Un individuo de origen iraquí fue detenido en la ciudad Lódz, en Polonia, un día antes de que se celebren los actos de la Jornada Mundial de la Juventud, que reunirá a cientos de miles de peregrinos católicos de todo el mundo en Cracovia. Esta detención fue realizada a escasos dos días de la llegada al país del Papa Francisco para participar en el evento.

Aunque el ministro del Interior polaco, Mariusz Blaszczak, aseguró que no hay constancia de que exista amenaza terrorista en Polonia, culpó a las políticas del multiculturalismo como responsable de la situación de la inseguridad que vive Europa. “Para mí no hay duda de que los problemas que ahora enfrentan nuestros vecinos son el resultado de décadas de política de inmigración, de la política del multiculturalismo y de que se ha venido aceptado durante años a inmigrantes de Oriente Medio y Norte de África que no se integran en la sociedad europea”, afirmó el funcionario polaco.

El iraquí permanecerá en detención preventiva los próximos dos meses y podría ser condenado hasta por ocho años de prisión por posesión ilegal de explosivos.

El incidente tiene lugar luego de una serie de ataques en Alemania, país cercano a Polonia, que la semana pasada vivió una ola de violencia. Por una parte, un jihadista hirió a tres personas que viajaban en un tren en el estado sureño de Baviera; otro disparó contra una multitud en un centro comercial en Berlín, matando a nueve personas y un tercero se inmoló con una bomba en las cercanías de un festival musical, también en Baviera. Al menos 15 personas resultaron heridas, tres de ellas se encuentra entre la vida y la muerte. Todo parece indicar que los combatientes islamistas buscan perpetrar sus ataques en concentraciones masivas para causar el mayor daño humano posible.