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Hay muchas probabilidades de que la moneda mexicana siga depreciándose más frente a la divisa estadounidense.

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Entrevista Luis Miguel GonzálezDirector editorial de El Economista

En los últimos días se han registrado fuertes vaivenes del peso. A principio de la semana, el dólar en bancos rompió la barrera de los 20 pesos en medio de una gran incertidumbre en el ámbito internacional. La posibilidad sigue latente: hay muchas probabilidades de que la moneda mexicana siga depreciándose más frente a la divisa estadounidense.

Pese a que los factores para que se den estas oscilaciones pueden ser muchos, los analistas coinciden en que el culpable es el candidato republicano Donald Trump que, aun cuando no ha logrado llegar a la silla presidencial en Estados Unidos, le ha pegado a la moneda mexicana cada vez que sube en las encuestas.

Aún cuando la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) dejó intacta su tasa de interés, la moneda mexicana quedó en terreno negativo. Tras el anuncio —este miércoles—, el Banco de México informó que el dólar spot cerró en su tercer máximo histórico consecutivo en 19.87 unidades. En ventanilla bancaria el billete verde se vendió en 20.17 unidades.

Luego de todos estos movimientos, el peso ha acumulado una depreciación de alrededor de 8.8%, gracias a esto se coloca como la moneda emergente de peor comportamiento frente al dólar en 2016.

Ante la incertidumbre, Siempre! platicó con el analista económico Luis Miguel González, director general editorial de El Economista, quien reitera que, detrás de esta mala racha, el factor Trump es lo que pesa más, “hay que recordar que al tipo de cambio le pegan normalmente dos factores: el precio del petróleo y los movimientos de la tasa de interés de la Reserva Federal, que en esta ocasión postergó su decisión de aumentar la tasa hasta diciembre. Pero en este caso la novedad es el factor Trump”.

La volatilidad seguirá

Explica que pese a la decisión de la Fed de mantener intactas sus tasas de interés la volatilidad continuará: “vamos a tener una normalidad con un dólar más caro, ya que dentro del kit de herramientas que pueda tener el Banco de México no hay nada que pueda detener el alza, y a la larga sólo cabe esperar que este nubarrón pase, pero vienen, yo diría, seis semanas muy complicadas”.

Luis Miguel González precisa: “tuvimos un periodo extraordinariamente largo de estabilidad entre 2009, 2010 y 2014, yo diría que eso es atípico y que lo normal ahora va a ser esta volatilidad. Algunas veces la volatilidad va a significar el precio hacia abajo y otras veces la volatilidad va a significar el precio hacia arriba”.

“Hemos tenido en este año tres alzas del tipo de cambio, una en enero-febrero por la caída del precio del petróleo; una en junio por el brexit y ésta es la tercera. Después del pico hubo un movimiento de baja de 1.50 en cada caso. Así que en esta ocasión es predecible que suceda lo mismo”.

Escenarios

Al referirse a los posibles escenarios que podría enfrentarse la moneda mexicana en las próximas semanas, el analista destaca que hay que tomar en cuenta que una parte de la devaluación ya se está dando, por lo que los movimientos seguirán pero serán paulatinos. “Muchos dicen que en caso de llegar Trump a la presidencia, el dólar se iría hacia los 25 pesos, pero nadie lo sabe. Lo que sí es cierto es que no se elevaría de un día para otro, se iría moviendo como ya se está moviendo ahorita, sería un cambio paulatino”.

“Si gana Trump probablemente estemos con un tipo de cambio entre 23 y 24 pesos; en caso de ganar Hillary, alrededor de 18. Pero lo que hemos aprendido este año es que muy probablemente tengamos que hacernos al ánimo de que los periodos de volatilidad van a ser cada vez más frecuentes”.

A pregunta expresa de Siempre! sobre si, independientemente de los factores externos, los internos, como el presupuesto, que aún se acomodan, también podrían impactar nuestra moneda, el economista dice que por el momento no lo ha hecho, pero a la larga sí puede pesar.

