Todo indica que la próxima semana saldrá “humo blanco” del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.

En esta ocasión los priistas le apostarán a un perfil bajo. En los últimos días corrieron rumores de que Enrique Ochoa Reza, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), podría ocupar el cargo que dejó Manlio Fabio Beltrones –ante los devastadores resultados del 5 de junio–. El funcionario federal levanta la mano y se dice “orgulloso” de su militancia tricolor.

En el Senado de la República, Ochoa Reza –allegado a Luis Videgaray– reconoció su intención de suceder a Beltrones, al decir que “sería el mayor honor de mi vida ser Presidente del PRI”. Lo anterior lo señaló al término de su comparecencia por el tema de las tarifas eléctricas.

Ante las versiones de que tenía poco tiempo como militante priista,–lo que lo dejaría fuera de las posibilidades de dirigir al tricolor–, envió un mensaje vía Twitter donde mostró su credencial de asociado, fechada en 1991. Entre los requisitos para presidir el CEN se contemplan una militancia obligatoria de 10 años, no haber sido dirigente o candidato de otro partido y acreditar el apoyo de la estructura partidista.

Enrique Ochoa-CFE

Para Víctor Alarcón Olguín, analista político e investigador de la UAM Iztapalpa, el perfil de Ochoa Reza es la de un actor esencialmente tecnocrático, “su puesto más importante es el haber pasado por espacios del sector energético. No se caracteriza como un actor que tenga elementos de negociación o de experiencia en cargos de elección popular o que tenga alguna vinculación con organizaciones sociales. Viene, en algún punto, de la vida académica, fue responsable del Centro de Capacitación Judicial Electoral”.

En entrevista con Siempre!, señaló que si la característica que se está buscando adentro del tricolor es la negociación entre las tres cúpulas más importantes –Peña Nieto, Beltrones, Gamboa– “creo que sí cumpliría con ciertas características de conciliación o de aceptación de los tres principales jerarcas priistas, además de la experiencia que este personaje pueda tener en términos de campañas o de operación política”.

Sin embargo, consideró que para la dirigencia nacional el tricolor podría haber acudido a políticos con más pericia que tengan un mayor grado de integración y de reconocimiento al interior de su militancia, en términos de experiencia como Francisco Labastida Ochoa o Pedro Joaquín Coldwell. O buscar actores que hayan estado entrando o saliendo del gabinete como es el caso de José Carlos Ramírez Marín o David Penchyna.

“Este tipo de actores están dentro de ese rango de operación política que tendrían posibilidad de trabajar a nivel de superficie, pensando que básicamente la elección del 2018 es donde se necesita mucha operación a nivel de dialogar con los gobernadores, de poder implementar adecuadamente la campaña”.