Mientras el futbol domina la escena del entretenimiento en las pantallas del orbe, el odio que se alimenta desde diversas fuentes en nuestras sociedades, hace mella día con día. Ofreciendo escenarios dantescos, indiferencia hacia el respeto de los más mínimos derechos, alimenta la abulia política y la apatía y provoca manifestaciones cada vez más claras de extremismo y autoritarismo.

En Europa, particularmente en Francia, donde se celebra la popular Eurocopa de Naciones de futbol, los medios tradicionales, sobre todo la televisión, difunden al máximo el fervor del deporte de las patadas, nunca mejor dicho, cuando cientos de violentos aficionados (ingleses y rusos) se enfrentan en las calles, las mismas que han registrado las manifestaciones sociales de miles de franceses contrarios a las políticas económicas y sociales del gobierno francés.
La pasión futbolera también reduce los reflectores a la situación de miles de refugiados, unos que aguardan ser deportados a Turquía y otros que mueren en el mar día con día. En España, la fiebre futbolística opaca la lucha política, pero sobre todo oculta los crecientes escándalos de corrupción o las informaciones que muestran como las élites que dominan este país se han beneficiado de amnistías fiscales y siguen en la impunidad.

Mientras ello sucede, al otro lado del mundo, en Estados Unidos, el país líder, ejemplo de la democracia, donde se lleva a cabo la carrera presidencial, también el odio se hace presente y provoca el tiroteo más letal en la historia de ese país. Un estadounidense de origen afgano, según las informaciones al cierre de este material, masacró a 50 personas e hirió por lo menos a 60 en un club gay en Orlando Florida.

Según las primeras informaciones, el atacante que fue abatido por la policía, había sido investigado por el FBI, y compró las armas legalmente, lo que confirma la facilidad para adquirir armas de asalto en ese país, que el actual presidente Barack Obama, trató de regular, pero fracasó.

El candidato republicano Donald Trump aprovechó de inmediato para hacer declaraciones, en favor de radicalizar las medidas contra las inmigrantes del “islam radical”, como cerrar las fronteras a los musulmanes, atacó a Obama, pidiendo su renuncia y como siempre se fue de la lengua diciendo que “esto es el principio”.

Así es como el odio se fomenta, no se pide acabar con la venta de armas, terminar las guerras, no, se pide fomentar el odio, cerrar fronteras, estigmatizar, seguir alimentando el negocio del miedo. Claro tenemos el futbol para entretenernos.