Entrevista a Bernardo Barranco | Sociólogo experto en asuntos religiosos

Por Nora Rodríguez Aceves

La Arquidiócesis Primada de México advirtió que tanto el presidente Enrique Peña Nieto como la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) “violentan la realidad y ponen en peligro lo más querido para los mexicanos: la familia”.

En un nuevo ataque al presidente de la república a través del artículo titulado: El matrimonio gay no es derecho, publicado en el semanario Desde la Fe, la institución insiste en que la iniciativa presidencial se ignoran elementos de derecho familiar y se tienen serias deficiencias jurídicas y argumentación legislativa.

La propuesta, señala, contiene únicamente los criterios de los ministros de la Suprema Corte que “usaron a modo los conceptos de libertad, discriminación y desarrollo de personalidad sin tomar en cuenta un todo en cuanto a relaciones familiares”.

cardenal-norberto-rivera.jpg_1718483346La publicación semanal, respalda su posición con el reciente fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, que dictó “el matrimonio es claramente entendido como la unión entre un hombre y una mujer”. El dictamen enfatiza que “no existe el derecho al matrimonio homosexual”, se emitió el pasado 9 de junio por 47 jueces de diferentes países”.

Los jueces –indica- sustentaron su decisión en el artículo número 12 del Convenio Europeo de los Derechos Humanos, el cual equivale a los artículos de los tratados sobre derechos humanos firmados por México número 17 del Pacto de San José y al número 23 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. En ellos se establece que “…el hombre y la mujer tienen derecho a casarse y a fundar una familia”.

El cardenal Norberto Rivera ha dicho que los católicos no deben reconocer el matrimonio entre parejas del mismos sexo, ni siquiera “por moda”, mientras que el secretario de la Conferencia del Episcopado argumenta, “no es que nos opongamos a los matrimonios igualitarios, sino que eso no es un matrimonio, es un acuerdo, es una asociación entre particulares, es una unión, pero no puede ser matrimonio en el sentido religioso del concepto”.

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El Papa efectivamente está distanciado de Norberto Rivera porque es más un cardenal de poder, vinculado a las grandes elites.

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Rivera juega a ser “crítico” para seguir en el poder

Gran revuelo en el interior de la Iglesia ha causado, desde su anuncio en mayo pasado, la iniciativa presidencial sobre matrimonios igualitarios que plantea: garantizar el derecho de las personas del mismo sexo para contraer matrimonio en igualdad de condiciones que las personas heterosexuales; establecer la igualdad de condiciones que las personas heterosexuales para la adopción; garantizar la identidad de género; establecer el divorcio sin expresión de causa; la actualización de otras figuras jurídicas que regula el Código civil Federal, con la finalidad de armonizar las disposiciones jurídicas contenidas en dicho Código de conformidad con los principios constitucionales de igualdad y no discriminación, así como generar condiciones de igualdad y evitar la discriminación de personas o grupos.

Una propuesta que según análisis políticos, estudios de opinión pública y algunos actores políticos ha provocado desacuerdo y enojo entre ciertos sectores conservadores de la población nacional, incluso provocó la derrota del PRI en el pasado proceso electoral del 5 de junio. Una iniciativa polémica que divide a la sociedad en dos grandes posturas: a favor o en contra de los matrimonios gays, sin un punto medio en el que se encuentren matices. Una iniciativa que “es un gran pretexto, una gran provocación, que le posibilita al cardenal Norberto Rivera, que va de salida, tener una estrategia de continuidad al frente de su arquidiócesis”.

Para tal fin, el cardenal Rivera utiliza como arma de combate el semanario Desde la Fe, que edita la Arquidiócesis Primada de México, y que tiene una amplia penetración entre los feligreses para criticar al presidente Enrique Peña Nieto y emprende una gran ofensiva en contra de la actual administración. Ha criticado las llamadas reformas estructurales aprobadas por el Congreso de la Unión, la pobreza, la desigualdad, la inseguridad, la corrupción por parte del presidente y su equipo de trabajo más cercano, y lo último que ha publicado es un gran reportaje —en cuatro partes— titulado: ¿Por qué la Iglesia se opone a la iniciativa del presidente que promueve el matrimonio igualitario?

