El carisma de la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, es el “as” bajo la manga de la virtual candidata a la presidencia, Hillary Clinton quien, en su intento por llegar a gobernar al país más poderoso del mundo, cuenta con todo el respaldo político y moral de la esposa del presidente Barack Obama.

Obtener el espaldarazo de Michelle Obama le abre más posibilidades de lograr la presidencia, pues el liderazgo de la reconocida abogada estadounidense servirá a Clinton para alcanzar un nivel mayor de popularidad, prestigio y simpatía con los votantes.

Michelle Obama había sugerido su preferencia hacia las aspiraciones políticas que persigue la esposa del ex presidente Bill Clinton, pero fue durante la Convención Nacional Demócrata 2016, donde la primera dama decretó oficialmente que todo su apoyo va a la candidatura de Hillary.

“Solo hay una persona que creo que está realmente calificada para ser presidente de Estados Unidos y es nuestra amiga, Hillary Clinton (…) Estoy con ella”, afirmó sin rodeos Michelle Obama ante los asistentes. Pero además, Obama instó a los delegados partidistas que se pongan a trabajar para lograr que la ex secretaria de Estado gobierne al país.

Sin mencionar su nombre, Michelle arremetió en contra del candidato republicano Donald Trump al pedir a los electores que no dejaran que nadie les dijera que Estados Unidos no es un país grande.

Las razones de Michelle Obama para apoyar la postulación de la ex senadora son simples: Hillary Clinton se ha comprometido a dar continuidad a las reformas y proyectos propuestos por Barack Obama, como es el tema migratorio y las nuevas relaciones diplomáticas con Cuba e Irán.

Clinton requiere el apoyo de los Obama, así como la familia presidencial necesita que la candidata demócrata sea la sucesora de la Casa Blanca para respetar los logros políticos alcanzados en los últimos 8 años.

Caso contrario el del candidato republicano, Donald Trump, quien de ganar la presidencia seguramente revertiría algunas de las acciones más emblemáticas y aplaudidas del primer presidente de descendencia afroamericana.

Aunque Donald Trump y Hillary Clinton compiten reñidamente por la presidencia de los Estados Unidos, -encuestas los colocan con similar porcentaje de preferencia electoral- ninguno de los dos figura como un candidato con el que el electorado se sienta satisfecho, revela un sondeo realizado por la empresa Centra Pew.

Michelle Obama, con el discurso lanzado, se ganó el cariño, respeto y admiración de los habitantes estadunidenses. El panorama para Hillary Clinton podría ser favorable y ganarse el voto de diversos sectores a los que, sin el apoyo del matrimonio Obama, difícilmente llegaría.

La reputación de Barack Obama, que actualmente cuenta con el refrendo del 53 % de los pobladores de Estados Unidos -refiere la encuesta de Central Pew-, será de gran ayuda para Hillary Clinton, quien se percibe como la posible presidenta de continuidad de los éxitos del presidente demócrata.

En resumen, Hillary Clinton tiene todo para lograr su regreso a la Casa Blanca, aunque no se le considera una excelente oradora, sus palabras son convincentes y sensatas; no posee simpatía, pero tiene de su lado a los Obama; es mayormente conocida por ser la esposa del ex presidente Clinton, pero ostenta una carrera política que la avala.

La mayor ventaja que posee Clinton para convertirse en la primer mujer presidenta de los Estados Unidos, es tener como su más fuerte opositor a un personaje empresarial que, sin nociones de discurso político, ha sabido ganarse a pulso el repudio de la mayoría de los inmigrantes y la comunidad hispana que radica en Estados Unidos.