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Entrevista con Benjamín Méndez y Ady Carrera Hernández | Red de Investigadores en Gobiernos Locales Mexicanos

Por Nora Rodríguez Aceves

 

Los municipios con mayores niveles de pobreza y marginación se encuentran en las comunidades rurales indígenas, en el sureste del país, en Oaxaca, Chiapas, la Sierra de Puebla, en la Huasteca potosina, la de Hidalgo y en Veracruz. Es un perfil: municipio pequeño, rural, indígena, con mayor nivel de marginación y con menor índice de desarrollo humano, puntualiza la Red de Investigadores en Gobiernos Locales Mexicanos.

El municipio en México es un fenómeno desigual en tamaño, en importancia económica, en peso político, en generación de recursos. La dificultad que enfrentan las políticas públicas sobre todo federales y aun las estatales es que no funcionan para todos los casos. Las políticas suelen ser elaboradas de manera genérica, difícilmente puede ser de otra manera, pero no siempre se adaptan a realidades tan diferentes. Esto es más acentuado en los de extrema pobreza porque las políticas públicas tienden a ser, en esos casos, asistenciales. Se da dinero para mitigar la miseria, pero no resuelven el problema. De ahí la necesidad de elaborar políticas no desde arriba, de la federación o de los estados, sino desde abajo, de lo local. Se deben crear espacios en donde se puede exigir una flexibilidad para adaptarlas a los casos distintos, explica Benjamín Méndez Bahena, profesor investigador del Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales (CIECAS) del Instituto Politécnico Nacional, y miembro de la Red de Investigadores en Gobiernos Locales Mexicanos.

Una perspectiva teórica que se aplica en algunos países dice que hay que privilegiar la elaboración de políticas desde abajo, desde los lugares cercanos a las necesidades, tomando en cuenta los recursos y las potencialidades de cada lugar. Eso es lo que algunos teóricos llaman, las políticas de bottom-up, esto hace falta.

Hay lugares en donde la gente tiene una gran iniciativa, están dispuestos a hacer muchas cosas, pero “si la política se elabora desde el gobierno del estado, desde la capital del estado o desde la federación, no se sabe a qué está dispuesta la gente, qué está dispuesta a emprender. Dicen “hay que ponerles criaderos de gallinas, hay que ponerles huertos”, pero no se sabe si ellos quieren eso, se necesita partir al revés, de la iniciativa, de las necesidades, de la disposición de las propias personas”.

El especialista en desarrollo regional, comenta que “hay municipios muy pequeños que tienen grandes potencialidades, los que son de usos y costumbres; ellos tienen la posibilidad de movilizar la mano de obra de la gente para un bien común. Esto difícilmente está contemplado en las políticas que se diseñan desde las grandes ciudades. Se requiere del convencimiento de estas personas, y cuando ellos están convencidos, lo hacen. Esto difícilmente llega a ser comprendido porque quien diseña la política desde el escritorio federal o estatal no sabe en qué población esto existe y en qué población esto no existe.

Por eso, “la insistencia de que hay que partir desde abajo, de que hay que hacerlo desde el nivel local, las políticas deben diseñarse en mayor medida desde el gobierno local y las comunidades, pueblos o barrios”.

 

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Es un perfil: municipio pequeño, rural, indígena, con mayor nivel de marginación y con menor índice de desarrollo humano.
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Recursos por coyotaje o moche

En términos de recursos hablamos de dos grandes cosas: por un lado, los recursos que los propios municipios generan, el pago del predial, contribuciones de su población, etc., esto es pequeñísimo en el país. Los municipios casi no generan recursos propios, suelen atender sus necesidades en el orden de un 60, 70, hasta 80 por ciento con recursos que vienen anualmente del Presupuesto de Egresos de la Federación.

Una parte del presupuesto “se asigna por el tamaño de la población. En otra los presidentes municipales deben ir por los recursos, presentar proyectos. Pedir una escuela, apoyo para un proyecto productivo, para el drenaje o la pavimentación; pero no todos los municipios están enterados de cómo hacerlo. No hay gente suficientemente capacitada para hacer todas las solicitudes”.

El procedimiento bajo el cual se asignan recursos a los municipios no es eficiente. La ley está actuando de manera general y se debiera pensar en que al ser tan distintos los municipios debe haber diferentes procedimientos para asignar recursos. Existen algunos municipios que son muy eficientes para atraer o generar recursos propios, se les puede dar un premio adicional o incentivar la creatividad, el profesionalismo, las capacidades de los gobiernos locales. Existen mecanismos para hacerlo.

