Manuel Nava

Acapulco.- Durante el periodo transcurrido del mandato presidencial, Guerrero se mantuvo como una de las prioridades y como beneficiario de grandes anuncios en materia de conciliación política y recuperación económica, pero las promesas se quedaron en el viento. Cuatro años más tarde se sigue esperando.

Desde la campaña presidencial, Guerrero fue visto como un foco de atención electoral, luego se derivaron una serie de hechos que incluyeron catástrofes naturales y sociales que reclamaron la atención específica del gobierno federal y todas quedaron en simples anuncios, los resultados no se vislumbran en el corto plazo.

En la estrategia de la Cruzada Nacional contra el Hambre, Guerrero tuvo dos municipios piloto: Acapulco y Mártires de Cuilapan (Apango). Se habló de la importancia de combatir a la pobreza por ser uno de los gérmenes de la violencia social y del crecimiento del crimen organizado.

Durante 2013, las visitas de Rosario Robles, entonces secretaria de desarrollo social, fueron constantes. Se vinculó el eje del Plan Nacional de Desarrollo denominado México en paz, con acciones encaminadas a fortalecer el pacto social, reforzar la confianza en el gobierno, alentar la participación en la vida democrática y reducir los índices de inseguridad para que ninguna persona en México se enfrente a la falta de seguridad…particularmente en el caso de Guerrero, debido a la violencia derivada de la acción del crimen organizado.

En septiembre de 2013, la conjunción de los huracanes Ingrid y Manuel hicieron estragos en la geografía de Guerrero. Robles Berlanga recibió la encomienda de atender la emergencia en Guerrero y se diseñó el programa Nuevo Guerrero, con una serie de acciones sociales y obra pública que mejorarían la situación.

Entre septiembre y octubre de 2013, el presidente Peña Nieto estuvo en 8 ocasiones en la entidad para instrumentar una serie de ayudas a los damnificados y hacer el anuncio formal del plan Nuevo Guerrero que consistió en el desarrollo estatal integral de mediano y largo plazo mediante inversión en diferentes sectores, además de infraestructura, impulso a proyectos productivos, coordinación de políticas públicas y ordenamiento territorial urbano y económico, que implicó una inversión de una inversión pública de más de 44 mil millones.

En las acciones a largo plazo del plan se comprendió la instalación de red compartida como parte del Proyecto Integral de Conectividad con una inversión de mil 284.00 mdp; la mejora de carreteras y creación de libramientos con 8,619.80 mdp; la sustitución o rehabilitación de la Comisión Federal de Electricidad con un total de 209.00 mdp, así como la creación de nuevos esquemas de operación de sistemas hidráulicos con una inversión total de 3,335.33 mdp entre otras cosas.

Entre el 26 y el 27 de septiembre del 2014 en Iguala fueron asesinados y desaparecidos 43 normalistas de Ayotzinapa, la atención federal a Guerrero ocurrió dos meses más tarde.

En noviembre del 2014, desde el Palacio Nacional, se anunciaron medidas para combatir la inseguridad: iniciativas de ley para reorganizar las policías, inhibir la complicidad de autoridades municipales con la delincuencia y delimitar las competencias de los distintos órdenes de gobierno, federal, estatal y municipal en la lucha contra el delito, así como un fuerte despliegue de tropas en diversas entidades de la república, entre ellas Guerrero.

Junto a las expresiones violentas de los grupos de Ayotzinapa y el magisterio, la inseguridad pública en el estado adquirió expresiones agudas. No solo fueron los asesinatos entre las bandas o cárteles sino que usaron diferentes delitos desde la extorsión, el coro de derecho de piso, el robo, el tráfico de órganos y de personas, hasta asesinatos e intimidación de candidatos a alcaldías y diputaciones.

El 27 de octubre del 2015, día de la toma de posesión de Héctor Astudillo como gobernador, el gabinete de seguridad encabezado por el secretario de Gobernación, y con la presencia de los secretarios de la Defensa Nacional, de la Marina, de la procuradora general de la República y del comisionado nacional de seguridad, se reunió en Acapulco para anunciar el relanzamiento de un Plan de Seguridad, consistente en acciones para resarcir el “tejido social” y fortalecer la presencia de fuerzas federales en las regiones más críticas de Guerrero, y con ello disminuir los índices de inseguridad.

En enero de 2016, Peña Nieto estuvo en Acapulco y anunció acciones por un “Guerrero en paz”, expuso que además del turismo sean otras actividades económicas las que identifiquen a esta entidad y que se evaluarían periódicamente las estrategias focalizadas en las diferentes regiones de Guerrero que permitieran lograr las condiciones de seguridad que exige la sociedad. En todos los casos se presentan avances parciales, acciones inconclusas y en materia de seguridad pública el deterioro se incrementa y la capacidad de las autoridades locales se erosiona.