La paz asoma el rostro en Colombia. Este jueves, representantes del gobierno de ese país y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia acordaron la realización de un plebiscito el 2 de octubre que sellaría definitivamente la pacificación del que es considerado como el último conflicto ocasionado por la Guerra Fría, el cual ha dejado cerca de ocho millones de víctimas, 220 mil muertos y entre 45 mil desaparecidos y desplazados.

El jefe negociador gubernamental, Humberto de la Calle, reconoció que “probablemente todos hubiéramos querido algo más. Nosotros mismos en la mesa hubiéramos querido algo más, pero el acuerdo logrado es el más viable, el mejor logrado posible”. Por su parte, el representante de las FARC, Iván Márquez, comentó que con las recientes jornadas maratónicas de discusión “permitieron terminar la guerra con las armas y abrir el horizonte hacia un debate con las ideas”.

Por su parte, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, afirmó que enviará al Congreso el texto del acuerdo de paz con la guerrilla con objeto de que convoque el plebiscito, el cual debe obtener al menos 13 por ciento de la aprobación del censo electoral para poner en vigor lo pactado. Se requiere un mínimo de 4 millones 396 mil 626 votos para ello.

La divulgación de la noticia coincide con el cuarto aniversario desde que el gobierno colombiano y las FARC decidieron sentarse a dialogar las bases de las negociaciones en La Habana. A lo largo del proceso se han atendido las cuestiones de justicia y el cese bilateral del fuego, el final de la guerra. Sólo faltaba por negociar las condiciones de la amnistía de los guerrilleros, su futura participación en política y cómo se abordaría su reincorporación a la vida civil.

“El Gobierno de Colombia y las FARC-EP, con el ánimo de consolidar aún más las bases sobre las que edificará la paz y la reconciliación nacional, una vez realizado el plebiscito, convocarán a todos los partidos, movimientos políticos y sociales, y a todas las fuerzas vivas del país a concertar un gran ACUERDO POLÍTICO NACIONAL encaminado a definir las reformas y ajustes institucionales necesarios para atender los retos que la paz demande, poniendo en marcha un nuevo marco de convivencia política y social”, señala el documento del Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera.