[gdlr_text_align class=”right” ][gdlr_heading tag=”h3″ size=”26px” font_weight=”bold” color=”#ffffff” background=”#000000″ icon=” icon-quote-left” ]
Es evidente la impunidad con la que se han conducido estos grupos de falsos maestros.
[/gdlr_heading][/gdlr_text_align]
Lo que quiere la autoridad
No podemos negociar con aquéllos que dicen
“lo que es mío es mío y lo que es tuyo es negociable”.
John F. Kennedy
Diálogo es la herramienta base para poder expresarnos, comunicarnos y entendernos, pero para que esto sea posible, es necesario hablar el mismo lenguaje y estar en la búsqueda de soluciones a los problemas, y no encontrar problemas en cada solución que se propone.
En una negociación, cada una de las partes tiene fines e intereses distintos, sin embargo es ahí donde se deben buscar caminos comunes para lograr esos tan ansiados consensos, que nunca van solos, siempre se encuentran acompañados de sus inseparables disensos, es parte de la dinámica y a nadie espanta.
Sin embargo es necesario que las partes estén dispuestas a llegar a una solución, donde el que gana no se lleva todo, ni el que pierde entrega todo. La política es el arte de dialogar, construir y consensuar, sabiendo que siempre se puede arribar al bien mayor, que a veces las decisiones pasan por los males menores. La gran diferencia es que este examen de ser sobre el bien mayor o el mal menor para la sociedad en su conjunto, para el bien común, y no para el particular de unos cuantos.

Los maestros buscan impedir la aplicación de los exámenes magisteriales. Foto: Agencia EL UNIVERSAL/JMA
En México, durante muchos años hemos visto cómo se crean los conflictos y de la nada surgen los salvadores que encuentran la formula mágica de la solución al conflicto generado por ellos mismos, o bien acuerdos soterrados que sólo benefician a las partes directas que negocian y olvidan a la sociedad en su conjunto.
En esa situación estamos ante la negociación que realiza la Secretaría de Gobernación con el ala disidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación agrupados en la Coordinadora CNTE. Para todos es evidente la impunidad con la que se han conducido estos grupos de falsos maestros; y no es un calificativo que yo o la sociedad les otorgue, son su condición y sus acciones las que los denomina, o cómo se le puede llamar a un profesor que no educa, que no forma, que no enseña; que se la pasa en la grilla, en marchas y bloqueos; que se opone a todo sin razonar que muchas de esas condiciones son benéficas para ellos, pero son mucho mas benéficas para la sociedad en su conjunto y para los millones de alumnos que a diario se quedan sin clase.
No es que avalemos todo lo que las autoridades educativas hagan, sin embargo ha quedado demostrado que estas conductas retrasan el desarrollo del país, según datos de la OCDE, México se ha situado en los peores lugares del ranking mundial en educación. A este paso al país le costaría 25 años para alcanzar a los países punteros, y 65 años en emparejarse en lectura.
Con estos índices, la autoridad debe tener claro qué es lo que quiere lograr en los acuerdos con la CNTE: darles la impunidad que ellos quieren o ponerse del lado del país y exigirles que se evalúen y regresen a dar clase. México necesita la segunda.
@perezcuevasmx
perezcuevasmx@gmail.com