Una pifia más se sumó al palmarés político de Silvano Aureoles. De cara al proceso electoral del 2018, el gobernador de Michoacán señaló que se ve como uno de los posibles candidatos para ir por la Presidencia de México. Sin embargo, al interior de su propio partido, el PRD, generó burlas espontáneas y un sinfín de críticas cupulares. El mandatario estatal, advierten, no ha podido con su estado y menos podrá con una dura contienda electoral.

La notoriedad mediática a nivel nacional de Silvano Aureoles se la ha ganado a pulso, a través de “tropezones” propios o de sus allegados, que han sido severamente cuestionados hasta por cuadros distinguidos de su partido. Los malos manejos de las finanzas públicas, sus lujos, sus idilios con jóvenes mujeres y hasta las borracheras, han sido un distintivo del nuevo destapado.

En la capital del país, Aureoles dijo que no se descarta como el próximo candidato del PRD para ser titular del Ejecutivo Federal, y pidió al Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, que se afilie al PRD “para tener piso parejo y le dé identidad al proyecto”.

Pero, ¿qué tanto le convendría a su partido abanderar a Silvano Aureoles, si desde su campaña el escándalo desdibujó su imagen personal y política? Tan sólo hay que recordar las críticas que recibió cuando su cierre de campaña se vio opacado por el uso excesivo de helicópteros en los que arribaron gobernadores y colegas del perredista.

O qué decir de las fotografías donde Silvano Aureoles se mostraba cariñoso con una joven de nombre Brenda Landa que resultó tener antecedentes penales por pertenecer, supuestamente, a una banda de secuestradores que operaba en cuatro estados.

Silvano Aureoles

Sin importarle el bullicio a su alrededor, el gobernador michoacano adelantó que en meses iniciará un recorrido por todo el país para fortalecer al PRD; dicho en otras palabras, lo que Aureoles quiso decir “es que en breve iniciará su precampaña y candidateo”.

Tal vez, el mandatario cree que el cobijo del presidente Enrique Peña Nieto es suficiente, pues desde su campaña a la gubernatura de Michoacán se rumoró la cercanía que Aureoles tenía con el Presidente de la República.

Lo anterior podría ennegrecer aún más la posible postulación de Aureoles, pues de poca ayuda sería la desgastada imagen de Peña Nieto que ha sido rebasada por la operatividad efectiva de un secretario de Gobernación como Miguel Ángel Osorio Chong, también considerado el “bombero atómico de esta administración federal”, al resolver y encarar  los problemas más álgidos del país.

La relación estrecha entre el presidente Peña Nieto y Silvano ha sido repudiada por liderazgos del PRD, como el ex presidente nacional de esa institución, Agustín Basave, quien aseguró que Silvano Aureoles era la carta priista del PRD para jugar la Presidencia en el 2018 y que de lograr el triunfo, “el PRI ganaría caminando”.

Los dichos de Basave podrían no ser tan descabellados, sobre todo si se toma en cuenta que el gobernador michoacano votó a favor como diputado federal de la Reforma Educativa, que hoy en día tiene convulsionado al país por el movimiento magisterial y la violencia que se ha desatado.

A los errores a título personal de Aureoles, se le suman los de su equipo de trabajo, como es José Martín Godoy Castro, procurador de Justicia del Estado, funcionario que llegó a Michoacán con Alfredo Castillo y la Comisión para el Desarrollo Integral de Michoacán, rechazada por sus excesos en voz de la mayoría de los michoacanos.

Godoy Castro, al igual que Castillo, fueron señalados por su presunto nexo con grupos armados de la Tierra Caliente michoacana que se ostentaban como autodefensas y que, más tarde, serían acusados por la PGJE de ser los responsables de la violencia propagada en esa zona del estado durante el 2016.

La decisión de que Godoy Castro se mantenga al frente de la PGJE en el gobierno silvanista llama la atención, pues el grupo armado conocido como “Los Viagras” lo relaciona con el delincuente más buscado del país: Nemesio Oseguera “El Mencho”, líder del Cartel Jalisco Nueva Generación.

El despilfarro de Aureoles a través del uso excesivo de helicópteros ha sido objeto de severos reclamos por los michoacanos, quienes no aprueban que su gobernador destine 17 millones de pesos al mes en la renta de aeronaves; como tampoco aprueban que el costoso medio de transporte se utilice para privilegiar a las celebridades que desfilaron por Morelia durante la visita del Papa Francisco como ocurrió con la cantante Belinda.

 

Belinda

El tema de las finanzas también ha sido reprochado por el sector empresarial que, apenas en junio pasado, acusó al mandatario de un endeudamiento con los proveedores de servicios al gobierno michoacano por el orden de los 100 millones de pesos. Además señaló que en 17 empresas al menos mil empleos se han perdido por la falta de solvencia para liquidar salarios.

Uno de los últimos actos en donde fue exhibido el perredista fue durante la inauguración de la Expo Feria Ganadera 2016, en mayo pasado, cuando en estado de ebriedad rompió el protocolo y en una convivencia con funcionarios y medios de comunicación demostró que no canta mal las rancheras; al ritmo de un grupo norteño y con un lenguaje despreocupado el mandatario entretuvo a su público.

Luego de la interpretación musical, el gobernador montó a caballo para dar un recorrido en el recinto ferial donde se hizo acompañar por una joven de 20 años a quien le plantó un beso en la mejilla frente a cientos de espectadores.

Estas historias y otras más han manchado visiblemente la estampa del gobernador Silvano Aureoles. Aún sin los constantes deslices, las probabilidades del excéntrico mandatario para ser el candidato del PRD a la Presidencia de México son lejanas, pero en la guerra, en el amor y en la política, todo se vale… soñar también.