Toda búsqueda honesta debe reconocerse y aplaudirse, es lo que sucede con el grupo de jóvenes poetas que presentaron su Manifiesto poético el pasado 19 de agosto en el FCE en el Centro Cultural Bella Época de la CdMx al que asistieron unas treinta personas: cupo lleno.

En lo que llamaron “Ensayo-Manifiesto Poesía de la Inmersión” se detienen en lo que sienten el llamado a hacer, en el deseo que los guía en su trabajo poético, utilizando un lenguaje equívoco y no unívoco, lo que es una elección de su creación poética: el lenguaje del Manifiesto invita a entrar en su mundo para dejar fuera, en mi apreciación, el lenguaje estéril de las ciencias. El lector del Manifiesto puede aceptar la invitación o seguir de largo. Pero, la originalidad del mismo lenguaje, aunque intrincado y, en ocasiones, sintácticamente incorrecto, es muestra de la honestidad que los guía y de toda ausencia de plagio, a diferencia del tema que hoy ocupa los medios críticos.

Para entrar en lo que los autores del Manifiesto entienden por inmersión, retomo un párrafo en el que podemos apreciar el uso del lenguaje que mencioné arriba: “Por inmersión queremos decir orientarse a donde se orienta la vida; incapaz del sí mismo, la vida como poesía es la propuesta que hace el mismo diálogo; ni dualidad, ni absoluto, en una frase del activista Nicolás Ridoux ‘menos bienes más vínculos’”. Según entiendo, y puedo entender mal, lo que daría lugar a un diálogo, los poetas anhelan regresar a un mundo sin escisión entre el objeto y el sujeto, la inmanencia y la trascendencia, en un abandono incluso de la posesión que marca de manera dramática a nuestra civilización decadente, lo que se aprecia en el cierre del Manifiesto: “Al final, ¿cómo conciliar un compromiso por la autogestión y la autonomía si todo resplandece por innecesario? La Ética es un estilo fundado en la simplicidad voluntaria, la mesura, la gracia, el silencio activo, el placer de la no agresión”. Los poetas invitan no sólo a escribir poesía, sino a vivir en la poesía, inmirgiéndose en ella. La vida es poesía, o es al menos lo que yo leo en esta otra frase del Manifiesto: “No se hacen libros de, sino para la poesía, eso queremos decir por inmersión”.

En la mesa de presentación estuvieron Alejandro Massa (1989), quien manifestó su afinidad poética y ética con los retos del Decrecimiento económico; Aldo Vicencio (1991); Abraham Pérez Aragón (1989); Axel Najera (1992). También forman parte del grupo Rocío Wittib (Buenos Aires, 1989) y Elvis Guerra (Juchitán, 1993), Adrian Mendieta (Tlaxcala, 1995).

El Manifiesto Poesía de la Inmersión ha sido publicado en la revista literaria en línea Círculo de Poesía (http://circulodepoesia.com/2016/08/poesia-de-la-inmersion-ensayo-manifiesto/).

Además, opino que se respeten los Acuerdos de San Andrés y la Ley de Víctimas, que se investigue el caso de Ayotzinapa, que trabajemos por un Nuevo Constituyente, que Aristegui y su equipo recuperen su espacio, y que se dialogue a fondo con los maestros.

 

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