Esta situación favorece “las prácticas de coyotaje, a los intermediarios que sugieren al presidente municipal que pida una carretera, pero para él va un moche o se condiciona a que lo haga determinada empresa que tiene connivencia con algún funcionario. Esto se ha vuelto el pan de cada día en nuestro país. Esto merma los recursos. Este procedimiento hace difícil que los ayuntamientos tengan recursos suficientes y que puedan llegar completos”, dice el investigador del IPN.

Hay poca capacitación del funcionario local sobre qué se hace, cómo se hace. En muchos lugares, sobre todo en los pueblos más pequeños, quien apoya a los presidentes municipales son las empresas constructoras, son sus consultores, para obtener recursos, pues conocen los procedimientos. Otra práctica común es el cabildeo que hacen los diputados para asignar presupuestos y para ejercerlos ellos mismos; una labor que no les corresponde. Su trabajo es legislar. “Los presidentes municipales desfilan ante los diputados. Los presidentes municipales de ciudades mayores desfilan directamente en la Cámara de Diputados cada fin de año para exponer solicitudes. Y luego los diputados se asignan recursos para ellos aplicarlos en el territorio y obtener un rédito político”. Los diputados van al municipio en donde fueron electos y presumen haber conseguido una carretera, como si fuese dinero suyo. Como si estuviese obsequiando algo a la población. Luego les pide votar por él.

Esto es “absolutamente incorrecto, necesitamos estructuras cada vez más profesionales de funcionarios municipales que sean los que miren por las necesidades reales del territorio, que sean los que tramiten, los gestores. En esto es indispensable la colaboración de la academia formando gente, capacitando, necesitamos de pobladores locales, de presidentes municipales, de síndicos, de secretarios del ayuntamiento que conozcan con más detalle estas cosas. Necesitamos fortalecer el apoyo a los municipios para que ellos aprendan a hacer sus propias cosas, esto es algo que no se está haciendo.

Pero también se requiere que el ciudadano se capacite, conozca y exija. Sólo así, el presupuesto se aplicará con corrección, sin corruptelas”.

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No se mueve la pobreza: Ady Carrera

Para la presidenta de la Red de Investigadores en Gobierno Locales Mexicanos, Ady Carrera Hernández, la erradicación de la extrema pobreza en municipios mexicanos no avanza por “un conjunto de factores de diferentes tipos que van desde la cultura política que tiene la ciudadanía, una ciudadanía pasiva, poco corresponsable, además de una mala coordinación de políticas públicas, problemas de corrupción, de capacidades institucionales de los tres niveles de gobierno, pero que se ve más claramente a nivel de los gobiernos municipales.

Todo esto y muchas políticas de combate a la pobreza mal diseñadas. Además, poca confianza política, hay una enorme pérdida de confianza social que debilita el tejido social y hace más difícil que la operación de cualquier política pública, sobre todo en el área de política social, sea efectiva y eficaz.

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No es una situación que se le pueda atribuir a un sólo factor, es un tema muy complejo el combate a la pobreza o la definición de la pobreza. Es uno de los temas importantes de discusión mundial, tenemos a los grandes institutos de investigación para el desarrollo trabajando y ahora se tienen ciertos lineamientos: todo programa debe tener un fuerte componente de participación ciudadana, de corresponsabilidad, el gobierno debe aprender en sus tres niveles a gastar mejor. A nivel de los gobiernos municipales los datos indican que la mayor parte del dinero se los gastan en sueldos y salarios. El gasto de inversión, que es el único que genera desarrollo, es el rubro menos favorecido del presupuesto público.

La agenda del desarrollo a escala mundial, la cual incluye el combate a la pobreza, es la que nos ha delineado desde 2000 las Naciones Unidas a través de los objetivos de desarrollo del milenio que al día de hoy son los objetivos de desarrollo sostenible donde vienen cosas que son principalmente responsabilidad de los gobiernos municipales: que todo el mundo tenga agua limpia y potable en sus casas, que tenga sistemas de sanidad, lo cual incluye drenaje y alcantarillado, cosas básicas de salud y educación.

El gobierno municipal tiene un papel privilegiado en lograr esos objetivos del desarrollo sin embargo no tiene las condiciones ni institucionales ni financieras por malas decisiones que se han dado desde la federación hasta los gobiernos estatales y tienen una responsabilidad también grande los propios gobiernos municipales, entonces ha sido una mezcla de factores que nos tienen con el hecho de que 60 millones de mexicanos se encuentran en pobreza.