticos. Debe ser un candidato con una agenda audaz, sensata, producto de un proceso amplio y diáfano de debate y discusión, que esté rodeado de un equipo de campaña y de gobierno honrado y competente. Definitivamente al final, deberá haber sólo una candidatura, con las mejores ideas, con las mejores propuestas, y si no soy yo, por supuesto que estaré a favor de una buena agenda, de una causa, de una figura.

Pedro Ferriz de Con/Candidato independiente

Los candidatos deben tener en principio una vocación de servicio, y para servir hay que escuchar, una vocación cero autoritaria, porque el autoritarismo en el poder no sirve, lo que sirve en una administración es el servicio mismo, un candidato ciudadano independiente tiene que llegar con la idea de ser un servidor público que sepa que es empleado de la sociedad, que debe llevar a la sociedad a un mejor camino y a un mejor destino. Tiene que ser honesto, valiente, firme, responsable, debe rodearse de la mejor gente, en fin, tiene que ser alguien con características de líder; por ahí me han dicho que hasta valdría la pena, en algún momento, si se llegara el caso, que fuera un mártir; pero lo que es indudable es que tiene que tener una vocación hacia los demás, y claro en caso de no ser yo ese candidato, sí declinaría a favor de alguien que fuera mejor que yo.

José Antonio Crespo/Politólogo

Deberá haber tenido alguna experiencia política que dé cierta certeza a la gente, aunque eso mismo pueda crear suspicacias, pues pueden decir que no es independiente, así es que tener una trayectoria partidista y política les puede generar cierta desconfianza. Debe ser un personaje que tenga la capacidad de entender la política, que sí tiene claro qué haría desde la presidencia, tener una trayectoria bastante limpia, porque de lo contrario entonces no generaría esa credibilidad, pero insisto, hasta ahora yo no veo que ese personaje haya aparecido.

Clemente Castañeda/Coordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados

En primer lugar debe ser una persona que conozca el país; segundo, que tenga sensibilidad social; tercero, que tenga una trayectoria intachable; cuarto, que pueda construir con las distintas expresiones políticas del país, y quinto, que tenga vocación de gobierno, es decir, que no piense que esto es una aventura de carácter personal, porque de lo que se trata es de enderezar el rumbo. Todos los que estamos en este esfuerzo debemos de ir con la firme convicción por delante de que se trata de buscar la mejor alternativa, no es un proyecto de carácter personal, es un proyecto colectivo para el bien de México.

Dr. Carlos Arturo Rojas Rosales/Psicólogo con maestría en ciencias políticas

Los candidatos independientes deben tener como característica el poder de capitalizar su actuación en otros ámbitos en que se haya desarrollado; es decir, que la gente lo identifique con una imagen confiable, que tenga la capacidad de convertir esa imagen confiable en términos de votos, deberá tener la capacidad de hacer una propuesta que difiera de las que se puedan dar en los institutos políticos actuales. Estas personas deben de ser carismáticas, centradas en un servicio a la sociedad, centradas en un oficio de la transparencia que hagan lo que los políticos han dejado de hacer y que de alguna manera se dediquen a capitalizar todas esas características: carisma, liderazgo, confianza, la capacidad de dar soporte social a las personas, en una forma organizada y sistemática para proponer nuevas cosas a los votantes.