376930Rusia heredó de la Unión Soviética no sólo un vasto armamento estratégico, avances espaciales y adelantos científicos, algo igual de importante ha sido el deporte, el cual le ha permitido estar entre los primeros países del medallero olímpico y amateur. Moscú ha tenido la educación física como política de estado desde que los bolcheviques instauraron al gigante soviético.

imagesTras la Revolución de Octubre en 1917, se hizo obligatoria la instrucción física ante las necesidades militares de la época y para mantener a la población bajo una actividad que le permitiría conservar su salud y vigor. Si lo vemos así, en esos tiempos de escasez entre guerras, lo más adecuado era mantenerse saludable con el deporte, ante la carencia de servicios médicos. Es así como surge el Servicio General de Instrucción Militar, que posteriormente en 1920 se convierte en el Consejo Superior de Cultura Física. Trece años después se transforma en Comité para Asuntos de la Cultura Física y el Deporte de la Unión. Esto permitió crear cuadros deportivos de niños y adolescentes en 1976. Más de 54 mil entrenadores atendían la demanda de 18 millones de alumnos. Tres años después, promediaron más de 50 millones de afiliados.

rusia-702x468Esta es la herencia que recibió Rusia después de 63 años de política soviética: un caudal de población habituada a la práctica del deporte y adicta a la actividad física a tal grado que rayaban en el narcisismo y la estética deportiva. Es de llamar la atención que el periodo de cambio entre la URSS a la Rusia actual no afectó el desempeño olímpico de Moscú. En la Olimpiada de Barcelona en 1994, dos años después del desplome de la Unión Soviética, la delegación compitió como Equipo Unificado bajo la bandera olímpica. Lideró el medallero con 45 de oro, 38 de plata y 29 de bronce, para un total de 112 preseas, superando a potencias como Estados Unidos, Alemania, China y Cuba.

RusianBajo la égida del presidente Vladimir Putin, las cosas no han cambiado, por el contrario el deporte se han consolidado como un proceso necesario del geopoder, lo que implica usar al deporte como proyección política. No era nada extraño, pues la URSS lo hizo durante décadas para competir contra Estados Unidos en el marco de la Guerra Fría, por la supremacía del sistema socialista o capitalista. Si esto no es competencia, sinceramente no sé entonces qué es.