René Avilés Fabila, Alberto Chimal y Guillermo Samperio

 

Por Jacquelin Ramos

“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”… así rezan las páginas de la obra más destacada de la literatura española y una de las principales de la literatura universal: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha del escritor español Miguel de Cervantes Saavedra. Una novela que a cuatrocientos años de su publicación, su personaje: Don Quijote de la Mancha, que con vida propia salió de la novela y se fue a cabalgar para seguir tan vivo y seguir presente no sólo en nuestra cultura occidental, sino también en la casa que lo acoge desde hace 63 años, la revista Siempre!

Siempre! junto con sus fundadores encabezados por el periodista José Pagés Llergo, lucharon al igual que el Quijote por defender sus ideales, para mantener una publicación llena de vigor, de buenos colaboradores, plural, generosa, por hacer un periodismo no para enriquecerse o agredir a la nación, sino para defender como hasta hoy, nuestra identidad nacional, señala en entrevista uno de los exponentes iberoamericanos de la prosa contemporánea, René Avilés Fabila.

Mientras, el narrador y dramaturgo Alberto Chimal explica que hoy más que nunca nos vendría bien un personaje como el Quijote, que desnude la falta de imaginación, la cerrazón y la estupidez. Asegura que existe esa falta del personaje quijotesco que nos transforme en objeto de crítica.

Es así como el Quijote y Siempre!, ratifica el escritor mexicano Guillermo Samperio se encuentran más actuales que nunca a pesar de su modernización, porque seguiremos caminado el viejo mundo que creó Cervantes y José Pagés.

Siempre! fue mi escuela de periodismo: René Avilés

Como colaborador cercano a la revista Siempre!, ¿cómo era la fusión entre Siempre!, su fundador José Pagés y el Quijote?

Mi generación prácticamente se formó leyendo la revista Siempre!, aparecía entonces los jueves y había que esperar con desesperación la salida para leerla, estaban ahí los mas distinguidos intelectuales y politólogos. Se hacía uno de los periodismos más interesantes que se han hecho en México, pensaría que incluso de toda América Latina. Fue mi escuela de periodismo y siempre tuve una enorme ambición por escribir en la revista Siempre!, de tal manera que me fui acercando a Pagés a través de un querido amigo que falleció hace poco Marco Aurelio Carballo, quería conocer a todos los colaboradores fundadores, y en efecto los fui conociendo, a Rafael Solana, Vicente Lombardo Toledano, Víctor Rico Galán, en fin.

Era realmente un periodismo muy intenso el que se hacia. Pagés se compadeció de Carballo y de mí, y fuimos publicando algunas de las cosas iniciales cuando todavía vivía él. Después, cuando su hija Beatriz Pagés se hizo cargo de la revista, en mi caso personal me abrieron un hueco para que colaborara, aunque por el momento digamos estoy en un receso con mis colaboraciones.

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Pienso que la selección del Quijote como símbolo de la revista es porque José Pagés se veía a sí mismo como una suerte de Quijote, no por la apariencia, que eran totalmente distintos, pero si por la conducta, la actitud, el carácter, los valores, básicamente era un hombre bueno, generoso, que iba deshaciendo entuertos, para eso hacia el periodismo, no para enriquecerse, no para calumniar o agredir a la nación, era critico cuando tenia que serlo, y en ese sentido encaja perfectamente la imagen del Quijote con la de Pagés, creo que mejor símbolo no se le pudo haber ocurrido a nadie en los medios de comunicación.

Era muy difícil platicar con el Jefe Pagés, como muchos le decíamos, si no se tenía su altura, ya que era un hombre sabio, culto, no tenía esa apariencia de intelectual que hoy imaginamos, parecía un hombre más bien aguerrido, que hacía un periodismo extraordinario, de tal manera que cualquier cosa que se cuente ahora son leyendas.

Por ejemplo, el haber entrevistado a Hitler y prácticamente hacer una especie de corresponsal de guerra, todo eso nos hacía admirarlo y verlo en efecto como un maestro que había llevado al periodismo al fin a la crítica política, esto es esencial. Ahí hubo criticas intensas que no se usaban en aquella época y que actualmente mucho menos.

Si volviera un personaje como el Quijote, para empezar todo se escandalizaría, realmente las cosas se han empeorado, la globalización más que traer beneficios al mundo, ha traído desgracias y problemas, se quiera o no, no es la misma conducta la del país globalizador, que la del país globalizado. Hemos perdido parte importante de nuestra identidad nacional y todo lo que se hace ahora, ya sea en temas de política, social o culturalmente, refleja mucho la presencia de otros modelos de desarrollo que definitivamente no nos corresponden. Esos fueron temas que le escuche hablar al Jefe Pagés, defendía mucho la identidad nacional, los valores, no estaba cerrado a las grandes manifestaciones que venía del extranjero, porque México tiene su propia ruta, sus propios intereses, y eso indudablemente lo peleaba mucho.

