Verano negro

La Semana Negra de Gijón, la feria del libro policiaco en la librería Rosario Castellanos y las novedades de novela del género en las mesas de las librerías confirman que cada año el verano convoca a los lectores y escritores en torno a las historias de delincuentes y detectives, de policías y ladrones.

De la época en que el norteamericano Ray Bradbury se impuso la disciplina de escribir un cuento a la semana, hasta alcanzar el oficio que le llevó a conquistar a millones de lectores, es la selección de apenas 15 relatos que componen Memoria de crímenes (Edhasa). Va un fragmento del cuento favorito del escritor, “La señora del baúl”.

 

Johnny Menlo se quitó los zapatos sacudiendo los pies y se dejó caer sentado al pie de los escalones del desván. Finalmente, su mesera, su tutora privada, no vendría. Y por lo tanto, él no tendría a nadie para él solo en la casa.

Abajo la fiesta corría a toda máquina. El ruido subía burlonamente: las risas, la música, el tintineo de las cocteleras. Johnny había creído que podía alejarse de la bulla ahí arriba, a solas. Su maestra debía haber llegado hoy. No había llegado…

Johnny huyó escaleras arriba hasta el perfecto asilo mohoso del desván abandonado. Incluso allí los ruidos de la fiesta arañaban el silencio cálido y polvoriento de la tarde… En los rincones oscuros había cuatro baúles velados por las telarañas…

Johnny se acercó al baúl y abrió los cierres. Alzó la tapa. De pronto hizo mucho frío en el desván.

Ella estaba dentro.

Encogido, el cuerpo era joven y bonito. El rostro delicado parecía dibujado con tiza sobre el pizarrón negro de su pelo.

Johnny dijo ah, pero no muy fuerte. Se apoyó en el borde del baúl. Sólo el perfume de la mujer estaba vivo. Parecía tan solitaria y abandonada como él mismo. Johnny sintió inmediata simpatía…

Aparentemente había muerto sofocada. Alguien había dejado caer la pesada tapa hermética sobre la encantadora figura encogida. La mano era como un fragmento blanco de su tenue vestido rosado.

Un momento después encontró en el suelo una bolita de papel estrujado. Era sólo parte de una nota escrita por ella “…debéis reparar la forma en que se me ha tratado. No es difícil. Yo podría ser la maestra de Johnny. Eso explicaría a todos mi presencia en la casa”.

 

 

Donde la memoria falla

“A veces escribir ficción es como acordarse de algo que no ha sucedido”, dijo Antonio Muñoz Molina en una conferencia que formó parte de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander. “Los libros en los que he fracasado son los que tenía perfectamente claros… En ocasiones la ficción puede alumbrar la verdad allí donde la memoria falla… para conocer a un autor hay que leer sus novelas, no sus memorias, pues es en las primeras en las que sin darse cuenta se delata”.

 

Novedades en la mesa

Tus dos muertos (colección Alfagura Negra) de Jorge Alberto Gudiño Hernández es una historia que se desarrolla en la Ciudad de México cuyo héroe es un judicial caído en desgracia que patrulla las calles.