Rusia rechazó las acusaciones hechas por Estados Unidos de que su fuerza aérea atacó a un convoy humanitario de las Naciones Unidas en la ciudad siria de Alepo, El Kremlin aseguró que en los videos que se analizaron del incidente no se hallaron indicios de impactos de ningún tipo de proyectil sobre la columna de vehículos de la ONU. El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konáshenkov reveló que “no hay señales de cráter ni los automóviles tienen daños en el chasis como resultado de la onda explosiva. Ni la aviación rusa ni la de siria bombardearon el convoy humanitario. El portavoz castrense agregó que drones rusos escoltaron el convoy hasta su destino y luego se retiraron por tratarse de una zona controlada por la oposición y explicó que lo que sí se ve en las imágenes, es consecuencia directa del incendio de la carga, que misteriosamente empezó de forma simultánea con la ofensiva de las milicias (opositoras) sobre Alepo”.

Este martes, la ONU reaccionó suspendiendo el envío de ayuda humanitaria a la población civil ante la falta de seguridad para que los vehículos puedan ingresar a las zonas afectadas. Estados Unidos responsabilizó a aviones sirios o rusos del ataque que le costó la vida a 20 civiles y un empleado de la Media Luna Roja. Los vehículos estaban trasladando ayuda a 78 mil personas de la localidad de Urm al Kubra, en la provincia de Alepo. Entre los fallecidos figura el director de la SARC en Alepo, Omar Barakat.

Las acusaciones tienen lugar luego que el pasado fin de semana Estados Unidos causara más de 90 soldados muertos entre las filas sirias por un “ataque equivocado”. Aviones del Pentágono bombardearon posiciones del ejército sirio que confundieron con bastiones del Daesh. Tanto Moscú como el presidente Bashar al Assad cuestionaron el compromiso de Washington en su lucha contra el también autodenominado Ejército Islámico. En ocasiones anteriores, el Kremlin ha acusado a la Unión Americana y a Gran Bretaña de apoyar a las facciones yijadistas, proveyéndoles de vehículos, armas y pertrechos a través de cargamentos “abandonados” o envíos “equivocados” lanzados desde helicópteros.

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