Frente a la renuncia de Agustín Basave a la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD), las tareas prioritarias al interior del partido son: la renovación de su dirigente, el debate nacional rumbo al 2018, amplias alianzas o frente político electoral de izquierda, y que la discusión provoque un punto de encuentro entre los perredistas.

El Secretario de Acción Política Estratégica del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, agradece a Agustín Basave que le haya dado conducción al partido y espera que no se genere una crisis interna por el nombramiento del presidente interino, hombre o mujer que se elegirá, tentativamente, el 2 de julio cuando se convoque a un consejo electivo.

“Hay que ver si nos aguantamos hasta esa fecha para hacer la renovación de los órganos de dirección en todos los niveles o en su caso si adelantamos los cambios. Si se adelanta puede ser en noviembre de 2016  o a más tardar enero del 2017, para que el partido esté preparado para la elección constitucional del año próximo, que no es cosa menor, sobre todo por el Estado de México, pero habrá igualmente elecciones en Coahuila, Nayarit y en municipios de Veracruz, esa es una posibilidad”.

Alejandro Sánchez, integrante de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) que encabeza René Bejarano y Dolores Padierna, comenta “cuál puede ser el debate que se tenga al interior del partido para una transformación, el comportamiento de las corrientes porque son puntos de vista distintos que unifican en su magnitud, sin embargo, luego se convierten en desventaja, porque no son puntos de análisis y reflexiones distintos sino que se sostienen pese a y provocan una división profunda”.

“El asunto es encontrar el momento oportuno para debatirlo, pero por la ruta que platico está muy complicado, ya que una primera evaluación sería antes del  2018. La pregunta es, ¿en el  PRD tenemos tiempo de debatir el modelo partidario?, si es así, cuál es el momento o en su caso este debate tendrá que esperar después del 2018 y ¿no será demasiado tarde?”.

Respecto del nuevo dirigente, el Secretario de Acción Política Estratégica no se atreve a dar nombres de quién podría ocupar el cargo que deja vacante Basave porque, aunque se menciona al  senador Miguel Barbosa y Beatriz Mojica como opciones, para Sánchez Camacho hay que esperar, pues lo importante es el perfil de quién llevará la responsabilidad de construir el camino para el PRD rumbo al 2018.

Debe ser un perfil de “absoluta independencia del Gobierno Federal, que la gente no nos  identifique con la derecha, y evidentemente un mensaje de no corrupción y de transparencia más allá de los nombres, porque hasta el momento oficialmente, me refiero a mesas de negociación, de corrientes, no se han tenido”.

La discusión interna con un carácter nacional y que empezó desde el día anterior a la elección del 5 de junio “es la ruta estratégica para el 2018 para la cual hay dos opiniones: algunos militantes, como los compañeros de Nueva Izquierda,  de los Galileos que es una nueva corriente, sostienen que debe haber amplias alianzas que significa alearse con el PAN y se basan en el resultado del proceso electoral de junio pasado en Durango, Quintana Roo y Veracruz”.

En cuanto a los aspirantes a la elección presidencial de 2018 comenta las declaraciones de Agustín Basave sobre Silvano Aureoles, en el sentido de que si es el candidato oficial del PRD el PRI “gana caminando” o se podría dar una posible coalición, en lo oscurito, PRD-PRI, “impensable una candidatura de alianza con el PRI, que no se les quemen las habas a los aspirantes. La primer definición es la política de alianzas, la propuesta programática y, por supuesto, no se descarta a nadie desde la posibilidad de todos los que han manifestado su interés a la candidatura presidencial. Incluso algunos otros que no se han manifestado, o un externo, ciudadanos como Juan Ramón de la Fuente. La trayectoria que tiene en términos académicos y profesionales puede ser una posibilidad, pero más allá de los nombres están los primeros aspectos, el asunto programático, la definición de alianza y, lo más importante, que haya la voluntad de unidad porque el PRI está herido de muerte con la derrota en Veracruz y en otros siete estados”.