Rusia denunció que Estados Unidos bombardeó por error al ejército sirio durante un ataque que supuestamente tendría que haber sido lanzando contra el Daesh. Aunque Washington afirma que no fue intencional, el fuego amigo dejó al menos 60 soldados sirios muertos y decenas más de heridos. Moscú pidió una reunión urgente en el Consejo de Seguridad para tratar este asunto que podría hacer tambalear la lucha contra el autodenominado Estado Islámico.
Por su parte, el Comando Central de Estados Unidos dijo que los pilotos creían que estaban golpeando a fuerzas yihadistas y que detuvieron el ataque en cuanto Moscú les avisó que estaban golpeando una zona ocupada por tropas y vehículos sirios. Los bombardeos fueron lanzados cerca de la localidad de Deir ez Zor y tuvo lugar en un momento en que ambas potencias evidencian su desacuerdo sobre sus estrategias para atacar a un enemigo común y en medio de una frágil tregua que busca ayudar a la población civil de Alepo, que se encuentra en una grave crisis humanitaria.
El presidente Barack Obama expresó sus condolencias por la muerte no intencional de los soldados sirios y criticó a través de la representante de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, la convocatoria de la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU hecha por el Kremlin, acción que calificó como un intento por distraer la atención de las cosas que están ocurriendo sobre el terreno. El gobierno de Bashar al Asad condenó el fuego amigo de la fuerza aérea estadounidense y afirmó que “esos bombardeos eran la prueba conclusiva de que Estados Unidos y sus aliados apoyan al Estado Islámico”.
Fotos: AP y Reuters