Por otra parte, veo inclusive al Quijote, a la novela de Cervantes, como una gran utopía, una muy bella utopía, que no ha perdido ningún valor, es decir todo lo que hace Cervantes, todo lo que hace su personaje Don Quijote, era desbordar por hacer el bien.

Cada una de las acciones del Quijote son acciones caballerescas, generosas, que en cualquier momento, en cualquier país tienen cabida, son valiosas, es la gran aportación.

Por ello, qué mejor fortuna de que hasta la actualidad no ha cambiado el símbolo de este personaje en la historia de Siempre!, que aparece en cada aniversario en la portada de la revista un Quijote de un artista plástico importante, como importante sigue siendo la revista. Es una revista valiosa, importante, que no ha perdido actualidad, se ha modernizado, además de que siguen escribiendo personas muy distinguidas, políticos, analistas políticos, intelectuales, en fin. Hay realmente una gran variedad extraordinaria en su contenido que sigue siendo un ejemplo y una vanguardia del periodismo nacional.

 

Quítense el letargo, nos pediría hoy el Quijote: Alberto Chimal

¿Qué pasaría si el Quijote viviera en este siglo XXI?

Hay que recordar que el Quijote no es exactamente un héroe, el era un caballero andante, pero la gente que lo rodea no cree en él, piensa que es un loco, un personaje ridículo; sin embargo lo que ocurre a lo largo de la novela, sobre todo en su segunda parte, es que el Quijote, igual que Sancho Panza van desnudando la tontería, la codicia, la venalidad, de alguna manera hacen una critica enorme, una critica feroz de aquella sociedad y nadie sale bien librado.

Si eso ocurriera ahora, si nos encontráramos con una personalidad tan llamativa, y a la vez tan capaz de la crítica como Don Quijote, creo que sería en cierto modo devastador para muchas personas, pero muy necesario. Don Quijote es un personaje que desnuda la falta de imaginación, la cerrazón, la estupidez de la gente; sobre todo esa gente que se cree más encumbrada, más poderosa. Nos vendría muy bien que alguien hiciera en este momento todo eso, un Quijote quizás de otra manera, de hecho tendría que ser de otra manera, pero que nos desnudara, que nos volviera objeto de crítica.

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En muchos casos la figura del Quijote es considerada como un icono, un emblema. Hay gente que lo adopta, que lo utiliza sin pensar en su sentido, que solo lo utilizan como un adorno, como una decoración muy superficial; pero el centro de la personalidad y el valor del Quijote esta no solo en servir como un concentrador de crítica, sino también en su manera de volvernos a presentar el mundo, de recrearlo para volverlo a entender y descubrirlo nosotros mismos, para que no demos nada por sentado de aquello que nos rodea, que es también un serio problema de nuestra época, y no dejarnos llevar por la corriente y preguntarnos cosas, intentar comprender y modificar la situación en la que vivimos.

Por otro lado, si le preguntáramos al propio Alonso Quijano cual seria su mensaje para este siglo XXI, seguro se aventaría un discurso larguísimo, que no cabría en un meme, sería problemático. Algo que podría decirnos, que podría inferir, es que no tenemos que conformarnos con las cosas como están, que no tenemos que aceptar ciegamente aquello que nos viene, dejarnos llevar por la corriente, de tenemos que sacudirnos, despertar de nuestro letargo. Ese sería el mensaje del Quijote para este siglo.

Siempre! y Cervantes, más actuales que nunca: Guillermo Samperio

 ¿Por qué hay la necesidad de retomar los ideales del Quijote?

Primero que nada, Siempre! es una revista que leo desde que estaba muy joven, mi papá la llevaba a la casa, así que empecé a leerla desde hace varias décadas; y ahora soy parte de ella con algunas colaboraciones que hago al suplemento La Cultura en México. Es un medio que ofrece mucha información no sólo a nivel nacional, sino también internacional, que al igual que la novela de Miguel de Cervantes, son un gran valor en la historia mundial.

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No hace mucho volví a leer el Quijote, la edición que decoró aún más la conmemoración de los cuatrocientos años de la del primer libro de la novela de Cervantes, y reafirmé que Miguel de Cervantes Saavedra se encuentra más actual que nunca, al igual que Siempre!, justo en estos tiempos en que la tecnología pareciera rebasarnos en algunas ocasiones, al grado de diluirnos hasta perder nuestra individualidad humana para pasar a ser un conjunto de dígitos computarizados.

Tanto Siempre! como el Quijote a pesar de su modernización, nos sirven para no ser ingeridos por nuestras propias creaciones y por eso recurrimos al viejo mundo que creó Cervantes y don José Pagés, y así poder combatir a nuestros dragones internos sin ser tirados de a locos en el mundo exterior.