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Esto se complica porque el Estado mexicano no cumplió todas las promesas que le hizo al papa Francisco.

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Entrevista con Elio Masferrer | Antropólogo y profesor emérito de la ENAH

Por Nora Rodríguez Aceves

La confrontación entre la Iglesia católica, organizaciones defensoras de la familia tradicional y agrupaciones promotoras de los derechos de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero por la inicitiva presidencial para legalizar del matrimonio entre personas del mismos sexo no “llegará a ninguna parte”.

El problema es que “el sistema político mexicano siempre ha negociado con los aparatos eclesiásticos tanto del mundo católico como del mundo evangélico, pero esto se complica porque el Estado mexicano no cumplió todas las promesas que le hizo al papa Francisco durante su visita a México en febrero pasado”.

El presidente Enrique Peña Nieto “prometió no legalizar las bodas gay, cosas que ahora intenta hacer con su polémica iniciativa, no cumpllió su promesa, como se dice en el argot, de campaña. Por eso, el papa está molesto y se lo demuestra al recibir, hace unas semanas, personalmente a Rodrigo Iván Cortés, vocero del Frente Nacional por la Familia”, afirma Elio Masferrer, profesor emérito y antropólogo de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.

La Iglesia católica acusa a Peña Nieto de traidor; “como lo dice Hugo Valdemar: ‘traicionó a la Iglesia en definitiva’; ésa es la razón por la cual se salió de la Embajada de México en el Vaticano Mariano Palacios Alcocer, hay un enfriamiento en las relaciones diplomáticas. Si Palacios Alcocer hubiera tenido alguna capacidad de maniobra, simplemente Francisco no hubiera recibido a los del Frente Nacional por la Familia, sino que hubiera negociado que en lugar del Sumo Pontifice fuera algún funcionario de segunda categoría, de tercera, pero no fue así, los recibe él y hacen declaraciones en contra del presidente y del PRI”.

Sabemos por la prensa que Palacios Alcocer se encuentra en México y que ya renunció a su cargo en el Vaticano, sin embargo, “cuando termina la misión diplomática de un embajador hace una visita de despedida al papa y él no ha cumplido con este protocolo”.

El descontento de la Iglesia católica se debe al anuncio de Peña Nieto para modificar la Constitución y el Código Civil de forma que se reconozcan los matrimonios igualitarios en todo el país, lo que suscitó una confrontación directa entre lideres religiosos y grupos conservadores. Sin embargo, “se debe entender que el mundo religioso mexicano no es homogéneo, sino que tiene una gran heterogeneidad, hay que entender que hay muchísimas formas de ser católico o de ser evangélico en México, esto es clave para entender este asunto”.

Francia, el ejemplo

François Hollande, presidente de Francia, sorprendió a todo el mundo cuando en lugar de dedicarse a luchar contra la pobreza y los problemas sociales que tienen los franceses lanzó lo del matrimonio entre personas del mismo sexo, la sociedad se polarizó, pero finalmente se aprobó, porque incluso había una mayoría de la población francesa que si bien podía tener sus reservas hacia los homosexuales consideraba que éstos son ciudadanos como cualquier otro y están en su legitimo derecho de que sus derechos sean respetados.

El especialista en materia religiosa señala que cita el caso de Francia porque es un país que tiene históricamente una tradición laicista y de alguna manera los expertos en el Estado laico mexicano toman este modelo como referencia, pero estamos en México y aquí hay un sector significativo de la población, tanto católicos como evangélicos, que no están de acuerdo con separar la ley natural de la ley política del Estado.

“No voy a entrar en la discusión de si la Constitución en su artículo 40 dice que México es un Estado laico, eso ya lo sé, pero hay que entender que un grupo significativo de ciudadanos considera que no están obligados a respetar la Constitución en ciertos aspectos que no estén de acuerdo, porque los poderosos tampoco la respetan. Ahí podríamos pedir un deseo, que todo el mundo respete la Constitución Política, lamentablemente todo el mundo es consciente de que hay gente que la viola y en cosas elementales como el derecho a la vida.

“Se me habla de ejecuciones, pero éstas son homicidios, se dicen cobijados, encajuelados, que son eufemismos para no aceptar que es corriente y habitual que se prive de la vida, es decir, en un país donde la Constitución precisamente prive la pena de muerte, pero para esto hay una teoría sobre el constitucionalismo de Ferdinand Lassalle, un alemán fundador del constitucionalismo social, que plantea que la Constitución no es un texto escrito sino que es el resultado de la particular configuración de fuerzas en un momento histórico determinado, y en esa perspectiva estos grupos —conservadores— salen; de alguna manera el presidente les abre la puerta al convocar al cambio constitucional, salen a disputar justamente los alcances del texto constitucional y ven esta disputa como una disputa política y además es una cuestión eminentemente política, e incluso el señor Rodrigo Iván Cortés, del Frente Nacional por la Familia, va al Vaticano a entrevistarse con el papa Francisco, y al salir de esta reunión declara al Vatican Insider con todas las letras que hicieron lobby para que el PRI perdiera y que tuviera un castigo por andar proponiendo el matrimonio igualitario. No podemos ser ingenuos: hay una disputa política”.

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La población no se mete en la vida privada

En una sociedad política es razonable que los distintos sectores sociales impulsen sus propuestas políticas, no tiene que quitarnos el sueño, es hasta saludable; el asunto es que por toda la polémica y discusión política se deben respetar los derechos de todos los ciudadanos, y “ahí es donde el asunto se complica, pero evidentemente un grupo de ciudadanos mexicanos que no necesariamente son los obispos, porque los obispos mexicanos se han caracterizado por ser muy muy negociadores y muy consecuentes con el poder político”.

Estos sectores “integristas católicos, para decirlo técnicamente en términos de ciencia de la religión, estos integristas católicos y fundamentalistas evangélicos o protestantes saben que el Estado es débil y por eso se coaligan contra el gobierno y contra el Estado y simultáneamente los colectivos de gays y lesbianas exigen al Estado que cumpla su función de respetar sus derechos, y ahí es de a cómo le toca”.

Es la situación que de todos modos la mayoría de la población mexicana, como pudimos verlo en la encuesta de Reforma está de acuerdo con que a todos los ciudadanos se les respeten sus derechos; es muy claro, la población no se mete en la vida privada de los ciudadanos, pero no está de acuerdo que a eso se le llame matrimonio. El punto está en que los colectivos gays argumentan que son ciudadanos mexicanos y tienen derecho a definir su estado civil.

“Ya nadie discute si dos personas mayores de edad deciden cohabitar, por decirlo amablemente, lo que existe es una polémica sobre ¿cómo ejercerán el derecho a tener una vida privada? y ¿cómo definirán su estado civil? La gente sale con unas discusiones rarísimas, definitivamente como ciudadano mexicano no tengo por qué considerar que el estado natural, el estado regido por Dios tiene que regir el derecho civil, pero lo que están discutiendo los ciudadanos, de acuerdo con las encuestas, es otra cosa, cómo se le llamará a la configuración del estado civil de las personas”.

Lo que está en la encuesta es muy claro, tienen derecho a casarse, por supuesto; 67% de los ciudadanos dice, no me parece que a este tipo de unión se le llame casamiento, proponen otro nombre. Los colectivos gays dicen de acuerdo con el artículo 1º de la Constitución, no tengo que ser discriminado, tengo derecho a casarme y con quien se me pegue la gana, es un punto. El otro es la adopción de los niños; resulta muy risueño el problema, porque están discutiendo si pueden adoptar o no, pero de hecho ya lo hacen hoy en día. Los gays pueden adoptar porque una persona soltera de acuerdo con los últimos cambios en la legislación puede adoptar niños y por supuesto muchas de esas personas solteras que pueden adoptar niños son gays o lesbianas y nadie dijo nada, lo que pasa es que nunca nadie dijo abiertamente que se iban a casar.

En cambio, ahora llega el presidente de la república y dice: voy a cambiar la Constitución para que se puedan casar los gays y para que puedan adoptar niños; ya los adoptaban antes, pero lo adoptaban como persona física, digamos, como individuo, pero ahora podrán adoptarlos en tanto el señor Juan está casado con el señor Pedro, o Maruja con…

“Ahí es donde viene el otro problema, el argumento de un sector de los evangélicos, y también de los católicos, que dice, no, un niño para su proceso de desarrollo tiene que tener una figura masculina y una figura femenina y estás violando los derechos de los niños; los de los adultos que se hagan bolas, y agregan: San Pedro cuando le vaya llegando el personal sabrá elegir quién se va para abajo y quién sube al cielo, éste es el argumento de un sector de los evangélicos”.

Hay sacerdotes que casan a gays

Ante el anuncio de la comunidad lésbico gay de dar a conocer una lista de sacerdotes homosexuales, el antropólogo de la ENAH asegura que eso todo el mundo lo sabe, no necesita que se lo cuenten, pero con nombre y apellido, se le plantea: “claro, pero se polariza más la cosa porque en definitiva ésa es una cuestión de la intimidad de las personas. Yo he hablado con gente de la Iglesia católica y muchos sacerdotes laicos, la Pastoral Juvenil, no están de acuerdo con las movilizaciones del Frente Nacional por la Familia, no están de acuerdo, tienen una posición mucho más de apertura. Sin embargo, ponerle el dedo a los sacerdotes que violan el celibato es una situación donde algunos sacerdotes y obispos que gritan al ladrón como quien dice y resulta que todo el mundo sabe en qué andan, incluso que van a antros gays y cosas así, porque si fuera solo con su pareja nadie lo sabría, pero ellos los ven ahí, porque andan en ese ambiente, más de uno debe haber tenido relaciones sexuales con algún cura”.

Va subiendo el tono: “pero en sentido estricto no hay que pensar que es toda la Iglesia católica, que son todos los curas; hay sacerdotes católicos que conozco que casan a homosexuales, quizá no lo anoten en el libro de la parroquia, pero lo hacen y en el mundo evangélico también hay de todo.