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No creo que de la noche a la mañana se puedan resolver los problemas.
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Entrevista a Eduardo Bohórquez | Director ejecutivo de Transparencia Mexicana
Paulina Figueroa
México es el sexto país con mayor percepción de corrupción entre 57 países consultados, según la Encuesta Global de Fraude, de la firma Ernst & Young. Por arriba se encuentran países como Brasil, Ucrania, Tailandia, Nigeria y Kenia.
Ante la falta de leyes que castiguen actos de corrupción de servidores públicos y particulares, un grupo de ciudadanos y organizaciones buscaron reunir 120 mil firmas para presentar una iniciativa ciudadana de ley: Ley General de Responsabilidades Administrativas, conocida como ley 3de3, que se incluiría en el nuevo Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).
A sólo dos meses de haber lanzado la convocatoria, más de 50 agrupaciones de la sociedad civil fungieron como canal mediante el cual 634 mil 143 ciudadanos expresaron su hartazgo y arroparon, mediante su firma, un alto al “cáncer social”.
El 27 de mayo de 2015 se publicó la reforma constitucional que creó el SNA como instancia de coordinación entre autoridades de todos los órdenes del gobierno. En el periodo extraordinario de la LXII Legislatura, se aprobaron siete paquetes de legislación secundaria para prevenir y combatir este gran mal.
En el marco de la renuncia del secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade, el 18 de julio, el presidente Enrique Peña Nieto promulgó las leyes que dan origen al nuevo SNA, tras las inconformidades que presentó la iniciativa privada. El sistema anticorrupción tiene como objetivo detectar y sancionar las faltas administrativas, así como los actos de corrupción de servidores públicos y particulares.
El presidente Peña Nieto indicó que la corrupción es un reto mayor que requiere acciones de la sociedad y de las instituciones. Aseguró que si se desea recuperar la confianza ciudadana es necesario ser autocríticos: “tenemos que vernos en el espejo empezando por el propio presidente de la república”.
En un acto inédito, pidió perdón por el escándalo en 2014 de la llamada casa blanca, una propiedad valuada en más de 7 millones de dólares, y admitió que ese caso causó gran indignación y afectó la confianza en el gobierno. Sin embargó, indicó que no violó la ley y prometió redoblar esfuerzos para combatir la corrupción en México.
Por su parte, el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Arturo Zaldívar destacó que la promulgación del SNA debe marcar el inicio de una nueva etapa y que el Poder Judicial adquiere tres compromisos: combate a la corrupción y a la impunidad, interpretar las leyes y aplicarlas de tal manera que sean efectivas, y sumar una alianza con la sociedad para escuchar sus demandas y construir soluciones.

Se abre una nueva etapa
Ante la incertidumbre y cuestionamientos que se hacen los mexicanos sobre el nuevo SNA, Eduardo Bohórquez, director ejecutivo de Transparencia Mexicana, habló para Siempre! sobre los mecanismos de implementación y dejó en claro que nunca le ofrecieron la Secretaría de la Función Pública, aunque su postura sería rechazarla.
¿Qué expectativas se tienen con la entrada en vigor del SNA, que fue muy celebrado por el primer mandatario?
Y por muchos de nosotros en la comunidad académica, en la sociedad civil, porque sí es un cambio de paradigma con respecto a lo que estábamos haciendo como país en materia de corrupción. No se deposita en una sola persona o institución la responsabilidad de compartir este tema, y sienta las bases para un paquete más apto de reformas y de cambios institucionales. Lo que se publicó fueron las primeras siete leyes de un paquete legislativo, que podrían llegar a 22, a partir de septiembre de este año, y en los próximos periodos ordinarios de sesiones tendrá que adecuarse en los ámbitos estatales y municipal. Abre la puerta a una serie de reformas en muchos temas que ya están en la agenda pública, como el registro público de la propiedad, la ley de obra, la ley de adquisiciones. Es una etapa muy interesante tanto en el ámbito de investigación y sanción.
¿Existen los instrumentos necesarios para que se concrete una buena implementación del sistema anticorrupción?
La implementación siempre es el brinco más difícil entre la parte legislativa y la vida cotidiana, pero tengo la impresión de que el SNA tiene una serie de mecanismos que lo que buscan es que se aprenda muy rápido de los errores, nadie espera un sistema perfecto y que resuelva al instante los problemas del país. Lo que sí esperamos es que sea un sistema que, desde el primer año, haga un balance de lo que funciona y lo que no. Diría que además hay un número de objetivos muy distintos a los que teníamos, antes se discutía mucho el desempeño de las instituciones vinculadas con el tema por volúmenes estadísticos, y con el SNA hay una instrucción muy diferente: además de prevenir la corrupción, a este sistema se le está pidiendo que desmantele redes de corrupción que están operando en el ámbito federal o en cualquiera de los poderes; cada año podremos revisar cuántas redes de corrupción se han desmantelado y qué resultados han dado de forma colectiva.
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Es inusual que el Ejecutivo federal haya pedido un disculpa pública.
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Gesto político de Virgilio Andrade
¿Con este nuevo sistema anticorrupción casos como los de Javier Duarte, César Duarte o Roberto Borge ya no pueden quedar impunes?
