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Bernal Granados conjunta la precisión del historiador, la claridad del crítico, el despliegue discursivo de un ensayista.

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En la idea de Gabriel Bernal Granados

Gabriel Bernal Granados (1973) es un literato en cuya trayectoria han confluido las complejas labores del corrector, editor, traductor y escritor, autor de Partituras (aforismos); De persiana que se abreSimulacionesSobre una hoja (poesía).

En prosa, entre otros títulos Historia natural de uno mismo, En medio de las dos eternidades, La guerra fue breve, Viaje al país de la errata, Detritos, en el cual el apunte, las divagaciones, los impulsos anímicos que buscan el orden y el reposo en palabras articuladas; los esbozos de textos de largo aliento, las obsesiones temáticas a modo de síntomas de dolencias inexplicables que padece todo lector inveterado e in-agotado (sic), fluyen en la meditación que busca asir la autobiografía anímica y lectora en coexistencia con la vida cotidiana encubierta, de vez en vez, la fantasía propia que nace en el mismo pulso del escritor que funde la imaginación propia con las derivaciones, ya destiladas, del abrevadero de sus lecturas.

En la era del Internet

La imagen del detrito de forma se desdibuja, se reblandece y se transforma en proyectos de escritura que se sostienen como escritura firme en las aguas de la divagación ensayística.

El despliegue se ve en perspectiva; a distancia se observa cómo la escritura fragmentaria es menos sencilla y cómoda de cuanto creen y asumen los noveles escritores que inundan, incendian y vuelven procelosa la lectura de blogs de autor que en un abrir y cerrar de ojos se siguen reproduciendo sin cesar.

Nunca antes en la historia de la humanidad se había escritor tanto como en los tiempos de la Internet; no significa que se estén decantando las escrituras , menos aún que haya más lectores, aun perspicaces artesanos en la extracción de las entrelíneas.

La palabra se usa ahora, se usufructúa como medio de comunicación y camino a la creación literaria con más libertad y, también, con una irreverencia que llega al desparpajo, el cual se justifica a nombre de “hablas”, “jergas” de domino público o privadas. El auge imperante del coloquialismo denota a autores que escriben tanto y a una velocidad que no tienen tiempo de leer.

Bernal Granados conoce los intersticios de esta realidad desde los distintos lugares del proceso editorial. Como traductor ha traducido al español la obra ensayística del escritor estadounidense Guy Davenport (1927-2005) con cuya obra ha convivido dese hace cerca de un cuarto de siglo.

Entre museos, libros y viajes

En su más reciente libro, Anotaciones para una teoría del fracaso Bernal Granados se sumerge en uno de los temas más dilatados y escabrosos que surgen al situarse en el proceso de la creación y la trayectoria de sus autores. Ahora es un tema que las nuevas generaciones proyectan más como crítica y censura en la segunda y tercera personas antes que tomarlo como asidero y rienda para un trayecto especulativo, desde el estilo depurado, no necesariamente usufructuario pragmático como en el caso de un crítico que tiene que dar cuenta de un texto y las vertientes del trabajo de autores.

Designadas de manera retórica estas “anotaciones” son el resultado de muchos años de reflexión sobre un tema que sombrea la vida de todo creador: el fracaso, que puede ser el mayor estímulo para la renovación, la inventiva.

Desde los poetas malditos hasta los pintores expresionistas, algunos de los más fustigados y censurados —pensemos en ese genio, devorado por su propia avidez y radicalidad, Egon Schiele— Bernal Granados conjunta la precisión del historiador, la claridad del crítico, el despliegue discursivo de un ensayista dilecto, que sin aspavientos y en muchos pasajes con modestia comparte con sus lectores su experiencia en las artes; entre los museos, los libros, los viajes (es autor de una vívida crónica de viaje a Italia).

Bernal Granados es uno de nuestros ensayistas más contundentes. Después de leer estas anotaciones se acepta que no es exageración escucharle decir que “me considero de alguna manera uno de los pocos hombres de letras que todavía existen en este país”.

 

Gabriel Bernal Granados, Anotaciones

para una teoría del fracaso, México, FCE, 2016.