Este lunes, el primer día del periodo vacacional, se registraron cinco asesinatos en el estado de Guerrero, en el que la criminalidad no cesa e intenta golpear las finanzas de esa entidad, cuando lo cierto es que debe ser el Estado, el que debilite las operaciones de los cárteles y grupos delincuenciales que azotan gran parte de ese territorio mexicano.

A diferencia de otros estados de la República dominados también por el narco y dónde declaran una “tregua vacacional”, en Guerrero la cruenta insurrección es tal, que se puede asegurar, están completamente desquiciados y totalmente fuera de control.

Tan solo de enero a mayo, se han registrado 857 homicidios dolosos, lo que representa un aproximado de 171 por mes, 5.7 por día o lo que es igual, uno cada cuatro horas, de acuerdo al Índice de Delitos del Fuero Común por Estados del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

En el mismo periodo pero del año anterior 2015, hubo 802 asesinatos con las mismas características de ejecución; es decir, 55 homicidios dolosos menos, que en cálculo son 160.4 por mes o 5.3 por día, revelan las cifras del SESNSP.

El problema mayor es que la violencia no se detiene y cada vez pareciera que están más fortalecidos los grupos del crimen organizado, ante la debilidad de las instituciones. Desafortunadamente así es, aunque lo deseable sería tener instituciones sólidas, ante disminuidos delincuentes.

Por cuarto año consecutivo, el puerto de Acapulco es el municipio de México con la mayor tasa elevada de violencia del país con hasta 104.62 asesinatos en un periodo de medición, que representaron 7 veces más que la media nacional, informó el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal A.C.

acapulco

De acuerdo al informe más reciente “La Violencia en los Municipios de México”, de los 20 lugares con las tasas más elevadas de homicidios, cinco corresponden al estado de Guerrero y el gobernador Héctor Astudillo lo sabe.

El paradisiaco puerto de Acapulco registró tan solo en 2015 más de 229 ejecuciones en la misma escala, con lo cual fue evaluado con 72.70 puntos de violencia y no es para menos esa calificación cuando se escuchan este tipo de testimonios donde el crimen organizado ha arrasado con familias completas.

Acapulco incluso, desplazó a Cuernavaca, Morelos, del primero al tercer sitio que había obtenido en 2014 y en donde ese fenómeno también ha alcanzado al turismo, víctimas inevitables de los cárteles y subcárteles.

El alto Índice de Violencia en Acapulco también ha victimizado al sector empresarial como lo ha señalado insistentemente Joaquín Badillo, especialista en seguridad y empresario en el ramo.