Ahora fue en Bangladesh. Un nuevo ataque adjudicado al autodenominado Estado Islámico dejó 26 personas muertas, seis de ellas, eran combatientes suicidas del grupo islamista. El comando terrorista incursionó durante la madrugada del viernes a un restaurante en la capital Dacca, sometiendo a los clientes que se encontraban en el lugar. La policía bengalí intentó negociar con los atacantes, sin lograr ningún resultado al proceso. Doce horas después, las fuerzas especiales realizaron un operativo de rescate, donde al menos dos policías perdieron la vida.

Nueve de las víctimas eran italianas, cuatro hombres y cinco mujeres. También se reportaron a siete japoneses y un estadounidense muertos en el incidente. Según la policía bengalí, los rehenes fueron ejecutados a machetazos. Un ciudadano argentino que trabajaba como chef logró escapar antes de que el comando policial ingresara al lugar. Otras trece personas lograron ser rescatadas, entre ellas un ciudadano japonés y dos ceilaneses. Dos militantes extremistas lograron escapar y uno fue detenido.

Serbia

Mientras tanto, en Serbia, un individuo mató a cinco personas, entre ellas a su propia esposa, e hirió a otras 20. El homicida de 38 años de edad, quien fue detenido, irrumpió disparando un rifle de asalto en una cafetería en la pequeña localidad de Zitiste, a 80 kilómetros al norte de Belgrado. Se cree que la acción fue motivada por celos.

Turquía

Respecto al ataque perpetrado en el Aeropuerto de Estambul el jueves pasado, la policía turca reveló haber detenido a trece personas, entre ellas, a tres extranjeros, relacionados con el atentado. Asimismo, indicó que los tres atacantes que se inmolaron en la terminal aérea procedían “de Rusia, de Uzbekistán y de Kirguistán“,.