“Del presupuesto, a los mexicanos nos importa cómo se asignan diferentes rubros, cuánto se va a gastar en partidos políticos, cuánto en salud, cuánto en educación, cuánto para carreteras. A los extranjeros —en particular a las firmas calificadoras— les importa una sola cosa: la relación entre lo que vamos a ingresar y lo que vamos a gastar. Si el llamado superávit no es suficientemente gordo hay un riesgo de que las calificadoras rechacen o no califiquen bien el presupuesto. En este momento no es la opinión de las calificadoras lo que mueve el tipo de cambio, pero probablemente eso será un factor en enero, febrero del año que entra”.

En torno a de qué manera pegarán al bolsillo de los mexicanos estas alzas, Luis Miguel González destacó que hasta ahora —por lo menos en la parte oficial— no se ha reflejado en una mayor inflación, “es una cuerda que se está estirando y en cualquier momento se va a romper. La inflación puede verse afectada por el tipo de cambio a estos niveles en los que está. El peligro del tipo de cambio en los niveles en los que se encuentra en estos momentos es que empiece a contaminar la política inflacionaria”.

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¿POR QUÉ EL PESO PIERDE TERRENO?

Luis Foncerrada Pascal: Salarios, Trump y crecimiento

La expectativa sobre si se incrementa o no el interés de política monetaria en Estados Unidos, el temor es que al subir los salarios suban los costos de producción en algunos sectores, implica un incremento de precios y comienza a darse una inflación. En segundo lugar, sin duda, está el “efecto Trump”. Tercero, las expectativas de crecimiento en esta economía y el alto nivel de deuda que tenemos. Es decir, mayor endeudamiento ya no es razonable. Requerimos de una reingeniería del gasto público muy seria en donde se le dé prioridad a la inversión pública, donde se recorten los subsidios y programas o se eliminen aquéllos que no benefician a los que más lo requieren y que, en cambio, benefician a los que menos lo requieren. Creo que el gobierno debería ser más exigente en términos de transparencia de estados y municipios.

Director general del Centro de

Estudios Económicos del Sector Privado

 

Gabriela Siller: Podrían salir capitales

La depreciación del peso podría ocasionar una salida de capitales moderada. Además, la sobrerreacción del mercado cambiario también está relacionada con la posibilidad de que la Fed suba su tasa de referencia, en al menos 25 puntos base.

Directora de Análisis Económico y

Financiero de Banco Base

Gerardo Esquivel: Trump y caída de petroprecios

Hay implicaciones para México en el comercio y en las posibilidades de crecimiento y desarrollo del país. Existe una correlación muy fuerte entre las intenciones de voto de Trump y lo que ocurre con el peso. Pero en el fondo, sigue impactando que perdimos ingresos de manera muy significativa a raíz de la caída de los precios del petróleo.

Economista de El Colegio de México

 

Einar Moreno Quezada: Desconfianza de inversionistas

La realidad es que la pérdida del valor del peso mexicano se debe a que los inversionistas están captando un mayor nivel de riesgo. No sólo perciben la economía mexicana como débil sino que tienen mejores y más seguras alternativas de inversión.

Académico de la Universidad

de las Américas Puebla

 

Luis Alarcón: Bajo crecimiento, petroprecios, fisco…

México luce mal, ya que un mayor crecimiento económico no se ha dado, los ingresos petroleros son bajos, la reforma fiscal es restrictiva y no se ve por dónde vaya aumentar la tasa del PIB, toda vez que la deuda entra en terrenos peligrosos. Asimismo, aunque no se puede medir, la corrupción y la inseguridad también inciden. Lo que sí es una realidad es que la tendencia natural del peso mexicano es ser una moneda más débil que el dólar.

Director general de DerFin

Carlos González: Opinión de calificadoras y factores externos

La volatilidad del tipo de cambio tiene que ver con la opinión de las calificadoras. El Paquete Económico 2017 no es suficiente y sigue poniendo a México vulnerable a factores externos.

Director de Estrategia Bursátil de Monex

Fuente: Siempre!, BBC Mundo, El Financiero y El Economista