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Por sí solo el sistema y las instituciones que se crearán no vendrán a resolver el flagelo de la corrupción.

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Habemus Sistema Nacional Anticorrupción

 

Dejar de luchar, por culpa de la corrupción

que hay en tu alrededor, es como cortarte el

cuello porque hay barro afuera.

Nicolae Lorga

Salió el humo blanco que tanto se esperaba: el Sistema Nacional Anticorrupción por fin fue promulgado por el presidente de la república y ya es ley vigente; se tendrán que dar algunas acciones para poder consolidarlo, pero en la práctica ya tenemos un nuevo cuerpo normativo que tendrá que difundirse para que la ciudadanía en general sepa del alcance y circunstancias de este tan cacareado sistema.

Si bien es cierto que la promulgación y en su caso la puesta en funcionamiento de este sistema apenas arranca, y deberá generarse el nombramiento con la aprobación del Senado de la Fiscalía Anticorrupción y su titular —que dicho sea de paso se ha ofrecido a prominentes y destacados miembros de organizaciones de la sociedad civil, expertos en temas de transparencia y combate a la corrupción, propuesta que ha sido rechazada por el presidente de Transparencia México—. Pero a pesar de ello seguramente veremos un perfil vinculado a la sociedad civil organizada y lejano a los partidos políticos.

perez cuevas

Sin duda esto apenas es el inicio, por sí solo el sistema y las instituciones que se crearan no vendrán a resolver el flagelo de la corrupción, que ha sido demostrado como el cáncer que corroe los diversos niveles e instancias del poder público y que alcanza esferas empresariales y sociales.

Lo primero que tenemos que hacer es un estudio y análisis del paquete de normas que integran esta propuesta de sistema anticorrupción, las nuevas leyes y reformas a códigos y otras normas que en conjunto suman siete y, una vez que ya estemos inmersos en esto, hay que esperar a que se repliquen y aprueben los sistemas anticorrupción de las entidades federativas, es decir aún falta algo de tiempo para que la reforma integral sea aplicada en su totalidad; el grave problema es que los casos de corrupción siguen sucediendo en total impunidad.

Este sistema se basa sobre cuatro grandes principios que se tendrán que aplicar: coordinación, prevención, control y sanción.

Coordinación: entre actores sociales, autoridades de todos los órdenes de gobierno, para prevenir, investigar y sancionar la corrupción, mediante un comité coordinador, cuyo titular será un ciudadano.

Prevención: que tendrá que ver con la creación de códigos de ética y programas para desincentivar los actos de corrupción.

Control: para lograr una eficaz y eficiente rendición de cuentas y controles de transparencia.

Sanción: logar que los actos de corrupción no queden en la impunidad, se lleven a proceso y sean sancionados, además de recuperar los recursos económicos.

En fin, aún falta mucho por ver y mucho trabajo por realizar, pero una vez promulgada la reforma constitucional podemos afirmar con toda contundencia que “habemus Sistema Nacional Anticorrupción”, esperemos que sirva.

 

@perezcuevasmx

perezcuevasmx@gmail.com