Los puños negros volvieron a levantarse. Los Panteras Negras saldrán a las calles como lo hicieran en los años setentas… ¡pero esta vez con armas! Al menos así lo han advertido ante la cercanía de la Convención del Partido Republicano, que se celebrará la próxima semana en Cleveland, Ohio. Esto, ante la violencia que ha sufrido la población afroamericana que, incluso, hace unas semanas llevó a un francotirador a vengar las muertes de dos ciudadanos negros, durante una marcha realizada en Dallas, Texas.

Por supuesto que esta situación no le agrada a las autoridades, pero es algo que curiosamente está permitido. El alcalde de Cleveland, Frank Jackson, lo sabe y es por eso que le preocupa los huecos que ha dejado la ley al permitir el uso de armas no sólo en el estado de Ohio, sino en la Unión Americana por completo.

“Nuestra misión es cumplir la ley. Si la ley dice que se pueden llevar armas, eso es lo que dice. Que yo esté de acuerdo o no, es otra cosa”, señaló Jackson en un conferencia de prensa.

Si usted viviera en el estado de Ohio podría poseer armas tranquilamente y sin problemas, pues no se requiere de un permiso especial, a menos que vaya a portarla todo el tiempo consigo. Para comprar un arma (pistola, rifle de asalto, escopeta, etcétera) se requiere ser mayor de 21 años; aunque se han dado casos en que individuos de 18 años, la han podido adquirir. La venta de armas no está permitida a los prófugo de la justicia o a quienes han sido convicto por un delito grave, tampoco a los adictos a las drogas o al alcohol, y menos a quienes tengan o padezcan enfermedades mentales.

Los militantes del movimiento afroamericano aprovecharán esta posibilidad como una prevención a posibles ataques desencadenados durante la cercana Convención Republicana. Ellos temen que los ánimos se exalten cuando Donald Trump sea electo como candidato a la Casa Blanca y que el momento sea aprovechado por grupos supremacistas para atacarlos.

Estos Panteras Negras guardan una fuerte similitud con sus homólogos del siglo pasado. En esa ocasión, esta organización de extrema izquierda luchó por los valores de la población afroamericana, la cual estaba sometida a la segregación racial, la desigualdad y la violencia policial. El FBI llegó incluso de considerarlos como “la mayor amenaza interna del país”. Su resurgimiento nuevamente tiene que ver con la violencia policial y coincide con el fervor nacionalista que ha desencadenado la campaña derechista de Donald Trump.