Luego de los múltiples enfrentamientos que se han registrado en Oaxaca entre integrantes de la Sección 22 y las fuerzas públicas en el municipio de Nochixtlán que dejaron un saldo de seis muertos y decenas de heridos, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) exige la renuncia del Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, y del gobernador Gabino Cué, mientras el relator de la ONU sobre Ejecuciones Extrajudiciales, Sumarias o Arbitrarias, Christof Heyns, aseguró que persiste el uso excesivo de la fuerza en México.

Enrique Galindo, Comisionado General de la Policía Federal (PF), afirmó que sus elementos vivieron una emboscada: primero se recuperó la carretera sin ningún incidente, pero luego los manifestantes se reagruparon.

En entrevista con Ciro Gómez Leyva para Radio Fórmula, señaló que en el lugar se vivieron dos escenarios “hubo un cambio radical, podría decir que vivimos una emboscada, vivimos una situación totalmente diferente. Empezamos a ver que traen bombas molotov, cohetones de muy alto poder, tengo muchos policías quemados de los pies y de las manos. Empezamos a oír detonaciones de arma de fuego, que indiscriminadamente disparan contra la sociedad civil y los policías”.

Tras los hechos, el Obispo y los Sacerdotes de la Diócesis de Tehuantepec dieron a conocer un comunicado en el que lamentaron la situación que se enfrenta en la entidad a raíz de los reclamos del magisterio al gobierno federal y lanzaron un llamado tanto a autoridades como a maestros para lograr tender puentes de diálogo.

“Lo que se consigue con autoritarismo o violencia sólo puede alimentar respuestas de la misma naturaleza. Autoritarismo y violencia son dos caras de la misma moneda. Además, todos sabemos y vemos que en los conflictos se cuelan y se cuelgan muchos intereses diversos para sacar ganancia del rio revuelto”, sentenciaron.

En tanto, el arzobispo de Antequera Oaxaca, José Luis Chávez Botello, pidió a la sociedad no oponerse a personas o grupos, sino a hechos violentos “lo mejor, a corto y a largo plazo, es que cada uno cumpla con sus funciones y obligaciones, que autoridades intervengan ante la violencia que se ha generado en los últimos días para que no haya impunidad, sin caer en la represión”.

En su conferencia dominical el monseñor aseguró que las autoridades tienen la obligación de aplicar la ley, pero también la sociedad tiene que participar para que no crezca el malestar social por la violencia.

Destacó que es importante actuar con transparencia y honestidad y más en situaciones de dolor como las que se han vivido en la entidad, “un católico o creyente no puede ir promoviendo divisiones, no puede andar alentando la violencia y apoyando el deterioro del bien común”.

CNTE