Es inevitable hablar de Gran Bretaña y recordar el Brexit, el referéndum realizado por ese país para abandonar la Unión Europea. Tampoco podemos olvidar al referirnos a sus avances deportivos, mencionar que esta potencia europea no lo era tanto, pero gracias a una toma de conciencia en la importancia del deporte, se colocó en Río 2016, en la segunda posición del medallero olímpico. La nación inglesa apenas logró conseguir una medalla en la Olimpiada de Atlanta 1996. Ciertamente fue de oro, pero la única. En esa misma ocasión, México también logró una presea, pero fue de bronce.

Union Jack
Según la BBC, el gobierno británico asignó para Atlanta un presupuesto anual de 6 millones 535 mil dólares para financiar los deportes olímpicos. En Sidney 2000, fue de más de 80 millones y sus resultados fueron notorios: 28 medallas, 11 de ellas fueron de oro, para quedar en el décimo lugar del medallero. (Vale destacar que Cuba estaba en el noveno lugar, sólo con una medalla de plata más que los ingleses).
Para Londres 2012, el monto superó los 345 millones de dólares. En esa ocasión y como sede, el Reino Unido obtuvo 65 medallas, 29 de ellas áureas; para ubicarse en el tercer puesto en la tabla general. La fórmula que podemos deducir es que a mayor presupuesto, mayor rendimiento de los atletas y, por consiguiente, un aumento notable en los resultados deportivos. Sin embargo, no todo se trata de dinero, sino más bien de su correcta administración al invertir el presupuesto y al saber distribuirlo.
A diferencia de otras potencias deportivas como Estados Unidos y Rusia, Gran Bretaña prefiere invertir en deportes donde pueden mostrarse fuertes y con grandes posibilidades de ganar medallas. Ellos simplemente recortan, las especialidades que no representan avances serios. Por si esto les pareciera poco, se obliga a las federaciones deportivas a presentar un plan de costos y un compromiso para lograr preseas en los juegos olímpicos y paraolímpicos. El proceso todavía sufre otro filtro que es la evaluación de los proyectos y la elección de los más realistas.
En Río 2016, la delegación británica vio culminado veinte años de esfuerzo con 27 medallas de oro, 23 de plata y 17 de bronce, para un total de 67 preseas. El país de Union Jack puso en conflicto a su ex colonia Estados Unidos que logró 131 medallas, 46 de ellas doradas. Sólo para que lo sepan, México consiguió en Atlanta 1996 una sola presea de bronce; veinte años después consiguió cinco galardones: tres de plata y dos de bronce. ¿Un avance pírrico?
Foto: AP / Mark Humphrey