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Si están cambiando las cosas, es por cuestión de la crisis económica. La gente ha perdido ingreso y se siente desprotegida.
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Entrevista a Laura Ruano | Internacionalista y catedrática del CIDE

Por Gerardo Yong

El 23 de junio será una fecha decisiva no sólo para Gran Bretaña, sino para Europa. Ese día se llevará a cabo el referéndum denominado Brexit, sometido por el primer ministro David Cameron, cuyo gobierno se encuentra bajo presión por cuestionamientos populares que lo muestran como incapaz de solucionar la grave crisis que vive el Reino Unido desde hace ocho años.

La internacionalista Lorena Ruano, catedrática del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), comentó a Siempre! algunos puntos fundamentales sobre las consecuencias de una posible victoria del Brexit (expresión en inglés de British exit —salida de la Gran Bretaña— que pudiera llevar al Reino Unido a abandonar la Unión Europea.

Entre otras cosas, este referéndum parece estar removiendo las fibras nacionalistas de un tradicional orgullo inglés que los ha distinguido a lo largo de la historia como una civilización independiente a la Europa misma. Asimismo, señala que el Brexit es un voto de protesta contra las autoridades británicas por su incapacidad para combatir la crisis económica que ha afectado el país en los últimos ocho años.

 

Habría volatilidad

¿En qué situación se encuentra el Brexit?

Según las encuestas, señalan que los que están en favor de retirarse de la Unión Europea están ganando con una ventaja de cinco a siete puntos porcentuales. La campaña en favor de quedarse en la Unión Europea ha sido un fracaso y no ha logrado mover a los votantes para apoyar la inclusión eurocomunitaria, pese a que ha tenido todos los recursos del Estado a su favor. El Partido Laborista, que es el que debería estar apoyando la permanencia, se ha encontrado con que su propio electorado es muy euroescéptico y ha asumido una posición demasiado blanda, con la que tampoco ha podido repuntar la campaña por el permanencia. Si las cosas siguen como van y las encuestas no se equivocan, me temo que vamos a tener una salida británica.

En ese caso, ¿qué es lo primero que pasaría en Reino Unido?

Lo que pasaría en ese caso es que el primer ministro James Cameron tendría que renunciar y probablemente Boris Johnson, quien es el líder de la campaña pro Brexit, lo relevaría y tendríamos alta volatilidad en los mercados financieros. Por otra parte, el gobierno tendría que dar aviso a la Unión Europea sobre su intención de abandonar el bloque, esto a partir por supuesto de una negociación, sobre cuáles van a ser los términos de la salida y el futuro de las relaciones entre ambos.

Se sabe que los ingleses se consideran un pueblo con una identidad nacionalista profunda. ¿Es esta concepción lo que le está dando la ventaja actual al Brexit?

Por supuesto, ésa es la razón fundamental por la cual está ganando el bando secesionista. Es decir, es más de identidad y nacionalismo que de otra cosa, porque ellos ven que los costos económicos y políticos son altísimos. La verdad es que si hacen bien las cuentas de todo lo que ha pagado Reino Unido, éstas no salen bien, por ello, sería mala idea salirse del bloque europeo.

El argumento de que “nosotros somos diferentes y somos soberanos, no queremos mezclarnos” es algo que siempre han defendido como un orgullo nacional. Sin embargo, en este caso, pesa más el argumento que tiene que ver con menor nivel de ingreso y con el hecho de que han podido viajar menos; por ello ha aumentado la probabilidad de abandonar la Unión Europea. Ese nacionalismo y critica a la Unión Europea siempre la han tenido, pero de alguna forma lo habían logrado manejar y ahora ya se les salió de control.

 

Ocho años de crisis económica

¿Con el Brexit estamos hablando de un reacomodo o un regreso a una hegemonía británica?

Yo no hablaría de hegemonía, pues ellos dejaron de ser hegemónicos en el siglo XX, más bien hablaría de una reacción a los temas de globalización, frente a la migración, a los temas económicos como el comercio y el empleo. No olvidemos que Gran Bretaña lleva ocho años de crisis económica; eso le molesta mucho a la gente y sobre todo la incapacidad del gobierno que no ha podido hacer nada para remontarla. Es prácticamente un voto de protesta frente al gobierno. También ha sido una apuesta muy arriesgada haber sometido esto a un referéndum, pues se les está saliendo de las manos. David Cameron pensaba que iba a resolver el problema, pero su propio partido está profundamente dividido y pensó que iba a resolver la cuestión con un referéndum, fue una mala estrategia política, pese a que han sido euroescépticos.

Tampoco hablaría de renovación, sino más bien, que están surgiendo nuevos desafíos y nuevas divisiones donde antes no las había, por ejemplo, los temas religiosos ya no eran tan importantes y ahora volvieron a serlo. El asunto migratorio ha desatado un nacionalismo y xenofobia a niveles que antes no veíamos desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Si están cambiando las cosas, es por cuestión de la crisis económica. La gente ha perdido ingreso y se siente desprotegida.