Por Manuel Nava

 

CHILPANCINGO, GRO.- La pugna por el control territorial entre las policías comunitarias se extiende a lo largo del tiempo y del territorio estatal con la posibilidad de generar un nuevo foco de inestabilidad política en la entidad.

Durante 2015 fue frecuente que ambas agrupaciones de autodefensa se confrontaran cobrando la vida de algunos de sus dirigentes. Este año no ha sido la excepción. A ello se sumó ahora una fractura dentro del FUSDEG con los mismos visos de violencia. Lo ocurrido en Petaquillas, el 10 de septiembre es un aviso.

En esa fecha ocurrieron dos enfrentamientos entre dos grupos antagónicos del citado cuerpo de policía comunitaria. El primero, se inició luego de que un grupo del FUSDEG, afín al comisario municipal Mario Flores Castrejón, detuviera a cinco jóvenes con mariguana, a bordo de un jetta gris y fueron trasladados a la comisaría municipal.

La contraparte del Fusdeg intentó rescatarlos. Ambos bandos “cortaron cartucho” y dispararon, lo que provocó dos heridos del comisario y cuatro del FUSDEG. En reacción, el grupo contrario en la localidad, se apoderó de la comisaria y retuvo a cinco personas.

La situación se tranquilizó a las 7 de la noche, en Petaquillas, mientras que la Policía Comunitaria de El Ocotito retuvo al comisario Audifred Benítez, para exigir la liberación de sus compañeros. Cientos de vecinos afines al comisario bloquearon la carretera federal de Chilpancingo a Acapulco en El Ocotito.

Inicio del conflicto

El conflicto interno en el FUSDEG se inició cuando a policías comunitarios del coordinador de consejeros del FUSDEG Alejo Espinosa Silva, afines al coordinador de El Ocotito Salvador Alanís, se les descubrió vínculos con la delincuencia, ya que permiten el trasiego de enervantes en la comunidad.

Alejo Espinoza Silva, coordinador de consejeros del FUSDEG, responsabilizó al gobierno del estado de posibles enfrentamientos entre los dos grupos de policías comunitarios que operan en Petaquillas.

Los comisarios del corredor de Petaquillas conformaron una organización, encabezada por 12 comisarios, que desconoció las figuras de coordinadores e informaron que las autoridades tomarían el control de las Policías Comunitarias. La propuesta no fue avalada por el FUSDEG, a pesar de que es reconocida y avalada por el Ayuntamiento de Chilpancingo.

Los coordinadores del FUSDEG aseguran que el grupo armado que protege al comisario municipal, Mario Flores, no pertenece a su organización y llevan a cabo actos ilícitos como cateos ilegales a negocios, hostigamiento, amenazas a policías

comunitarios, abuso de poder y la más reciente, la detención del delegado municipal, Nicolás Juárez Hernández.

El gobernador Héctor Astudilllo dijo que “No es posible que cada vez que se desentiendan las dos organizaciones, que originalmente eran una, pongan en una situación de gran inestabilidad a todo el territorio”

En 2016, un grupo del FUSDEG efectuó en una serie de asambleas donde anunciaron la orden de detención y reeducación de Crescenciano Ramírez López, alías “Chano”; Juan Mendoza Tapia y al ex comisario de Petaquillas, Arquímedes Vargas Encarnación, pues se dedican “a someter al movimiento de la policía comunitaria para sus intereses personales.

En contraste, Juan Mendoza Tapia presidente de la Coordinadora Estatal de Transportistas Independientes de Guerrero (CETIG), consideró que las acusaciones en su contra son obra de Salvador Alanís Trujillo, coordinador de seguridad de Chilpancingo.

En junio se registraron tensiones en los poblados de Petaquillas y el Ocotito, luego de que el FUSDEG se opusiera a la toma de posesión de los comisarios suplentes para imponer a su propia gente.

En Petaquilla, a pesar de que por votación Mario Flores Castrejón resultó ganador de la contienda para permanecer al frente del poblado por 3 años, un grupo contrario del FUSDEG, rechazó la votación y se manifestó en favor de Felipe Araujo. Flores Castrejón, dijo que el FUSDEG se dividió de manera similar a lo que sucedió en El Ocotito, pero que la mayoría del pueblo lo apoya

La localidad de Petaquillas está situada en el municipio de Chilpancingo de los Bravo y sus límites límite se traslapan con los de la capital del estado. Por su situación geográfica, queda justo en medio de los territorios donde dominan grupos criminales como Los Rojos, que son la banda con mayor presencia en Chilpancingo y Los Ardillos, que pelea las zonas aledañas como Chilapa, pero que tiene dominio en el municipio de Quechultenango, a unos kilómetros de la capital del estado.