Entrevista a Ulises Ruiz | Exgobernador de Oaxaca
Por Irma Ortiz
Si el PRI quiere volver a recuperar la confianza de la militancia y de los mexicanos, deberá romper paradigmas que ya no funcionan en el país, advierte el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, quien en los últimos días alzó la voz para inconformarse por el proceso por el que fue nombrado el nuevo dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa, sin que se diera una consulta a la militancia que legitimara su nombramiento.
Ahora, asegura a Siempre! el exdelegado del PRI en Quintana Roo, hay que dar vuelta a la hoja y preparar el camino para la Asamblea Nacional del partido, pero no debe ser “a modo”, ni donde se reduzcan los espacios de discusión interna a “prácticamente una cúpula”, sino discutir incluso políticas públicas que han provocado el retiro de la confianza no sólo de los mexicanos sino de la militancia priista, apunta.
Ruiz Ortiz asegura que no hay controversias con José Murat, ni sus recientes protestas obedecen a la búsqueda de un puesto.
¿El arribo de Enrique Ochoa a la dirigencia del PRI es repetir errores del pasado?, ¿es el hombre del presidente?
Hemos señalado y hemos presentado documentos al comité nacional, a Carolina Monroy, haciendo la reflexión luego de los resultados de junio, que no fueron buenos, de que el PRI requería de un “sacudidón” como he dicho, de mover a la militancia en las 32 entidades y qué mejor si era para elegir al presidente del CEN. En las condiciones críticas en las que está el partido, se requiere un presidente con mucho respaldo de la militancia.
Presentamos documentos, solicitamos que la elección del presidente fuera de consulta a la militancia. No nos hicieron caso, se lo dijimos a Enrique Ochoa, no sucedió, no se declaró. Este martes se hizo la elección por el consejo político, en una elección tradicional y se perdió la oportunidad de tener un presidente fuertemente legitimado por la militancia.
Démosle la vuelta al asunto, ahora preparamos una serie de documentos en donde muchos compañeros del PRI simpatizan con estas propuestas, rumbo a la Asamblea Nacional.
Enrique incluso ya mencionaba la Asamblea Nacional del partido, y me parece que ésta tiene que ser inmediata, el tiempo que se lleve su organización. Debe ser una asamblea muy abierta, como la que hizo Luis Donaldo Colosio, donde participaron más de 20 mil delegados electos en las 32 entidades del país y donde hubo un amplio debate sobre temas nacionales, temas que tienen que ver con los mexicanos, sobre la ideología, los mecanismos de selección interna y la oferta a los mexicanos.
No a una Asamblea Nacional a modo
No creemos en una asamblea a modo. La Asamblea pasada redujo los órganos de dirección del partido así como el consejo político y la comisión política permanente, que eran espacios de discusión interna.
Se toman decisiones importantes para el priismo nacional y no estamos de acuerdo en que se cierren esos espacios a prácticamente una cúpula. Es parte de la inconformidad del pasado junio, no sólo el rechazo a políticas públicas con las que no están de acuerdo los mexicanos sino también la militancia, que clama una participación más directa en la selección interna de dirigentes, de candidatos de todos los niveles.
Vamos a participar institucionalmente. Esperamos que Enrique Ochoa tenga esa apertura para escuchar, para recibir propuestas, que no vamos a resolver ni ellos ni nosotros, se van a discutir temas como la pobreza. Un país con 60 millones de pobres es un país que está reprobado en su política económica; 30 años de neoliberalismo y 60 millones de pobres, estamos reprobados y hay que buscar alternativas.
Buscar un cambio radical en la política social que no sólo detenga el aumento de la pobreza, sino que la revierta. Hay que modificar la economía, no está dando los resultados y el PRI se ha caracterizado por adaptarse a la realidad nacional y por entender los mensajes de la ciudadanía. No veo por qué no hacerlo en la próxima Asamblea Nacional.

