El escenario europeo luce complicado y amenaza con ponerse aún más. El proceso de divorcio de la Unión Europea y su socio el Reino Unido, que había sido el principal componente de la actual inestabilidad política y económica, ahora se suma, el resultado del fallido golpe de Estado en Turquía, que tensa las relaciones y coloca sobre la mesa los temas de migración y seguridad.


El pasado 15 de julio, se llevó a cabo un intento de golpe de Estado en Turquía, que  buscó quitar el poder al presidente Recep Tayyip Erdogan. Para muchos sectores en occidente y en la propia Turquía, el régimen de Erdogan (islamista conservador) es considerado autocrático.
La intentona fracasó, con un saldo estimado de 290 muertos y más de 1,400 heridos, además, aumentó la popularidad del presidente turco que de inmediato inició un proceso de ”limpieza”  a todo nivel de las estructuras del Estado. Las purgas se estiman en más de 60 mil personas. Se señala por ejemplo los arrestos de por lo menos 6 mil militares, 100 policías y 750 jueces. Además de la destitución de miles de profesores, trabajadores del estado y censura en la prensa.
El proceso de endurecimiento del régimen de Erdogan ha llevado a la Unión Europea a elevar la voz, pero las declaraciones poco pueden hacer para garantizar el respeto de los derechos humanos.


Y es que Turquía, además de poseer un nutrido ejército (40 millones de efectivos aproximadamente), resguarda dentro de sus fronteras un arsenal poderoso de ojivas nucleares en la base militar de Incirilik, bajo control estadounidense. De hecho desde este lugar despegan los aviones que bombardean al Estado Islámico en Siria. Además está el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía sobre los refugiados que ha ”logrado” reducir el flujo migratorio hacia el territorio comunitario.
Europa sabe bien que Turquía es el país que más refugiados alberga. Por ejemplo, se calcula en más de dos millones y medio, el número de personas asentadas en Turquía, que huyeron de la guerra en Siria. El acuerdo que ha sido duramente criticado por organizaciones humanitarias, porque en los hechos permite las devoluciones masivas de personas que actualmente se encuentran en territorio europeo, principalmente en Grecia e Italia, ha ”funcionado”  relativamente.
Según el último informe de la Organización Internacional para la Migración (OIM),  más de 260 mil refugiados han logrado llegar a Europa en lo que va del año, una cuarta parte de la cifra de 2015, es decir 50 por ciento menos. Claro, poco se dice de las 3,100 personas que han muerto en su intento por llegar a Europa.
El próximo 16 de septiembre los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea, se reunirán en Bratislava, capital de Eslovaquia y sobre la mesa tendrán el Brexit y Turquía.