Expone que la Iglesia católica advirtió que se opone al matrimonio igualitario porque las uniones entre personas del mismos sexo “generan un grave daño espiritual”. Y asegura que es falso que la Iglesia discrimine a los homosexuales, por el contrario, “no quiere que sean utilizados como simples objetos de placer, sino que se respete su inestimable dignidad”

Sumado al reportaje sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo se ha integrado a la campaña un video sobre el mismo tema del obispo Juan Sandoval Íñiguez —cercano al cardenal Rivera—, con matices políticos encaminados a la sucesión del titular de la Arquidiócesis Primada de México. “Sí podríamos encontrar ahí otras claves de lectura. Norberto Rivera ya va de salida, por lo tanto en este momento quiere pisar fuerte y hacer sentir su presencia”.

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Bernardo Barranco | Sociólogo experto en asuntos religiosos

Si se agudiza la tensión, Rivera podría negociar ante el Vaticano tener una prolongación de su mandato al frente de la Arquidiócesis de México, ya que a los 75 años tiene que presentar su dimisión por derecho canónico, pero esto depende del papa, quien le puede pedir que aguante un tiempo más, como lo hizo con el cardenal Sandoval Íñiguez —duró dos años más— bajo el entendimiento de que estaba muy comprometido con la construcción del templo cristero, del santuario de los mártires cristeros en Guadalajara.

Podría darse el caso de que, de cara al proceso electoral, el actor más posicionado en términos de gravitación política es el cardenal y, por lo tanto, podría estar justificando la prolongación de su mandato un periodo más, o un tiempo extra. Es polémico, algunos no están de acuerdo porque su salida ya está empezando a provocar movimientos en el interior del Episcopado y de los cuales Norberto Rivera es muy consciente. Pero “sí cabe la lectura de que el cardenal Rivera está agitando las aguas en la medida en que se constituya como cabeza sólida de un frente político que pueda tener gravitación a los intereses y la agenda de la Iglesia católica de cara al proceso electoral de 2018”.

Barranco descarta el nombre del arzobispo de Morelia, Alberto Juárez Inda, como el delfín del papa Francisco para ocupar el puesto de Rivera, “Suárez Inda ya está en tiempos extras, no creo que venga a la Ciudad de México, él ya tiene 76, cumplirá 77 años. Para empezar, el Papa efectivamente está distanciado de Norberto Rivera porque es más un cardenal de poder, vinculado a las grandes elites y a los grandes intereses estructurales de las elites y los grupos de presión en México”.

“No es un cardenal de lo popular. Hay mucho de impostura en esta actitud envalentonada de Norberto Rivera. Ahí hay una distancia clara, el Papa pide más pastores de gente más humilde, mucho más cercana espiritualmente a su pueblo, ése no es Norberto Rivera. El Papa sabe muy bien de los grandes problemas, de las grandes tensiones, de lo qué está en juego en México”.

“La relación con Norberto Rivera, en lo pastoral, está fracturada, pero si el cardenal da un giro y se pone muy social o muy crítico en lo social —cosa que no ha sido a lo largo de todo su periodo—, podría tener una cierta congratulación por parte del pontífice, por ahí está jugando Norberto Rivera. Le está jugando a ser crítico, toma como pretexto los matrimonios igualitarios, está siguiendo la agenda social y política del papa Francisco para decir: soy el actor católico mexicano mejor emplazado para tener una actitud de reciedumbre, de gravitación, de peso frente a los poderes gubernamentales. Por lo tanto, mi presencia sigue siendo válida a pesar de haber cumplido los 75 años canónicos que plantean mi salida. No es éste el momento para salir todavía, podría ser el mensaje que estaría enviando Norberto Rivera al papa Francisco”.

