Normalmente se sabía que los espías no se dejaban ver por nadie. Al parecer esto está cambiando en Rusia, uno de los países donde el servicio secreto ha sido contundente para sus propósitos estratégicos a lo largo de su historia. Esta semana, a un grupo de egresados del servicio de seguridad ruso de la Federal Security Service (FSB) se les ocurrió salir a festejar su graduación. El problema no fue tanto la celebración, sino cómo lo hicieron. Los nuevos agentes secretos salieron en grupo a bordo de una caravana de lujosos Mercedes por la calles principales de Moscú. Tal vez tampoco esto no hubiera sido tan delicado, pero sí el que se hayan expuesto a ser fotografiados y filmados por miles de transeúntes moscovitas y extranjeros que se encontraron a su paso. Con el fino arte del espionaje aprendido, también bloquearon el tráfico, hicieron sonar las bocinas y se colgaban de las ventanas para filmarse unos a otros con sus teléfonos celulares. Se habla incluso de que fueron millones de personas las que pudieron levantar las imágenes de estos nuevos reclutas del servicio secreto, no tan secreto, que ahora podrían ser castigados o incluso, apartados definitivamente del trabajo por sus superiores tras haber pasado cuatro años de estudios y entrenamiento.

“Durante esos cuatro años, todos ellos habían aprendido lo que significa la conspiración y los principios éticos de su trabajo; eso es no revelar secretos a nadie”, dijo el furibundo mayor retirado Alexander Mijailov al diario Komsomolskaya Pravda. “Fue una acción pomposa y arrogante, si es así como quieren iniciar su carrera, sencillamente no llegarán a ningún lugar”, agregó.

El grupo de nuevos espías mostró claramente sus rostros, lo cual fue considerado como un “regalo para las agencias secretas rivales del Kremlin”. Ahora, estos jóvenes podrían enfrentar cargos de traición, que afortunadamente para ellos no implica la pena de muerte, pues Rusia la levantó durante el gobierno del presidente Boris Yeltsin, como una prerrogativa para su adhesión al Consejo de Europa.

Foto: Reuters