Entrevista a Ulises Ruiz | Exgobernador de Oaxaca
Hay que ver los mecanismos, cómo nos vamos a organizar, cómo priorizar los procesos internos, el PRI no se puede cerrar. Hubo un tiempo en que no había candados, requisitos para aspirar a cargos de elección popular. En ese tiempo se discutió mucho por los candados. Los vemos para garantizar experiencias de quienes quieren gobernar, que quieren cargos de elección popular. Qué mejor que tengan otras experiencias de dirigencia, de elección popular, para hacer un mejor papel y, cuando no se reúnan los requisitos, si la mejor opción para el PRI es postular a esos candidatos, pero no al revés, como hoy se hace, que se prioriza esto y se hace a un lado a la militancia del PRI.
No digo que la consulta directa se tenga que aplicar en todos los espacios del partido, pues los espacios están muy competidos y hay compañeros con méritos suficientes, pero existen instrumentos técnicos, encuestas…, pero no esperemos a que sea un solo hombre quien decida como se decidía cuando éramos partido único y funcionaba.
Hoy las cosas no son así, tenemos rechazo de la militancia por las imposiciones. Hay que entender el mensaje de junio pasado: gran parte de las políticas públicas no les están gustando a la población y tenemos que adaptarlas, discutirlas y, si es necesario, cambiarlas.
Hoy pareciera que hablar de corrupción es hablar del PRI… Ochoa Reza ha señalado que la combatirá.
El asunto de la corrupción no se circunscribe a una o dos entidades, es como tiene que comportarse el partido aplaudiendo logros de los gobiernos emanados del PRI cuando benefician a la ciudadanía, pero también señalando los errores. En este caso, abarca presidentes municipales, regidores, diputados locales, federales, gobernadores del estado, miembros del gabinete presidencial que sean del PRI y el mismo presidente de la república.
El PRI tiene que acompañar a su gobierno en las buenas acciones que den resultados a la ciudadanía y ser vigilante del buen actuar de los funcionarios públicos, señalarlos, y si caen en actos de corrupción, expulsarlos. Seguir los procedimientos administrativos, pues se manejan recursos públicos y son de los mexicanos. El PRI tiene que agarrar por los cuernos este asunto e ir a fondo en el combate a la corrupción, porque eso hará mejor política pública a los mexicanos y dará mejores resultados.
Estamos al límite
En la Asamblea de Luis Donaldo se modificó en gran parte el rumbo ideológico del partido, se discutieron temas que no se tenían y tuvo un enorme éxito, participó la militancia, discutió. ¿Qué sucedió? que empezamos a cerrarnos y fuimos a un proceso interno presidencial donde había ya una definición y aun así llegamos con el 34% de la preferencia, pero perdimos las elecciones presidenciales.
Esos errores, esas imposiciones…, no se respetó a la militancia en los procesos internos y en las políticas públicas. Si no cambiamos, la gente nos cambia, estamos en el límite.
Insisto, hubiera sido una oportunidad espléndida para que el dirigente del partido hubiera llegado apoyado por 5, 4, 6 millones de militantes que tenemos en el país. Un presidente sólido para ir por esos cambios; no se dio, tampoco vamos a insistir, ni vamos a golpear. Tengo respeto por Enrique Ochoa, no hay nada personal, pero creo que perdimos esa oportunidad.
Vamos a la siguiente etapa que es la fundamental: la Asamblea Nacional, esperemos que haya una gran apertura de Enrique hacia esta Asamblea, sea muy amplia como la de Colosio y se toquen temas no a modo, que te los receten los funcionarios públicos del gobierno de la república, sino que sean temas que la militancia discuta. Hay que ajustar el rumbo del partido.
Los mensajes son claros: cuando uno falla, la gente lo nota, lo anota y ése es el resultado del 5 de junio. Hay que revertir ese proceso, mejorar esa oferta, recuperar el rumbo ideológico que se ha perdido en gran parte. Recuperar las grandes causas nacionales con la que el PRI siempre fue cercano y ahora se ha alejado, si hacemos estos ajustes podríamos recuperar nuevamente la confianza.
¿Les preocupa que sea una cúpula la que maneje las elecciones presidenciales, las del Estado de México, que se decida en Los Pinos, en Hacienda, y no en el PRI?
