El sismo de 6.3 grados en la escala Richter que sacudió al centro de Italia ha dejado al menos 247 personas muertas y decenas de desaparecidos bajo toneladas de escombros. La región más afectada fue la localidad de Amatrice, donde el movimiento telúrico ocasionó el desplome de numerosas viviendas y edificios.
El alcalde de esa ciudad, Sergio Pirozzi, indicó que los equipos de rescate trabajan a marchas forzadas para localizar a las personas que se encontraban en el Hotel Roma. Se habla de al menos 80 turistas que estaban hospedados y hasta ahora sólo se han recuperado entre seis y siete cadáveres. Las localidades de Accumoli, en la región de Lacio y Arquata de Trontro, en la zona de las Marcas, son otras dos de las más dañadas. El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología situó el epicentro sísmico a 4 kilómetros de profundidad. Agregó que hasta el momento se han detectado más de un centenar de réplicas; la mayoría superior a los 3 grados Richter. Una de ellas, la más fuerte se produjo a las 4.33 de la mañana con intensidad de 5,4 grados Richter, y epicentro entre Norcia, en Perugia, y en Castelsantangelo sul Nera, en Macerata,
Una niña de diez años fue rescatada con vida después de pasar más de 16 horas bajo los escombros de una casa completamente destrozada en Pescara del Tronto. En el mismo lugar, otra niña de cinco años fue recuperada sin vida. La Cruz Roja informó que se han montando 50 tiendas de campaña en las localidades de Pescara y de Arquata del Tronto para atender a cientos de damnificados, quienes se encuentran pernoctando en colegios y gimnasios, ante el temor de que nuevas réplicas sísmicas puedan agravar las situación.
Según testimonios de habitantes de la ciudad de Amatrice, ésta quedó prácticamente borrada del mapa. Más del setenta por ciento de la ciudad se encuentra reducida a escombros. El primer ministro Matteo Renzi expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas en un mensaje a través de redes sociales y aseguró que el gobierno de Italia y las autoridades de Protección Civil monitorean la zona afectada y sus alrededores para atender a la población y asegurar el área. La Cruz Roja italiana trasladó a 150 voluntarios a la zona afectada para apoyar en actividades logísticas, al tiempo que estudia mandar apoyo psicológico para los afectados.