El verdadero eje vital de este libro es la experiencia y reflexión del autor como mexicano y árabe. La experiencia no sólo como memoria y testimonio, sino como lección.

Nota de un lector

Alberto Ruy Sánchez

 

El mundo árabe está conformado por los países occidentales del Medio Oriente, concretamente los de la península arábiga y, las tierras del Magreb y el Cuerno de África que son miembros de la sellada Liga Árabe además se designa con este nombre a la comunidad de personas que forman en sus variantes la lengua materna. El mundo árabe existe a partir de la conquista islámica del 622 d C. Hégira en árabe (hiyra) indica el traslado de Mahoma. Es la emigración de los musulmanes de La Meca a Medina, aconteció en el año 622 de la era cristiana, dicho acontecimiento marca en el mundo islámico el primer año. Los conquistadores musulmanes extendieron fundamentalmente su religión, el islam y la lengua oficial del Estado islámico es el árabe. Sin embargo no todos adoptaron el islam dentro del mundo árabe, existen minorías cristianas dentro de los países árabes.

Por otro lado no hay que olvidar otro referente del mundo árabe y es que está compuesto por árabes judíos, árabes ateos, por ello es oportuno y exacto el libro que hoy nos ocupa Pensar Medio Oriente con una pregunta fundamental del narrador Maruan Soto Antaki: ¿qué es ser árabe? “Es una identidad que parte de la lengua, de una historia que se remonta al siglo VII, que nos hace todos, sin importar las creencias, tener un vínculo con una sola religión, que no siempre es la misma entre nosotros”.

Hoy en día, el contexto político, social y geográfico de los países árabes son temas añejos que se atribuyen desde la época colonial repartida principalmente por Francia, Inglaterra, claro ejemplo, la región de Próximo Oriente negociado en el año 1916. Sykes Picot sobresaliente Acuerdo de Asia Menor, un arreglo bajo secreto entre Gran Bretaña, Irlanda y la Tercera República Francesa adquiriendo una vasta influencia y control de los países de Próximo Oriente y no perder de vista al Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial. Inglaterra y Francia afinaron compartir el territorio del norte de la Península Arábiga.

Otro punto de observación en pleno siglo XXI es que los países árabes no olvidan sus tradicionales, al contrario son muy firmes con su legado de origen-religioso y cultural para ellos es sagrado mientras que algunos han confundido sus fundamentos al extremo máximo de violencia como explica en “La división de una migaja enorme”: “Todo es Medio Oriente. Sí es petróleo, sí es miseria y mentiras, sí es fanatismo y terrorismo, pero también representa los esfuerzos más grandes por la secularidad y la necesidad de tolerancia. Es la esquizofrenia llevada al límite. Es la mayor violencia, pero el mejor ejemplo de las diferencias entre las violencias”.

Terrorismo un talante de fomentar pánico y constreñir a ciertos gobiernos para conseguir sus objetivos, el terrorismo es un consecuente que padece la gente civil, el terrorismo es un verdugo emocional. “Las causas del terror”: “Entre las condiciones que hacen que un acto terrorista sea tal se encuentran su premeditación, la voluntad de exteriorización del acto y del victimario, y la perversión más complicada en su naturaleza: los objetivos reales del terrorismo no son las víctimas fatales o los heridos del acto terrorista, sino los terceros que lo presencian y a quienes invade el terror. Nosotros que no hemos muerto bajo una bomba, pero tememos que una pueda explotar en nuestro camino al trabajo o escuela”.

Nicolás Maquiavelo en su libro El Príncipe escribe “es más seguro ser temido que amado”, es decir, el mundo contemporáneo no sólo convive “el terrorismo de Estado” sino vive en carne propia el efecto del temor. “El terrorismo ha sido, frecuentemente, la vía violenta y asesina de la utopía. La reacción a su inevitable necesidad de imposición. La anulación del otro como semejante. Es la manifestación criminal de la búsqueda de un objetivo, a menudo ideológico, a veces político, otras religioso. Es el uso de violencia ilegítima para conseguir un fin. El terrorismo es miedo, es odio. Bombas, asesinatos, sabotaje, secuestros, atentados. El objetivo no son las víctimas, son los otros, los vivos. La incertidumbre, la fragilidad. El terror. La amenaza. ETA, IRA, FARC, Septiembre negro, Hezbollah, Hamás, el Jihad islámico, al-Aqsa, Boko Haram, al Qaeda, el Daesh”.

En Nota de un Lector, Alberto Ruy Sánchez invita a examinar no sólo aquellas convulsiones que desató la llamada Primavera árabe, Pensar en Medio Oriente muestra el desvelo cardinal de Maruan Soto Antaki “se aventura a explorar esas pasiones humanas más bajas, vueltas religiones y vueltas luego leyes discriminatorias y opresivas, interiorizadas como una enfermedad, tantas veces incurable”.

Soto Antaki narra en complacientes capítulos su inquietud, su enojo por los hechos en Medio Oriente del mismo modo comparte su búsqueda de aquellas raíces familiares que son substanciales para él.