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Limita sus carreras profesionales, difícil de traspasar y que les impide seguir avanzando.

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El techo de cristal es muy resistente

En los estudios de género, se denomina techo de cristal a la limitación del ascenso laboral de las mujeres en el interior de las organizaciones. Se trata de un techo que limita sus carreras profesionales, difícil de traspasar y que les impide seguir avanzando.

Hillary Clinton está muy cerca de romper esa barrera en su país, después de convertirse en la primera mujer en ser candidata a la presidencia de Estados Unidos, con grandes posibilidades de ganar las elecciones el próximo mes de noviembre.

Hillary no quiso limitarse a ser la esposa de un presidente estadounidense y que el cargo de Primera Dama fuera el escalafón más alto que alcanzara en su vida profesional y personal.

La candidata demócrata ha sabido jugar bien. Durante el caso Mónica Lewinsky supo mantenerse al margen sin enfrascarse en una batalla sin sentido. Mejor se preparó para continuar su carrera en la política y logró convertirse en senadora por el estado de Nueva York.

Posteriormente después de perder la candidatura demócrata ante Barack Obama se convirtió en su secretaria de Estado, ejecutando un excelente trabajo, ya que estuvo al frente de la operación que acabó con la vida del líder de Al-Qaeda, Osama bin Laden, quien fuera el enemigo público número 1 de los estadounidenses.

Hoy, cuenta con grandes posibilidades de convertirse en la mujer más poderosa del mundo, esto a pesar de los negativos que su esposo Bill Clinton le representa.

Por su parte en México, el techo de cristal es todavía más resistente. Hay pocas mujeres que podrían ser candidatas a la presidencia en 2018. La más fuerte es, sin duda, Margarita Zavala. Pero tiene varios negativos en contra.

Comencemos con su hermano Juan Ignacio Zavala, casado con María Scherer Ibarra, hija del exdirector de Proceso, es un personaje que vive enfrentado con el mundo, no hay con quien no se haya peleado, difícilmente así se podrían tejer las alianzas.

Otro de sus grandes negativos es la sobrina de Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella, una de los tres dueños de la guardería ABC, quien actualmente se encuentra libre de toda culpabilidad, aunque nunca sabremos si fue gracias a las influencias de Margarita Zavala.

La ambición desmedida de Ricardo Anaya y Santiago Creel es otra de las vulnerabilidades de Margarita, así como la de su competidor más cercano, Rafael Moreno Valle, ahora más peligrosos pues logró mantener la gubernatura de su estado, colocando exitosamente a Tony Gali, su delfín y ahora sucesor.

Tony Gali tiene como operadores a Diódoro Carrasco y a Luis Maldonado, diputado perredista y quien fuera su secretario de Gobierno, al principio de la gestión de Moreno Valle.

En el PRI, aunque sí hay candidatas, la realidad es que son muy débiles políticamente hablando. Están Carolina Monroy e Ivonne Ortega como las sobresalientes, pero el panorama no es muy alentador para ellas. El terreno priista rumbo a la presidencia es para los hombres.

En el mundo de los candidatos independientes, tampoco podríamos decir que hay muchas oportunidades para las mujeres. Quienes quizás podrían jugársela son Patricia Mercado, Angélica de la Peña o Beatriz Mojica.

Definitivamente las mujeres no la tienen fácil, romper el techo de cristal es algo que no será fácil. Por poner un ejemplo, cuántas de las 12 gubernaturas que se disputaron la ganó una mujer.

Que una mujer gane las próximas elecciones presidenciales no será una labor sencilla, ya lo intentó Josefina Vázquez Mota hace seis años, con muy poco éxito pues se quedó en un tercer lugar después de que el PAN estuvo en la silla presidencial durante 12 años.

En noviembre próximo, Hillary no la tendrá fácil, su competidor Donald Trump la sigue muy de cerca, una semana las encuestas le dan la victoria a ella, pero la próxima se la dan él.

Pero con ser la primera mujer con grandes posibilidades, Hillary ya sobrepasó el llamado techo de cristal. Lástima que en México no podamos decir lo mismo, será porque aquí se resisten a creer.