La misma postura, pero sin condena

Bernardo Barranco aborda otra polémica: la flexibilidad en la postura del Vaticano frente a los matrimonios igualitarios. “El Papa no ha cambiado para nada la postura doctrinal de la Iglesia, sigue siendo la misma, no acepta estos matrimonios, sin embargo ha planteado una mayor apertura, una actitud diferente, de mayor diálogo, no de una condena en automático, ni de ser una Iglesia culpígena, que es la tendencia de Norberto Rivera, que se escuda en que no hay cambios sustanciales frente al tema de los matrimonios gays, la postura es la misma”.

Aunque el Papa muestre una mayor apertura al diálogo, sensibilidad frente al tema, el postulado doctrinal canónico sigue siendo el mismo “de ahí se agarra Norberto Rivera para seguir nutriendo una actitud intransigente frente al tema de los matrimonios igualitarios, y ahí no hay diálogo que valga, no hay comprensión, dicen que comprenden, que no excluyen, pero, ¡crash!, van con todo, y de ahí no se mueven”.

“Ésta no es la postura del Papa, él no tendría la actitud de Rivera. Tendría una actitud de mayor diálogo, de mayor sensibilidad, pero Norberto, no. Es el gran pretexto, es la gran provocación que le posibilita Norberto tener una estrategia de continuidad al frente de su Arquidiócesis”.

La embestida contra el gobierno

En reciente entrevista con la revista Proceso Hugo Valdemar, director de Desde la Fe, responde el porqué de las críticas al gobierno federal, porque “el presidente Enrique Peña Nieto traicionó a la Iglesia… Al lanzar su iniciativa para legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo, el presidente Peña Nieto traicionó a la Iglesia, pues había prometido que la agenda del papa Francisco sería suya. Por eso su iniciativa ha sido tomada por nosotros como una terrible puñalada por la espalda”.

Para Bernardo Barranco, “ el tema es muy serio, es muy delicado. La Iglesia nunca había utilizado un concepto de esta naturaleza y aquí hay muchas interrogantes que nos plantean: ¿traición a qué?, ¿a un pacto?, ¿a un acuerdo? Porque traición es un concepto que llama a una falta, alguien que no ha cumplido”.

Según el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, traición significa: “falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener”. Es un delito cometido por civil o militar que atenta contra la figura de la patria, éste en sentido más político. Es muy interesante, se nota el enojo en torno a la iniciativa del presidente Peña Nieto por los matrimonios igualitarios y la Iglesia habla de traición.

En el semanario señala que es la traición a la agenda del Papa, pero la agenda del Papa es muy abierta, es global, la pregunta es ¿traición a qué?, ¿qué falta cometió el presidente Enrique Peña Nieto?, ¿cuál fue la deslealtad del presidente Peña Nieto frente a la Iglesia?, ¿hay entendimientos a los que el presidente llegó con la Iglesia católica en términos de agenda? Es la cuestión de fondo.

Barranco advierte que aquí hay que distinguir: “no es toda la Iglesia, Valdemar en la entrevista blofea y él habla de que no sólo es el semanario, no sólo habla a nombre de la Arquidiócesis, sino habla a nombre de toda la Iglesia, y esto es falso. Hay sectores que están muy molestos con esta iniciativa, los más conservadores, pero hay otros que están molestos con Enrique Peña Nieto no por este tema de los matrimonios igualitarios, sino por el rumbo del país y sobre todo en términos educativos, en términos de la CNTE, pareciera que al presidente se le están juntando agendas adversas frente a la Iglesia”.

“Estamos viviendo un momento muy especial, muy particular, en el que la Iglesia, la jerarquía ha roto el viejo protocolo de la diplomacia y tiene una actitud beligerante frente al actual gobierno federal”.