Las resistencias que han tenido los congresos y los gobiernos de Quintana Roo, Veracruz y Chihuahua alrededor del nuevo sistema anticorrupción hacen pensar que se tienen muchas más herramientas y mecanismos para investigar con mayor solidez estos casos y otros que estén vinculados con estas administraciones.
Por supuesto que un sistema anticorrupción no depende sólo de lo que se haga en el ámbito federal, también debe ajustarse a los marcos locales y, como se ha dicho, los estados y congresos en esas entidades federativas han puesto resistencia.
El SNA ofrece muchas más herramientas para hacer mejores investigaciones, da mucha mayor certeza jurídica al trabajo de la Auditoría Superior de la Federación y dará elementos a una fiscalía anticorrupción o nueva Secretaría de la Función Pública para hacer investigaciones puntuales.
Los mandatarios mencionados no han sido aún acusados por ninguna autoridad de algún ilícito, salvo el caso del Servicio de Administración Tributaria, que está revisando las empresas fantasma en Veracruz, pero hay que esperar a que haya un proceso judicial en forma porque estaríamos en un error si en lugar de investigar apropiadamente prejuzgamos la posible responsabilidad del mandatario.
¿Qué señal da la renuncia de Virgilio Andrade el mismo día que promulgaron las leyes que dan origen al SNA?
Es un gesto político y hay que reconocerlo como tal, lo que está haciendo Virgilio Andrade es dar un espacio para que se pueda nombrar un nuevo secretario de la Función Pública, tal vez ratificado por el Senado de la República y que el nuevo sistema anticorrupción no cargue ningún lastre y no tenga ninguna consideración previa a su nacimiento. Es un gesto político que hay que reconocer.
¿Cómo percibe el hecho de que el presidente Peña Nieto haya pedido perdón por el tema de la casa blanca?
Es inusual que el Ejecutivo federal haya pedido un disculpa pública, me queda claro que en los sistemas presidenciales esto no es algo frecuente, y en el sistema presidencialista mexicano, mucho menos. Además el perdón que está pidiendo es muy particular, porque reconoce que ha puesto en una situación muy complicada al país, a su gobierno y ha dañado la envestidura presidencial; es de una naturaleza muy distinta a las explicaciones que se dieron algunos meses alrededor de la investigación de la casa blanca.
Tengo la impresión de que nuevamente, con este tema, el Ejecutivo federal lo que está buscando es que el nuevo sistema anticorrupción nazca bien y nazca sin ataduras al pasado. Esto cierra la puerta para que haya una sociedad exigente y crítica de su gestión y seguirá así hasta los últimos días de la administración.
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La implementación es el brinco más difícil entre la parte legislativa y la vida cotidiana.
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Aún faltan 22 leyes
Lo que ustedes estaban impulsando con la ley 3de3, ¿se cumplió en su totalidad o quedan cosas pendientes?
Toda la iniciativa ciudadana fue atendida y analizada, es la primera iniciativa ciudadana en la historia del país que no sólo se dictamina, sino que se vota y se promulga. Estaremos atentos a lo que haga el Comité de Participación Ciudadana para verificar cuáles son los formatos que se utilizarán para cumplir con la obligación de presentar las tres declaraciones y hacerlas públicas, como quedó en el articulo 29. Como sociedad civil estamos obligados a estar insatisfechos, la naturaleza de la sociedad es una insatisfacción que mueve a ambicionar nuevas agendas y nuevos temas, estamos preparados para que, a partir del primero de septiembre, haya un nuevo paquete de reformas anticorrupción en materia de obra pública, de adquisiciones del registro público de la propiedad; ésa es la naturaleza de la sociedad civil, mantener un espíritu crítico y de exigencia hacia el gobierno.
¿Observa resistencias por parte de la clase política en el tema de transparencia y rendición de cuentas?
Lo que vetó el Presidente fue el artículo 32 que propusieron los propios senadores. En el caso de la Cámara de Diputados, no se vetó la iniciativa ciudadana ley 3de3, vetó la propuesta que hizo el propio Legislativo en el 32, que a toda luces no tenía viabilidad y no era un asunto meditado.
En todo gobierno hay resistencias, pero también hay aliados, ha habido muchos legisladores y funcionarios públicos que están defendiendo esta agenda como si fuera propia, no solamente tomaron la iniciativa ciudadana y la hicieron suya sino que la defendieron en los espacios legislativos. Hay muchos servidores públicos en el Ejecutivo que están interesados en que el país le dé la vuelta a este terrible problema de la corrupción e impunidad.
¿Cuál es el principal mito en torno al sistema anticorrupción? ¿Se piensa que por sí solo va a terminar con el mal del país?
No creo que nadie piense eso, están las primeras siete leyes, pero faltan 22 que tienen que ser incluidas. Sabemos que comienza un proceso de implementación en el Ejecutivo federal, falta instalar el comité de participación ciudadana, falta designar un nuevo fiscal anticorrupción y un nuevo secretario de la Función Pública. Estamos muy conscientes de que éste es el trabajo de una generación y no podemos ceder ni un minuto en la tarea de construir un auténtico sistema anticorrupción.
No creo que de la noche a la mañana se puedan resolver los problemas, se tiene que articular con otros subsistemas: el Sistema Nacional de Transparencia, el Sistema Nacional de Fiscalización y Control. Aquí no hay ni balas de plata ni fórmulas mágicas.