Será parte de la discusión de los procesos internos del partido, tanto la elección de dirigentes como de candidatos, no sólo en la participación de la militancia. Hay instrumentos que ayudan al PRI a perfilar las decisiones. Siempre he dicho que es más fácil hacerse amigo de un candidato, que hacer a un amigo candidato y… da buenos resultados.
Me acusan de que en Oaxaca impuse a Eviel, no, él ganó todas las encuestas —se hicieron 7 en la interna— y Eviel iba muy cerrado con el entonces senador Adolfo Toledo Infanzón. Los demás aspirantes quedaron muy abajo, pero fueron las encuestas electorales, en ese entonces, las que definieron la candidatura.
Los candidatos deben estar comprometidos con la gente, no con quien los pone, y si los pone la militancia deberán estar comprometidos con ésta. Son paradigmas que ya no funcionan en este país, que ya no le están funcionando al partido, y que tengamos una oferta real, adaptada a las condiciones que vivimos y recuperar la confianza de los mexicanos.
No hay controversia con Murat
Usted ha alborotado el gallinero y sus declaraciones han levantado roncha. Algunos señalan que es parte de la eterna controversia con José Murat —le atribuyen la paternidad de Ochoa Reza como dirigente del PRI— y otros más aseguran que sólo está buscando un puesto; ¿qué responde?
Tengo un gran respeto por Enrique Ochoa, lo conocí cuando Murat era gobernador, fuimos a Nueva York, yo iba como senador de la república. Estudiaban juntos Alejandro, Ochoa y otro compañero que se apellida Meixueiro (Gustavo), incluso Alejandro tenía una pequeña beca del estado que, incluso a mí, me toca prorrogarla.
No tengo ningún señalamiento. Enrique es una gente muy preparada, muy capaz, ha sido un extraordinario alumno; discípulo de Joseph Stiglitz, el premio Nobel de Economía, y un burócrata en toda la talla.
Eso no tiene nada que ver con el PRI, con las condiciones políticas del país. No tiene nada que ver con lo que pienso que se tiene que hacer con el partido; pero no sólo yo, son miles, por no decirte millones de priistas que no se han manifestado, esperemos que haya esa oportunidad y la Asamblea Nacional sea un espacio para ello, que no están conformes ni de acuerdo en las formas tradicionales que usa el PRI.
Yo, en política, tengo adversarios, no enemigos. En Oaxaca, los oaxaqueños tenemos diferencias pero no son personales, no tienen que ver con la forma de hacer política. La política no es un asunto de amores, sino de resultados, de militancia, de trabajo. Cuando tienes la oportunidad de tener un cargo de elección, debes entregar, tener resultados. Puestos: nos dedicamos a la política y no estamos buscando un puesto en este momento, queremos que el partido se abra, se democratice y tengamos dirigentes bien legitimados en el partido.
Para algunos, los escenarios que vive hoy el PRI semejan mucho el 2000, cuando el entonces presidente Zedillo entregó la presidencia a la oposición; ¿ve reflejada esta misma situación?, ¿el gobierno prepara el camino para entregar a una alianza opositora, la presidencia?
Esperamos que no. A diferencia del 2000, esperamos que la militancia no lo permita. Los espacios, la oferta, las formas de selección, los mecanismos en el interior de la organización se definen en el interior de la Asamblea Nacional, por eso insisto en su importancia.
Si la Asamblea Nacional decide por la mayoría que la militancia participe en las decisiones fundamentales, éstas serán las dirigencias, las candidaturas y la candidatura a la Presidencia de México. Hay una alta competencia, y si no mejoramos, si no cambiamos y tenemos una buena oferta, seguramente va a pasarnos lo del 2000, que una serie de excesos no llevó a la derrota. Los mexicanos nos dieron la espalda y 12 años después de gobiernos muy cuestionados de Acción Nacional, volvimos a recuperar la confianza.
Si volvemos a caer en esos errores, en esos excesos, en esas imposiciones, es muy difícil que mantengamos la presidencia en el 2018.