Manuel Nava

Iguala.- Al cumplirse dos años de la desaparición de 43 normalistas de la normal “Isidro Burgos” en Iguala, las manifestaciones de reclamo se impregnaron de violencia y las escenas de vandalismo que el gobierno estatal había asegurado que no se volverían a repetir, estuvieron presentes.

En Iguala, 250 integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), del Movimiento Popular Guerrerense (MPG), y estudiantes del Centro Regional de Educación Normal (CREN) de Iguala marcharon hacia la explanada de las Tres Garantías para exigir la presentación de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en esta ciudad desde hace dos años.

El Palacio Municipal fue desalojado desde las 10 de la mañana ante la posible llegada de los manifestantes; las labores se encuentran suspendidas y los trabajadores sacaron mobiliario, equipo de computo y papelería. Mientras que en el 27 Batallón de Infantería, se colocaron policías militares con equipo antimotines y se colocaron barricadas.

En Acapulco, alumnos de las prepas populares y de la Escuela Superior de Educación Física (ESEF) marchan por separado en la avenida Costera mientras que el bulevar de Las Naciones de Acapulco lo hicieron dos mil 500 alumnos y maestros de las preparatorias populares del estado de Guerrero.

Pero ayer en Chilpancingo, se vivieron momentos de tensión cuando normalistas de escuelas rurales lanzaron bombas molotov al Palacio de Gobierno y al auditorio Sentimientos de la Nación que policías antimotines resguardaban con vallas metálicas.

La respuesta de los elementos policiacos fueron con granadas de gas lacrimógeno y comenzaron una persecución que terminó en la detención de siete normalistas: cuatro de Ayotzinapa y dos de la Normal Rural de Mactumactzá, Chiapas, y uno de San Marcos, Zacatecas.

Luego de que trascendió la detención de los normalistas populares, en Tixtla, estudiantes y activistas fueron en la comandancia de la Policía Municipal y despojaron a los uniformados de tres patrullas. Con ellas bloquearon la carretera federal Chilpancingo-Chilapa.

Mediante reportes de la Policía Estatal se supo que los inconformes incendiaron un camión repartidor de pan Bimbo.

Desde hace unas semanas las movilizaciones en demanda de la aparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa han sido pretexto para actos vandálicos contra el poder judicial en Iguala, la zona militar destacamentada en esa ciudad y en Chilpancingo.

El 25 de septiembre en Acapulco, Zihuatanejo, Atoyac de Alvarez y Altamirano, maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero

(CETEG), del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), del Sutcobach e integrantes de organizaciones sociales marcharon para exigir la presentación de los 43 normalistas detenidos-desaparecidos hace dos años en Iguala, y pidieron a las autoridades castigo a los culpables, además de dejar de “imponer” una verdad histórica.

En ese contexto Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Acapulco, condenó “la situación que se da derivada del crimen organizado y de diferentes factores violentos, los cuales se reflejan en prácticas ilegales tal como lo han constatado las propias autoridades, quienes han reconocido la colusión de las fuerzas de seguridad pública municipal en actos ilícitos” e hizo un llamado a las autoridades a esclarecer los hechos del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala.