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Ofrecer garantías plenas a los usuarios del transporte público es una urgencia que reclama acciones más a fondo.

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14.8 millones de viajes

Las secciones de nota roja tanto de noticieros de medios electrónicos como de los diarios de circulación nacional, se nutrieron en las últimas semanas de información generada por hechos delictivos cometidos en unidades de transporte público; la mayoría de ellos, por desgracia, cobraron la vida de capitalinos que tienen la necesidad imperiosa de utilizar esos medios de transporte para desplazarse hacia sus trabajos, escuelas o sus hogares.

En datos estadísticos proporcionados a los medios de difusión por la Comisión de Seguridad Pública de la Asamblea Legislativa, dan cuenta de que en los últimos seis meses, este tipo de delitos se incrementaron 13 por ciento, al registrarse mil 307 de estos ilícitos en este año 2016, contra mil 302 casos del año pasado. Es decir, este año ha sido el más violento para los usuarios del transporte público.

Los datos de la mencionada Comisión abundan también en que es en los microbuses en donde se cometen el mayor número de asaltos, principalmente a mano armada; le siguen los camiones RTP, Tren Ligero y Trolebús, después el Metrobús y finalmente el servicio proporcionado por taxis.

Cabe resaltar que en la Zona Metropolitana del Valle de México se realizan 14.8 millones de viajes diariamente en transporte público; de este total, 7 millones, o sea el 46 por ciento, se hacen en microbuses; 13 por ciento en Metro; 3 por ciento en RTP, Trolebús y Tren Ligero, mientras que el servicio de taxis cubre el 6 por ciento restante.

Como se puede coludir de estos datos, pese a los esfuerzos de la Secretaría de Seguridad Pública por bajar los índices delictivos en el transporte público, estos se siguen dando de manera ascendente, sobre todo de manera alarmante en los microbuses. Es ahí donde se debe poner especial atención y aplicación de estrategias especiales para erradicar el problema y darle seguridad a los millones de capitalinos que abordan día con día esta modalidad de transporte, haciéndolo siempre con el temor de ser víctimas de asaltos y despojos de sus pertenencias, e incluso de la vida.

Ofrecer garantías plenas a los usuarios del transporte público en la Ciudad de México es una urgencia que reclama acciones más a fondo contra la delincuencia que ha hecho de los microbuses prácticamente su coto de poder. Deben implementarse esfuerzos, sin escatimar recursos, tanto de parte de los permisionarios como de las autoridades, para que los capitalinos se desplacen a sus destinos sin ningún riesgo.

En este sentido, recientemente, preocupado por esta circunstancia y a manera de ofrecer posibles soluciones, hice un exhorto en mi calidad de secretario general del Partido Verde Ecologista en la Ciudad de México para que se instalen cámaras de vigilancia, Sistema de Posicionamiento Global y botones de pánico en los microbuses y camiones del transporte público.

Asimismo, no hay que echar en saco roto el apoyo de los propios usuarios, quienes a través de información de primera mano pueden proveer a las autoridades de Seguridad Pública de datos suficientes sobre las rutas, horas, delegaciones, avenidas y calles donde se cometen los atracos y quiénes los realizan. Esta información ayudaría a que el trabajo de la policía sea más preciso y focalizado.

 

Secretario general del Partido

Verde Ecologista en la Ciudad de México.