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Si queremos nuestra ciudad, debemos demostrarlo.

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¡Nosotros la producimos!

Captura de pantalla 2016-07-23 a la(s) 22.37.56A la larga lista de problemas que se suman a la cadena que provoca las condiciones ambientales adversas en la Ciudad de México, se suma la basura. Según datos proporcionados por la autoridad local, los desechos sólidos producidos diariamente en la capital mexicana ascienden al orden de las 12 mil 893 toneladas. Tal vez esta cantidad bárbara de residuos no sea en sí misma el problema, sino la cantidad de gases tóxicos que provoca, como dióxido de carbono, óxido nitroso y gas metano, el cual es el más peligroso, porque contribuye al calentamiento global de la Tierra. Veamos más estadísticas de la problemática.

Según el Instituto Nacional de Ecología, la basura genera el 16 por ciento de la contaminación en la ciudad de México y la producción de metano de esos desechos representa más de la mitad de lo generado en todo el país, por lo que la capital está colocada en el segundo lugar a escala nacional por ese gas. El primero lo ocupa el Estado de México.

En esta numeralia no se incluyen los desechos de aceites y grasas comestibles que se tiran al suelo o al drenaje, utilizados por industrias medianas y pequeñas, así como por giros comerciales dedicados a la pintura de autos y talleres mecánicos, pequeños restaurantes, fondas y establecimientos informales de comida.

Está documentado que tan sólo en 2012 se recolectaron 722 mil 819 litros de aceite comestible usado. Este tipo de desechos representa un impacto muy negativo para el sistema de desagüe capitalino, porque deteriora sobremanera la infraestructura hidráulica y alcantarillado.

Ahora bien, de las cerca de 13 mil toneladas diarias de desechos que se producen en la ciudad, no se considera otra gran cantidad de basura que no se recolecta y que va a dar directamente a las alcantarillas tapándolas y causando inundaciones durante la etapa de lluvias, como la que vivimos actualmente.

Desde luego que lo más sencillo, al tratar de saber quiénes son los responsables de esta situación, es echarle la culpa a las autoridades del gobierno capitalino y de las 16 delegaciones políticas. Pero esto no sería justo, porque el crecimiento urbano agigantado que vivimos rebasa con mucho la infraestructura de que disponen éstas para dar un servicio de limpia eficiente. Nuevamente veamos la estadística.

El servicio de limpia de las 16 delegaciones políticas cuenta tan sólo con 84 barredoras para la limpieza de vialidades secundarias; sin embargo, y pese a la poca cantidad de estas máquinas, 50 por ciento de ellas está en pésimas condiciones mecánicas.

Asimismo, existen 2 mil 460 camiones para la recolección de basura, y sólo 29 por ciento de ellos son de modelo reciente. Por lo que respecta a la plantilla laboral del servicio de limpia, hacia 2014, 3 mil 488 trabajadores eran voluntarios, es decir, no cuentan con salario y sólo perciben las propinas de los usuarios; 3 mil 213 eran de base y sólo 183 contaban con contratos temporales.

Todo esto nos hace pensar que la ciudadanía toda, es decir cada uno de los que vivimos, caminamos, ocupamos y maltratamos esta ciudad, debemos reconocer que la basura no llueve, ni se genera de una fuente mágica, ni nos llega de un lugar desconocido. ¡Nosotros la producimos! Y en nosotros está la solución o gran parte de ella. Si queremos nuestra ciudad, debemos demostrarlo.

madrazo

 

Secretario general del Partido Verde

Ecologista en la Ciudad de México