La paz sea en Colombia. El presidente Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño (alias “Timochenko”) estamparon su firma para aceptar el acuerdo de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC. Cartagena de Indias fue la sede de este importante acontecimiento, con el que se pone fin a más de 50 años de guerra en ese país sudamericano.

Los actos protocolarios tienen más valor cuando se hacen con simbolismos y este no sería la excepción. Ambos representantes firmaron el acuerdo con un “balígrafo”, es decir, un bolígrafo hecho con balas que serían usadas en el conflicto armado y que ahora sirvieron para crear un arma menos letal: una pluma que pasaría de manos para comprometer con una firma, la ventana de paz que Colombia necesitaba desde hace décadas.

El presidente de Cuba, Raúl Castro, fue el principal testigo. Nadie mejor que él, pues también fue el mediador de este proceso que permitió la pacificación en el continente sudamericano. De La Habana a Bogotá; un navío que se llevará el rencor, el odio y las hostilidades fraternales.

Paz Colombia

“Fuerte y claro: no más guerra, no más la guerra que nos dejó cientos de miles de muertos, millones de víctimas y desplazados, y tantas heridas que tenemos que empezar a sanar”, enfatizó el presidente colombiano.

El acontecimiento tenía que ser visto por alguien más. Esos fueron los mandatarios de la región que, con ello, también aplaudían la decisión difícil asumida por un pueblo que ahora busca un nuevo futuro. Esos ojos fueron los de Pedro Pablo Kuczynski (Perú), Mauricio Macri (Argentina), Nicolás Maduro (Venezuela), Michelle Bachelet  (Chile), Horacio Cartes (Paraguay), Rafael Correa (Ecuador) e incluso Borge Brende, canciller noruego, cuyo país albergó las pláticas iniciales de paz en 2012. En ese escenario, Santos entregó al líder guerrillero un pin que simbolizaba una paloma de la paz.

Otros más que atestiguaron la rúbrica del documento fueron el rey de España, Juan Carlos de Borbón, el ex presidente del gobierno español Felipe González y el ex secretario general de la ONU Kofi Annan, así como su sustituto actual, Ban Ki Moon.

Esta vez no ondeó la bandera tricolor colombiana, sino el blanco pacífico, en espera de que el próximo 2 de octubre el plebiscito permita entrar en vigor a este ansiado acuerdo de paz.